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¿Qué hemos encontrado sobre el COVID-19? 🦠😷
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hace 5 añosel
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CMUC AdminÍndice
- 1 Qué es el COVID-19
- 2 Los signos y síntomas de esta enfermedad
- 3 Efectos del COVID-19
- 3.1 La neumonía
- 3.2 Patrones más comunes observados en la TC de Torax
- 3.3 Opacidad en vidrio esmerilado (Fig. A)
- 3.4 Márgenes mal definidos (Fig. A)
- 3.5 Engrosamiento septal interlobular liso o irregular (Fig. A)
- 3.6 Broncograma aéreo (Fig. A-D)
- 3.7 Patrón en empedrado (Fig. B)
- 3.8 Engrosamiento de la pleura adyacente
- 3.9 Hallazgos menos frecuentes en la TC de Torax
- 3.10 Nódulos, cambios quísticos (Fig. C)
- 3.11 Bronquiectasias, derrame pleural (Fig. D)
- 4 Estrategias podrían tener efectos perjudiciales en ciertos pacientes y / o en diferentes etapas de la enfermedad COVID-19.
- 5 ¿Qué provoca a nivel vascular?
- 6 ¿Cuáles son las manifestaciones cutáneas?
- 7 Qué debemos hacer ante un paciente con clínica compatible
Qué es el COVID-19
Como sabemos, y la mayoría de los lectores conocéis, el covid 19 pertenece a una familia de virus que existen desde el siglo pasado. En general esta familia provoca poca patogenicidad, es decir que tienen poca capacidad para producir enfermedad en los huéspedes susceptibles.
En los últimos años se observa que la patogenicidad de esta familia va aumentando, provocando así dos epidemias, una en el 2002, el cual fue nombrado SARS-COV y la otra, en el 2012 en el medio oriente, por ello el nombre de MERS, la cual tuvo una tasa alta de mortalidad y de infectividad. (1)
La Organización Mundial de la Salud ha definido a la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) o COVID-19, como una pandemia.
Tiene transmisión por vía aérea a través de gotitas. En el caso del Coronavirus o covid-19, la pandemia actual, se produce una infectividad muy alta R0 = 3, es decir un huésped puede contagiar a 3 personas más. Esta tasa de transmisión es bastante alta, más alta que la gripe común. (1)
Se supone que el 80% de la población va a desarrollar una enfermedad de leve a moderada, como consecuencia del covid-19 cuya infección puede causar una enfermedad respiratoria potencialmente muy grave.
Los signos y síntomas de esta enfermedad
Los más frecuentes
Tos seca (irritativa vía superior)
Cansancio, dolores musculares y malestar general.
Rinorrea, estornudos
Fiebre.
Diarreas con menos frecuencia.
Los más peligrosos
Fiebre muy alta.
Dificultad respiratoria.
Neumonía uni o bilateral.
Efectos del COVID-19
Las consecuencias del covid-19 perduran una vez se abandona el hospital, especialmente en los casos más graves, y son muchos los que se ven obligados a alargar los tratamientos.
La neumonía
El mecanismo clásico de la neumonía está asociado con ciertas propiedades de las bacterias, con las sustancias secretadas por ellas y con la respuesta inmune que provocan. En este contexto, los virus no causan neumonía o, si lo hacen, entonces son atípicos.(2)
La neumonía de este tipo puede llamarse intersticial, ya que el líquido no se forma en los alvéolos, sino en el intersticio, es decir, en el espacio del tejido conectivo entre ellos. Esto contribuye a la formación de una imagen inespecífica, cuando en los alvéolos “todo está bien”. Dicha inflamación solo se puede ver con la ayuda de un tomograma computarizado (TC); allí se puede ver el llamado “vidrio esmerilado” o algún otro patrón.(2)
Utiliza la barra deslizadora para ver el contraste entre ambas imágenes.
El brote del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) a principios de la década de 2000, y luego la pandemia de H1N1 en 2009-10, causaron la muerte de muchos pacientes. Las personas morían por lo que llamaron una neumonía viral y, en algunos casos, por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).(2)
Es uno de los efectos graves más comunes producidos por el nuevo coronavirus Covid-19 en el cuerpo humano. Los pacientes que lo experimentan de una forma más severa, junto a una inflamación prolongada y enfermedades crónicas subyacentes pueden tener más riesgo de padecer enfermedades futuras como ataques cardíacos, derrame cerebral y problemas renales entre otros.(2)
Aunque todavía no hay investigaciones al respecto, las discapacidades derivadas del Covid-19 podrían ser similares a las que produce una neumonía severa; en el estadio más grave provocar un edema pulmonar, no obstante, los estudios muestran que la mayoría de pacientes recuperados no desarrollan este tipo de secuelas pulmonares.(2)
Y linfadenopatía. No se observaron patrón de árbol en gemación, masas, cavitación y calcificaciones en esta serie de casos.(3)
Patrones más comunes observados en la TC de Torax
Opacidad en vidrio esmerilado (Fig. A)
Márgenes mal definidos (Fig. A)
Engrosamiento septal interlobular liso o irregular (Fig. A)
Broncograma aéreo (Fig. A-D)
Patrón en empedrado (Fig. B)
Engrosamiento de la pleura adyacente
Hallazgos menos frecuentes en la TC de Torax
Nódulos, cambios quísticos (Fig. C)
Bronquiectasias, derrame pleural (Fig. D)
Y linfadenopatía.
No se observaron patrón de árbol en gemación, masas, cavitación y calcificaciones en esta serie de casos.(3)
Los factores que desencadenan enfermedades graves en personas infectadas con SARS-CoV-2 no se comprenden completamente y el desarrollo de una enfermedad grave no parece estar relacionado únicamente con la carga viral y podría implicar una respuesta defectuosa de interferón. Se cree que una respuesta inflamatoria excesiva al SARS-CoV-2 es una causa importante de gravedad de la enfermedad y muerte en pacientes con COVID-19 y se asocia con altos niveles de citocinas circulantes, linfopenia profunda e infiltración sustancial de células mononucleares. en los pulmones, corazón, bazo, ganglios linfáticos y riñón, como se observó en el análisis post mortem.(4)
Estrategias podrían tener efectos perjudiciales en ciertos pacientes y / o en diferentes etapas de la enfermedad COVID-19.
Dado que la morbilidad y mortalidad observadas en COVID-19 se asocia con inflamación excesiva, es necesario comprender mejor los fundamentos inmunológicos de las respuestas diferenciales observadas en pacientes infectados con SARS-CoV-2. Sin una comprensión profunda de qué vías inflamatorias particulares y tipos de células representan los mejores objetivos, algunas de estas estrategias podrían tener efectos perjudiciales en ciertos pacientes y / o en diferentes etapas de la enfermedad COVID-19.(4)
Hiperinflamación en COVID-19 grave:
Niveles más altos de marcadores inflamatorios en la sangre como la proteína C reactiva, ferritina y dímeros D, así como una relación aumentada de neutrófilos a linfocitos y niveles séricos aumentados de varias citocinas y quimiocinas inflamatorias se han asociado con la gravedad de la enfermedad y la muerte.
Los perfiles sistémicos de citoquinas observados en pacientes con COVID-19 grave muestran similitudes con los observados en los síndromes de liberación de citocinas, como el síndrome de activación de macrófagos, con una mayor producción de citocinas, factor de necrosis tumoral (TNF) y también de quimiocinas inflamatorias. Esto ha llevado a la hipótesis de que la activación desregulada del compartimento de fagocitos mononucleares (MNP) contribuye a la hiperinflamación asociada a COVID-19.(4)
En pacientes con COVID-19 severo lo que se observa es la presencia de linfopenia global de células T (número anormalmente bajo de linfocitos), que posiblemente puede ser debido a un reflejo masivo a tejidos inflamados o el uso de esteroides para mitigar la inflamación, algunos estudios han reportado un agotamiento significativo de células T de los órganos linfoides secundarios de pacientes infectados con SARS -CoV y SARS-CoV-2 , pero lo que no está claro que los posibles mecanismos responsables del agotamiento de las células T se deba a la relación directa con la infección de las células por el virus COVID19.
Así mismo se ha observado apoptosis linfocitaria en los bazos y ganglios linfáticos de pacientes que habían muerto por COVID-19, y esto se asoció con una mayor expresión del receptor de muerte FAS, lo que sugiere que la muerte celular inducida por activación (AICD) puede causar linfopenia de células T. Pero se precisa de más estudios para confirmar estos hechos.(4)
Monocitos / macrófagos en COVID-19:(4)
Quedan por aclarar los impulsores exactos que provocan la activación de monocitos y macrófagos en pacientes con COVID-19 y la contribución a la fisiopatología de la enfermedad de COVID-19. Las preguntas clave a abordar incluyen:
- La contribución exacta de la detección viral directa en oposición a la exposición a citoquinas a la activación de macrófagos.
- La influencia de infecciones previas y eventos de remodelación epigenética en la conformación de la respuesta de los monocitos.
- La contribución del sitio tisular de la activación inmune (es decir, el tejido inflamado, la sangre o la médula ósea) al estado de activación de los macrófagos.
- La contribución de los macrófagos residentes en los tejidos en lugar de los macrófagos derivados de monocitos al daño tisular.
Activación de macrófagos en el SARS:(4)
Varios mecanismos probablemente contribuyen a la hiperactivación de los macrófagos derivados de monocitos que se observa en pacientes con COVID-19.
La producción retardada de interferón tipo I que conduce a efectos citopáticos mejorados y una mayor detección de amenazas microbianas promueve la liberación mejorada de quimioatrayentes monocitos por las células epiteliales alveolares, lo que lleva a un reclutamiento sostenido de monocitos sanguíneos en los pulmones. Los monocitos se diferencian en macrófagos proinflamatorios a través de la activación de las vías de transductor de señal de Janus quinasa (JAK) y activador de transcripción (STAT).
Las células asesinas naturales (NK) activadas y las células T promueven aún más el reclutamiento y la activación de macrófagos derivados de monocitos a través de la producción de factor estimulante de colonias de granulocitos-macrófagos (GM-CSF), factor de necrosis tumoral (TNF) e interferón-γ (IFNγ). Los fosfolípidos oxidados (OxPL) se acumulan en los pulmones infectados y activan los macrófagos derivados de monocitos a través del receptor Toll-like 4 (TLR4) –TRAF6 – NF-κB. La detección de virus puede desencadenar la activación de TLR7 a través del reconocimiento viral de ARN monocatenario.
Es posible que los interferones tipo I induzcan la expresión de receptores de entrada del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), lo que permite que el virus acceda al citoplasma de los macrófagos y active el inflamasoma NLRP3, lo que conduce a la secreción de IL-1β maduro y / o IL-18. IL-1β puede amplificar la activación de macrófagos derivados de monocitos de forma autocrina o paracrina, pero también puede reducir la producción de interferón tipo I en los pulmones infectados.
El compromiso de los receptores Fcγ (FcγR) por los complejos inmunes de la proteína IgG anti-pico puede contribuir a una mayor activación inflamatoria de los macrófagos derivados de monocitos.
Los macrófagos activados derivados de monocitos contribuyen a la tormenta de citoquinas COVID-19 al liberar cantidades masivas de citocinas proinflamatorias. CCL, ligando de quimiocina CC; CXCL10, ligando de quimiocina CXC 10; ISG, gen estimulado por interferón; ITAM, motivo de activación inmunoreceptor basado en tirosina; TRAM, molécula adaptadora relacionada con TRIF. motivo de activación inmunorreceptor basado en tirosina; TRAM, molécula adaptadora relacionada con TRIF. motivo de activación inmunorreceptor basado en tirosina; TRAM, molécula adaptadora relacionada con TRIF.
Hipercoagulación y activación de MNP.
Se han descrito microtrombos de pulmones, extremidades inferiores, manos, cerebro, corazón, hígado y riñones, en pacientes con COVID-19. En particular, la activación de la coagulación y la coagulación intravascular es un sello distintivo de la lesión orgánica en la sepsis, donde está mediada principalmente por citocinas inflamatorias.
El inicio de la coagulación inducida por inflamación que conduce a un estado de coagulación aumentado casi siempre está mediado por la expresión de la vía del factor tisular (TF o factor de coagulación III). El TF se expresa en las células mononucleares en respuesta a las citocinas proinflamatorias como la IL-6, pero el TF también se expresa en las células endoteliales vasculares y se sabe que promueve la transformación de la protrombina en trombina, que a su vez convierte el fibrinógeno circulante en fibrina líder a coágulos sanguíneos a base de fibrina.(4)
La infección por COVID-19 se asocia con anomalías de la coagulación caracterizadas por aumentos en los niveles de factor procoagulante, incluido el fibrinógeno, y aumentos en los dímeros D.(5)
¿Qué provoca a nivel vascular?
Actualmente siguen realizando estudios.
De manera general, los virus entran en el huésped a través de diversos lugares, como el sistema gastrointestinal o el sistema respiratorio, de manera que el virus puede replicarse en órganos como el hígado, el bazo y el páncreas como hemos mencionado anteriormente. Al final, llega al corazón por diseminación a través de la sangre o los vasos linfáticos. Los pasos comprenden la unión del virus a su receptor, la entrada del virus en la célula, la replicación del virus dentro de la célula afectada en el corazón y, para los virus líticos, la salida del virus de la célula para infectar otras células cardíacas.(2,3)
El virus que ocasiona la COVID-19 (SARS-Cov-2) y otras clases comparten características afines al SARS-CoV. Se une a las células a partir de receptores virales, de manera particular al receptor de la enzima conversora de angiotensina 2 (ECA2). Este receptor se expresa también de forma amplia en los cardiomiocitos, los fibroblastos cardíacos y las células del endotelio coronario, pues constituye un regulador de la función cardíaca. En modelos experimentales y en muestras de pacientes fallecidos por la COVID-19 se ha demostrado una disminución de la expresión de la ECA2, lo que acarrea una acumulación exagerada de neutrófilos, inflamación del miocardio e incremento de la permeabilidad vascular, y exacerbación del edema pulmonar.(3)
La hipotensión, la taquicardia, la bradicardia, la arritmia o incluso la muerte súbita cardíaca son comunes en pacientes con SRAS. Los cambios electrocardiográficos y la elevación de troponina pueden indicar miocarditis subyacente, y la ecocardiografía con frecuencia demuestra deterioro diastólico ventricular izquierdo subclínico (con una mayor probabilidad de necesidad de ventilación mecánica en aquellos con deterioro sistólico y fracción de eyección reducida).(2)
El SARS-CoV-2, puede predisponer a los pacientes a la enfermedad trombótica, tanto en las circulaciones venosas como arteriales, debido a una inflamación excesiva, una activación plaquetaria, la disfunción endotelial y estasis (6). Actualmente no hay datos suficientes para recomendar objetivos de anticoagulación para pacientes con COVID-19 que requieren de ventilación mecánica.(2)
La infección por Sars-COV-2 activa una respuesta inflamatoria, que conduce a la liberación de mediadores inflamatorios. Se produce la activación endotelial y hemostática, con disminución de los niveles de TFPI* (Inhibidor de la vía del factor tisular) y aumento del factor tisular. La respuesta inflamatoria severa a la infección está marcada por linfopenia y trombocitopenia. La lesión hepática puede conducir a una disminución de la coagulación y formación de antitrombina.(7)
La causa exacta del aumento de la coagulación en pacientes con COVID -19 sigue sin estar clara, tan nueva como el virus en sí.
*TFPI es una proteína plasmática asociada a una lipoproteína que forma un complejo cuaternario con el factor tisular, el FXa y el FVIIa e inhibe la vía extrínseca de la coagulación.(8)
El COVID-19 grave puede definir un tipo de síndrome de lesión microvascular catastrófica mediado por la activación de las vías del complemento y un estado procoagulante asociado.(8)
Así como, en estudios postmorten se observa la alta incidencia de eventos tromboembólicos, lo que sugiere un papel importante de la coagulopatía inducida por COVID-19. Se necesitan más estudios para investigar el mecanismo molecular y la incidencia clínica general de muerte relacionada con COVID-19, así como posibles intervenciones terapéuticas para reducirlo.(9)
Además de los “dedos de los pies COVID”, Rosenbach dice que los dermatólogos deberían prestar atención a un patrón de piel particular llamado livedo reticularis, que se observa en algunos pacientes hospitalizados con COVID-19. Esto aparece como una decoloración de la piel en forma de red púrpura y a menudo es el resultado de anormalidades en la coagulación de la sangre.(14)
La Dra. Joanna Harp, dermatóloga de Weill Cornell Medicine que está en primera línea atendiendo a pacientes con coronavirus gravemente enfermos, ha visto a pacientes desarrollar tales afecciones de la piel, incluido un patrón de sarpullido de encaje, algunas con muerte de células de la piel, en los brazos, piernas y glúteos, que están asociados con una mayor tendencia a la coagulación que desarrollan algunas personas con COVID-19.(15)
Lesiones acro-isquémicas (perniosis-like o pseudoperniosis)
Lesiones eritematosas, parecidas clínicamente a la perniosis (sabañones), asintomáticas al principio, aunque después pueden provocar dolor y que aparecen en zonas acras (manos y pies).
Frecuentemente observadas en pacientes jóvenes con poca sintomatología. Este tipo de lesiones pueden aparecer en cara lateral, dorso y punta de dedos, de escasos milímetros y bien delimitadas, habiéndose observado también en plantas y talones. Su evolución cursa durante 2 semanas tornándose a un color púrpura, pudiendo incluso aparecer en su evolución ampollas en la superficie de las lesiones, áreas de necrosis y hasta gangrena seca. Esta evolución es menos frecuente, sobre todo en pacientes graves hospitalizados.
Pseudoperniosis
Se han notificado algunos casos de lesiones similares a livedo reticular en muslos, habitualmente de forma unilateral, es decir en uno de los miembros. La púrpura petequial folicular en miembros, tronco y menos frecuentemente en cara, que podrían reflejar, al igual que las lesiones acro-isquémicas, un estado de hipercoagulabilidad.(10.11)
La livedo reticular son manifestaciones poco frecuentes y aparecen principalmente en ancianos y pacientes más severos. Se han descrito casos puntuales de pacientes graves (intubados o con ventilación mecánica) que desarrollan durante su estancia en UCI lesiones de livedo racemosa (igual que la livedo reticularis pero no evanescente y con una red fragmentada), púrpura retiforme (livedo con signos de necrosis cutánea) o lesiones purpúricas acrales (similares a perniosis).(12,13)
En estos casos las lesiones aparecen cuando el paciente ya está clínicamente grave (es decir, cuando ya está intubado o con ventilación mecánica) y no antes de que eso ocurra. Por lo tanto, no nos ayudan a predecir una peor evolución.(14)
Por otro lado, se ha descrito la aparición de livedo reticularis transitoria (<24 horas y red no fraccionada) en pacientes no graves en fase de convalescencia (cuando los síntomas respiratorios ya han desaparecido o bien están remitiendo).(11)
Livedo reticularis
¿Cuáles son las manifestaciones cutáneas?
Actualmente se encuentran en estudio las manifestaciones cutáneas relacionada con el COVID-19
Problemas en personal sanitario
Las profesiones de la salud que previenen y controlan la enfermedad del coronavirus 2019 son propensas a sufrir lesiones en la piel y las membranas mucosas, que pueden causar dermatitis aguda y crónica, infección secundaria y agravamiento de las enfermedades subyacentes de la piel. Una protección insuficiente y excesiva tendrá efectos adversos sobre la piel y la barrera de las membranas mucosas. Al mismo tiempo, se recomienda el uso de productos hidratantes para lograr una mejor protección.(15)
.
Los resultados del estudio mostraron que el 71% de los profesionales sanitarios encuestados informaron un daño autopercibido de la barrera cutánea. Los síntomas principales fueron ardor, picazón y escozor. Los tipos de erupciones más comunes fueron sequedad o escamas, pápulas o eritema y maceración.(9)
La sobrehidratación tiende a causar disbacteriosis cutánea y daño a la barrera cutánea debido al uso de EPIS como los monos o batas. Además, el rendimiento del EPP también disminuirá simultáneamente con la hidrosis. Así mismo, el prurito del cuero cabelludo, la foliculitis y la exacerbación de la dermatitis seborreica existente en el cuero cabelludo como resultado de la hidrosis y la contaminación del cabello se informan con frecuencia en los trabajadores sanitarios de primera línea, así como el riesgo de contaminación del oído externo es relativamente bajo, las máscaras dependientes del oído pueden dañar los oídos externos y las áreas retroauriculares y aumentar el riesgo de infección.(9)
Además, se observan problemas bucales ya que las bacterias orales tienden a colonizar los dientes y las encías debido al uso prolongado de máscaras y la ingesta insuficiente de agua, lo que en consecuencia puede causar enfermedades orales como halitosis, sangrado gingival, agravamiento de la periodontitis y úlceras orales. Lo mismo ocurre con la mucosa del vestíbulo nasal es un área vulnerable a la colonización de virus o bacterias por sus abundantes vasos sanguíneos, glándulas mucinosas y serosas que crean un ambiente húmedo. La expresión de la enzima convertidora de angiotensina ‐ 2 (ACE2) se encontró en la capa basal del epitelio escamoso no queratinizante en la mucosa nasal, lo que indica que el coronavirus puede infectar las células de la mucosa nasal si la capa basal está expuesta debido a la ruptura de la barrera de la mucosa nasal.(9)
Algunos de estos problemas podrían extrapolarse como efectos secundarios del uso de mascarillas y otros equipos de protección personal en la población generalizada.
Problemas generalizados en población que ha padecido COVID-19
Los virus afectan a la piel por distintos mecanismos en función del tipo de patógeno. A veces se da una infección directa de la piel y otras lo que ocurre es una afectación de la pared interna de los vasos (el endotelio), que genera también micro trombosis. También puede haber afectación indirecta, por la reacción inmunitaria que genera nuestro organismo contra el virus, la llamada “tormenta de citoquinas”. Por lo que hay que valorar que estas alteraciones en la piel se pueden dar por otros motivos.(7)
El primero de estos estudios es el realizado por dermatólogos del Hospital Alessandro Manzoni, en Lecco (Lombardía, Italia) que, debido a la falta de personal, estuvieron en primera línea atendiendo a pacientes con infección por SARS-CoV-2. Fruto de ese trabajo, empezaron a detectar síntomas cutáneos que fueron registrando en el estudio.(12)
Estos problemas cutáneos iban desde rash eritematoso (en 14 pacientes), urticaria generalizada (en 3 pacientes) y vesículas tipo varicela (1 paciente). La zona del tronco fue la parte más afectada. El picor era leve o no había y las lesiones se curaron en pocos días. Aparentemente, no hubo correlación con la gravedad de la infección por SARS-CoV-2 -19, según indican los autores de este trabajo.(16)
Las manifestaciones cutáneas fueron erupción eritematosa (14 pacientes), urticaria generalizada (3 pacientes) y vesículas similares a la varicela (1 paciente).De los datos recopilados (88 pacientes), 18 pacientes (20,4%) desarrollaron manifestaciones cutáneas. 8 pacientes desarrollaron afectación cutánea al inicio y 10 pacientes después de la hospitalización.
Al analizar estos datos, pudieron especular que las manifestaciones cutáneas son similares a la afectación cutánea que ocurre durante las infecciones virales comunes.(6)
Sin embargo, en china, surge la investigación en la que los dermatólogos señalan que, como se sabe, algunas dermatosis infecciosas cursan con fiebre, por lo que habría que determinar si, en aquellos pacientes con fiebre y lesiones en la piel, la causa está en una neumonía por COVID-19 o en una enfermedad dermatológica independiente. Los síntomas respiratorios y la historia epidemiológica serán importantes para establecer el diagnóstico, junto con el PCR. En este artículo, hacen referencia a que, entre otro tipo de pacientes, también se encontraron con personas con COVID-19 y otras enfermedades confundibles con el Dengue.(5,12)
Ante la falta de una medicación específica para la infección por coronavirus, apunta este trabajo, son muchas las personas que toman o reciben antibióticos u otro tipo de fármacos (también hierbas medicinales chinas en el caso de este país) para paliar los síntomas. De esta manera, comentan que no fue infrecuente ver pacientes de COVID-19 con urticaria, vasculitis urticaria u otro tipo de lesiones cutáneas en las que hay que considerar la posibilidad de reacciones alérgicas causadas por fármacos.(5)
Hay que tener en cuenta, señalan estos dermatólogos chinos, que la tensión emocional durante esta pandemia puede agravar las enfermedades dermatológicas de pacientes previamente diagnosticados de rosácea, eccema, dermatitis atópica o neurodermatitis, por lo que es importante asesorar psicológicamente a estas personas. (5)
Cabe destacar que el uso frecuente y prolongado de mascarillas puede agravar los problemas de acné o rosácea, así como el empleo frecuente de desinfectantes para la piel puede conllevar un aumento en la incidencia de dermatitis de contacto, no sólo en pacientes con coronavirus sino también personas sanas y en sanitarios.
Por otro lado, en España, se está llevando a cabo un estudio para poder correlacionar el Covid-19 con numerosos casos en los que se presenta pigmentación en las zonas distales del cuerpo, como son los dedos de los pies, en los que se observan lesiones como las mencionadas anteriormente.
Así como se han registrado manifestaciones como erupciones tipo rash (principalmente en el tronco), erupciones urticarias o vesiculosas, similares a varicela, púrpura… etc. En los dedos de manos y pies también se están observando lesiones acro-cianóticas parcheadas, generalmente de pequeño tamaño, a veces confluentes y en ocasiones con ampollas. Estas lesiones son similares a la perniosis (sabañones) y las encontramos con frecuencia en niños y adolescentes sin otros síntomas, por lo que cabe destacar que nos encontramos con la posibilidad de que la causa de estas manifestaciones pueda ser otras diferentes al covid19.(7)
Otro reciente artículo publicado en España describe la clasificación de las manifestaciones cutáneas de COVID-19, dicho artículo clasifica las lesiones en áreas acrales de eritema con vesículas o pústulas (pseudo ‐ chilblain) (19%), otras erupciones vesiculares (9%), lesiones urticariales (19%), erupciones maculopapulares (47%) y livedo o necrosis (6 %) Las erupciones vesiculares aparecen temprano en el curso de la enfermedad (15% antes de otros síntomas). El patrón de seudo ‐ chilblain frecuentemente aparece tarde en la evolución de la enfermedad COVID ‐ 19 (59% después de otros síntomas), mientras que el resto tiende a aparecer con otros síntomas de COVID ‐ 19. La gravedad de COVID ‐ 19 muestra un gradiente desde la enfermedad menos grave en las lesiones acrales hasta la más grave en los últimos grupos. Los resultados son similares para casos confirmados y sospechosos, tanto en términos de hallazgos clínicos como epidemiológicos. Se discuten los diagnósticos alternativos, pero parece improbable para los patrones más específicos (pseudo ‐ chilblain y vesicular). Entre ellas se destacan 5 grupos:(18)
- Áreas acrales de eritema-edema con algunas vesículas o pústulas (pseudo-sabañones) (19% de los casos). Estas lesiones pueden parecerse a los sabañones y tener áreas purpúricas, que afectan las manos y los pies, generalmente asimétricos.
- Otras erupciones vesiculares (9%). Algunos se presentaban en el tronco y consistían en pequeñas vesículas monomórficas (a diferencia de las vesículas polimórficas en la varicela) También pueden afectar las extremidades, tener contenido hemorrágico y hacerse más grandes o difusos.
- Lesiones urticariales (19%): distribuidas principalmente en el tronco o dispersas. Algunos casos fueron palmar.
- Otros maculopapules (47%). Algunos de ellos mostraron distribución perifolicular y diversos grados de escala. Algunos habían sido descritos como similares a la pitiriasis rosada. La púrpura también puede estar presente, ya sea puntiforme o en áreas más grandes. Algunos casos mostraron pápulas infiltradas en las extremidades, principalmente dorso de las manos, que se ven pseudovesiculares o se parecen al eritema elevatum diutinum o al eritema multiforme.
- Livedo o necrosis (6%). Estos pacientes mostraron diferentes grados de lesiones que sugieren enfermedad vascular oclusiva, incluidas áreas de isquemia troncal o acral. Algunas de ellas la detallaremos más adelante.
Algunos pacientes mostraron otras manifestaciones como el enanthem o las lesiones de flexión purpúrica. Los dermatólogos también percibieron un mayor número de casos de herpes zoster en pacientes con COVID-19.(17)
Las formas de presentación cutánea que se han descrito hasta el momento son las siguientes:
Exantema/rash
Que puede aparecer de manera generalizada o localizada en una zona corporal, inespecífico, similar a otros exantemas virales, de predominio en tronco, poco o nada pruriginoso. Aparece al inicio de los síntomas respiratorios o días después y es autorresolutivo.(12)
Erupción urticariforme
Aparición de eritema y habones, clínicamente indistinguible de una urticaria aguda en hasta un 1,4% de los pacientes con COVID-198,9,10. Al igual que el exantema/rash eritematoso, es una manifestación inespecífica, puesto que una de las causas de la urticaria aguda son las infecciones, sobre todo en niños.(12)
La Urticaria
En pacientes COVID habitualmente aparece en tronco y causa picor, como cualquier urticaria de otro origen. En algunos casos puede haber afectación palmar. En ocasiones presenta una serie de características adicionales que probablemente son más específicas de la “urticaria-COVID” que son: máculas eritematosas en manos/pies, lesiones anulares y ausencia de picor, aunque también origen de la urticaria puede asociarse a los fármacos.(13)
La urticaria anular no es específica de COVID pero puede que sea más frecuente en estos pacientes. La urticaria con afectación de dorso de manos y pies no es específica de COVID pero puede que sea también más frecuente en estos pacientes.(13)
Lesiones vesiculares
Las lesiones vesiculares aparecen en tronco (100%) o tronco y extremidades (20%)
y la fiebre es un hallazgo casi constante (95%). Puede imitar una varicela o picaduras (macula eritematosa infracentimétrica con vesícula/costra central). A diferencia de varicela/picaduras, la “varicela-COVID” no pica o poco, y las lesiones son monomórfas. No se ha estudiado si la PCR de las vesículas es positiva o no en estos pacientes.
La erupción vesicular puede imitar a una varicela (varicela-like), pero a diferencia de ésta las lesiones son monomorfas y presentan picor leve o ausente. Puede observarse una mácula eritematosa con una pequeña costra central correspondiente a la vesícula rota o bien puede imitar a picaduras, pero a diferencia de estas el picor es leve o ausente, observándose una mácula eritematosa con una pequeña costra central.(13)
Rash máculo-papular
El rash máculo-papular de la COVID es muy inespecífico y variable: puede ser o no descamativo, purpúrico o no (petequial como el rash del Dengue), tener distribución perifolicular o no, imitar o no pitiriasis rosada, causar prurito o no.
Puede ocurrir como una Erupción generalizada formada por pequeñas máculas de tonalidad rosada y/o Erupción macular de tonalidad purpúrica. Hay que destacar que los fármacos empleados para tratar la COVID pueden causar un rash morbiliforme.
El tratamiento de estas manifestaciones es sintomático. En el caso de exantema, erupción urticariforme o erupción vesiculosa se pueden pautar antihistamínicos, emolientes, antisépticos y corticoides tópicos. Para las lesiones acro-isquémicas leves es importante evitar el frío y usar emolientes con lanolina y glicerina. Para las lesiones acro-isquémicas de pacientes hospitalizados se recomienda heparina de bajo peso molecular. Y en todos los casos observación clínica evolutiva añadido al tratamiento de base de la infección si fuese necesario.
Posiblemente haya muchos pacientes con manifestaciones cutáneas que están pasando (o hayan pasado) una infección con mínimos síntomas o asintomática y, por tanto, no han sido diagnosticados con una PCR para covid-19, por lo que dificulta encontrar una relación entre el SARS-CoV-2 y esas lesiones cutáneas. Aun así, ocurre además que pueden aparecer las lesiones actualmente durante esta pandemia, pero en algunos pacientes que han sido estudiados con PCR, han sido negativos; el kit de la cuestión no esta claro si es debido a una baja sensibilidad de la prueba, un signo de un efecto colateral del covid-19 o están relacionadas con el confinamiento y el asilamiento en domicilio.(12)
Para saber si los signos de la piel son parte de la fase activa de la enfermedad o un signo tardío, los dermatólogos creen que evaluar a los pacientes con lesiones cutáneas similares a la congelación es crucial para vincularlo con la enfermedad, por lo que el mayor desafío que supone es la falta de pruebas generalizadas de coronavirus para la asociación entre COVID-19 y los hallazgos de la piel.
Qué debemos hacer ante un paciente con clínica compatible
Pues si eres dermatólogo y las lesiones son sugestivas, reportarlo si el paciente cumple criterios en el estudio COVID-Piel. Si eres un padre/ madre/ paciente preocupado, decirte que mantengas una actitud vigilante, puesto que, al menos en el ámbito domiciliario, casi siempre son casos de pronóstico excelente y que van a solucionarse sin otras complicaciones. Así que no queda otra que vigilar fiebre y aparición de clínica respiratoria, pérdida del sentido del gusto/ olfato, cansancio, dolor muscular u otros síntomas que puedan estar relacionados y que puedan precisar de asistencia sanitaria. Si existe la posibilidad, aunque sea por vía telemática, consultar con el dermatólogo de referencia, aunque en la mayoría de los casos no se podrá obtener un diagnóstico certero, que, sin embargo, podrían ser pacientes con potencial infectividad/ contagiosidad, en el ámbito familiar y cuyo aislamiento, por tratarse en su mayoría de niños sería prácticamente inviable.
Así que de momento intentar reconocer esa clínica como posiblemente asociada a COVID19, llevar a cabo estudios, también histológicos cuando sea posible, para conocer más la patogenia y el tratamiento más adecuado de estas lesiones. Así mismo los dermatólogos recomiendan llevar a cabo estrategias específicas frente a ciertos pacientes dermatológicos que puedan presentar más riesgo de complicaciones si se infectan por COVID-19 o más susceptibilidad a esta infección.
Es conveniente conocer algunos rasgos de estos síntomas y signos en la piel como:
¿Cuál es la duración de la erupción?
Las lesiones cutáneas de cualquiera de estos 5 patrones generalmente se resuelven de forma espontánea y duran unos 7 días (excepto las lesiones tipo perniosis que suelen durar 2-4 semanas, y la livedo reticularis transitoria que se resuelve en minutos o pocas horas).(13)
La relación temporal con otros síntomas
Casi siempre la erupción cutánea aparece simultáneamente (60%) o después del inicio de los síntomas respiratorios (35%), y solo muy raramente (5%) el rash aparece antes de la fiebre o síntomas respiratorios. Es decir, lo habitual es un paciente que consulta por un rash cutáneo con fiebre o rash acompañado de algún síntoma (tos, mialgias, odinofagia). La excepción son las lesiones tipo perniosis que suelen ser una manifestación tardía, y por eso el 60% aparecen después de los síntomas.(13)
Relación entre manifestaciones cutáneas y gravedad:(12)
Podemos distinguir 3 grupos en cuanto a severidad/pronóstico.
- Primero, un grupo de pacientes graves (intubados o con ventilación mecánica) que desarrollan livedo racemosa o purpura retiforme o lesiones cianóticas acrales
- Segundo grupo de pacientes con lesiones acrales tipo perniosis y con síntomas leves o ausentes.
- Tercer grupo de pacientes (el resto de patrones cutáneos) que pueden presentar un cuadro leve o grave, sin que la clínica cutánea ayude a predecir la evolución.
Riesgo de contagio a otras personas
Diversas publicaciones alertan sobre casos de urticaria febril (o erupción cutánea febril) como primera manifestación de COVID (es decir, en pacientes sin síntomas respiratorios), que han contagiado a múltiples familiares y pacientes por no haberse sospechado inicialmente la posibilidad de COVID. Debemos estar especialmente alerta ante este escenario de “urticaria/rash + fiebre” para evitar que estos pacientes contagien a otras personas. En cambio, las personas con lesiones tipo perniosis probablemente no sean contagiosas, ya que la mayoría de PCR realizadas en estos pacientes son negativas.
Relación con la toma de fármacos: los pacientes que recibían tramiento farmacológico presentaban de manera más frecuente los patrones siguientes (de mayor a menor frecuencia): livedo reticularis, urticaria, erupción máculo-papular, perniosis o erupción vesicular. Este hecho parece estar relacionado con la gravedad de la infección.(12)
Bibliografía
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Divulgación
Cura húmeda y cura seca: diferencias
Publicado
hace 3 semanasel
7 de octubre de 2025Por
CMUC Admin
En este artículo explicamos las diferencias más importantes entre la cura húmeda y la cura seca en el tratamiento de heridas.
Las heridas crónicas suelen tener una duración prolongada y una alta tasa de complicaciones. Entre los principales factores que retrasan su cicatrización se encuentran:
-
Un estado inflamatorio crónico o mantenido.
-
El desequilibrio entre proteasas e inhibidores de proteasas en el lecho de la herida.
-
La colonización bacteriana y la presencia de biofilm.
-
La acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS).
Índice
Curas húmedas
La cura en ambiente húmedo (CAH) en heridas crónicas ha demostrado grandes beneficios:
-
Acelera la cicatrización, gracias al mantenimiento de un nivel de humedad óptimo.
-
Proporciona mayor protección frente a la colonización bacteriana.
-
Es una técnica más versátil que la gasa tradicional, ya que existen numerosos apósitos adaptados a cada necesidad (absorción, impermeabilidad, acción antibacteriana…).
-
Es un procedimiento menos doloroso y menos traumático, porque los apósitos no se adhieren ni a la piel ni al lecho de la herida.
Los estudios que comparan la cura húmeda con la tradicional muestran que, aunque los apósitos modernos tienen un coste inicial más elevado, a medio plazo suponen un ahorro para el sistema sanitario.
Por ejemplo, las úlceras venosas tratadas con cura húmeda cicatrizan en promedio cinco meses antes que aquellas tratadas con cura seca, en las que el proceso puede alargarse hasta 48-50 meses. Esta diferencia es frustrante tanto para el paciente como para el personal de enfermería, ya que la cura húmeda consigue los beneficios mencionados con anterioridad de forma más rápida y eficaz.
Curas Húmedas
La Cura en Ambiente Húmedo en las heridas crónicas ha demostrado que produce: (2)
- Una cicatrización acelerada favorecida por el grado de humedad que se mantiene de forma exacta.
- Genera una protección aumentada frente a la colonización por agentes patógenos.
- Técnica muy versátil frente a la gasa tradicional ya que existen una amplia gama de apósitos que se adaptan a la situación patológica (mayor o menor absorción, impermeabilidad, mayor o menor poder antibacteriano…).
- La cura se convierte en un procedimiento menos doloroso y traumático para el paciente puesto que los apósitos no se quedan adheridos a la piel o al lecho de la herida.
Además, si nos centramos en los estudios que revelan la eficacia de la cura húmeda frente a la tradicional, los resultados establecen que, aunque los apósitos de las nuevas formas de tratamiento son más costosos que el material tradicional; este tipo de cura supone un menor gastos la sanidad.
Muestra de ello es que las ulceras venosas se curan en un promedio de unos cinco meses menos que aquellas que se tratan con curas secas; donde el tratamiento puede alargarse hasta unos cuarenta y ocho o cincuenta meses; algo que se vuelve desesperante para el profesional de Enfermería y para el paciente ya que la cura en ambiente húmedo genera los beneficios mencionados con anterioridad.
Curas Secas
La cura seca se usa poco ya que retrasa la cicatrización. Consiste en mantener la herida limpia y seca para prevenir infecciones, siendo la responsable de:
- Disminuir la temperatura en el lecho de la úlcera, provocando que las células sanas se sequen y mueran.
- Eliminar la humedad, originando que las células epidérmicas emigren hacia el interior, retrasando el proceso de cicatrización.
- Originar una costra, que se fija en planos inferiores mediante fibras de colágeno, impidiendo la aparición del nuevo tejido.
- Exponer la herida a contaminantes externos.
Sin embargo, si nos fijamos en el análisis de los costos en función del tiempo de evolución de las heridas crónicas, es cierto que, inicialmente las curas avanzadas son mucho más costosas que las tradicionales, pues se precisa de un material específico y de profesional cualificado para realizar dicho procedimiento.
En las heridas en las que se emplea cura seca , se debe prestar extrema atención al momento en que se retira el apósito, pues al estar adherido al lecho de la herida causa extremo dolor para los enfermos y es uno de los motivos por los que rechazan las curas.
Es preciso conocer, por todos los profesionales de la salud, que este tipo de cura sólo debe ser empleado en las heridas quirúrgicas o en aquellas heridas que presenten zonas sin vascularización, con signos evidentes de necrosis. Con el objetivo de frenar el avance de la lesión, en el caso de que no haya tratamiento quirúrgico, como por ejemplo, en el caso de las lesiones isquémicas.
La cura seca usa materiales de baja absorción y alta capacidad de desecación, representados por gasa y algodón, en forma de compresas, apósitos o torundas. Estos materiales son pasivos, en el sentido de que no intervienen en el proceso de cicatrización y, peor aún, lo lentifican y complican. Varios estudios aleatorios han demostrado que estos materiales disminuyen la cicatrización, aumentan los costos, aumentan la incidencia de infección y generan más dolor.(3)
las curas se caracterizan por ser de frecuencia diaria, dolorosas, ya que en cada evento de curación se remueve tejido sano de manera cruenta con sangrado y dolor, son más costosas, porque implican gastos para el proveedor de salud y para el paciente en cada consulta para la curación, y alargan el periodo de cicatrización, haciéndolo más susceptible a complicaciones locales o sistémicas (3)
Lamentablemente, se caracterizan por un alto nivel de empirismo por parte de las personas que lo realizan, sumado a conceptos de cultura popular y folclor que van en detrimento de la atención profesional, como el uso de plantas, azúcares tipo panela, soluciones antisépticas como el peróxido de hidrógeno, soluciones yodadas o con cloro, que se ha demostrado que lentifican y complican el proceso de cicatrización, tanto en heridas agudas como crónicas. (3)
Para la cura se utilizan productos pasivos aquéllos que no interactúan con la herida, tienen alta capacidad de desecación y poca absorción, y además, favorecen la infección. Son los usados en la curación convencional. El más representativo es la gasa tejida o prensada, material de origen natural que destruye el tejido de granulación en diferencia con los Productos activos que son los utilizados en la curación avanzada y son activos porque interactúan con la herida favoreciendo su proceso de cicatrización.(3)
Sin embargo, a pesar de haber sido superada por la cura en ambiente húmedo, no se puede ignorar pues sigue estando justificada en determinados casos: (4)
- Curación de heridas cerradas por primera intención (suturas, grapas, etc.) – Como medida de protección frente a infecciones secundarias. – Como acolchado de protección frente a irritaciones mecánicas.
- Además de en heridas agudas, la CT se viene utilizando en lesiones isquémicas no revascularizadas, con el objetivo de evitar infecciones, no la curación. Así mismo, para delimitar necrosis cara a una posterior resección (amputación mayor o menor).
Finalmente, El 90% de los estudios han demostrado que, la curación húmeda en pacientes con heridas crónicas como las úlceras venosas, presentan una cicatrización acelerada acompañada de una disminución evidente de las complicaciones de la patología y una mejora en la calidad de vida del enfermo.(5)

La mayoría de las curas secas se realizan con la povidona yodada, pero, si esta está indicada para su uso en piel sana e intacta, ¿es correcto su uso en heridas crónicas?.
La povidona yodada tiene un tiempo de actividad de 3 min y un efecto residual de 3h. Se ha demostrado que retrasa el crecimiento del tejido de granulación, y puede producir efectos sistémicos adversos, tales como acidosis metabólica; hipernatremia, trastornos de la función renal, hepática y tiroidea.
Además, es incompatible con las enzimas proteolíticas como la colagenasa, por ello si se utiliza previo al desbridamiento la inactiva, al igual que los productos con plata.(4)
En la siguiente tabla podemos ver las diferencias entre curas húmedas y secas.

4 motivos por el que realizar una cura en ambiente húmedo
Guía del Ministerio de Sanidad, Manual de consenso de profesionales y Sumario de Evidencias (SE) de Uptodate, definen a la cura húmeda frente a la cura seca como nivel de evidencia alto.
Según las guías de práctica clínica consultadas podemos indicar 5 motivos por el que realizar CAH:
1 – Previene la formación de costras y cicatrices antiestéticas
En un entorno húmedo, se previene la formación de costras. Si las heridas se curan sin costras y el proceso de curación y la formación de nuevo tejido permanece intacto, la probabilidad de cicatrización disminuye obteniendo mejores resultados estéticos. Las heridas que se dejan secar al aire siempre crearan costras, lo que dificultará que la herida cierre por sí misma. Bajo estas condiciones secas, el nuevo tejido tendrá dificultades para formarse. Lo que muchos no saben: una costra no es un signo de curación saludable, en realidad impide que la piel se cure y se recupere de nuevo.
2 – Porque acelera hasta 2 veces la curación
Explicado anteriormente – Pulsa aquí
3 – Mantiene la flexibilidad en la herida
Las cicatrices tienen un aspecto diferente al de la piel normal. Esto se debe a que la piel está formada por dos proteínas: la elastina, que le proporciona flexibilidad, y el colágeno, que le confiere resistencia. El cuerpo no puede crear elastina nueva; por lo tanto, las cicatrices están hechas completamente de colágeno. Por eso son más duras y menos flexibles que la piel circundante.
4 – Por su alta tolerancia cutánea, evitando y reduciendo el estrés oxidativo
Ya que rellenan el estrato corneo, reforzando la función barrera de la piel en las pieles sensibles. ¿qué es el estrés oxidativo? El exceso de ROS, del que mencionamos anteriormente en los factores que reducen la cicatrización, produce estrés oxidativo y retraso en la cicatrización. Por tanto, la reducción del estrés oxidativo permite reactivar el proceso de cicatrización que se ha estancado en la fase inflamatoria. (1,5)
Por tanto; el estrés oxidativo es el resultante de un exceso de radicales libres de oxígeno en el cuerpo humano. Los radicales libres son especies con uno o más electrones desapareados altamente inestables que hacen que reaccione con otras moléculas generando nuevos radicales libres. Cuando los antioxidantes no son suficientes para contrarrestar los radicales libres y aumenta su número en la célula incrementa la actividad oxidativa en el interior de la célula, se produce un cambio estructural y funcional de la misma lo cual acelera su envejecimiento y favorece la apoptosis o muerte celular.
También queremos invitaros a leer este artículo de Enfermería Ciudad Real, donde se pueden encontrar extractos de nuestros artículos sobre Cura Húmeda y Cura Seca.
Artículo Cura Húmeda y Cura Seca
Para saber más sobre las diferencias entre curas húmedas y secas puedes consultar aquí
Bibliografía:
- CuiDsalud. Controlar el estrés oxidativo como estrategia para favorecer la cicatrización de heridas crónicas [Internet]. CuiDsalud. 2020 [citado 3 de julio de 2021]. Disponible en: https://cuidsalud.com/estres-oxidativo-heridas/
- Preevid SM de S. Banco de preguntas Preeevid. Ventajas que justifican el uso de la cura húmeda frente a la seca en las úlceras por presión (upp) [Internet]. Preevid. Servicio Murciano de Salud. Region de Murcia; 2015. Disponible en: http://www.murciasalud.es/preevid.php?op=mostrar_pregunta&id=20864
- Ortiz-Vargas I, García-Campos ML, Beltrán-Campos V, Gallardo-López F, Sánchez-Espinosa A, Ruiz Montalvo ME. Cura húmeda de úlceras por presión. Atención en el ámbito domiciliar. Enfermería Universitaria. 1 de octubre de 2017;14(4):243-50.
- https://sanidad.castillalamancha.es/sites/sescam.castillalamancha.es/files/documentos/farmacia/bft_1_2018.pdf.
- Qué es el estrés oxidativo. Causas, síntomas y tratamiento [Internet]. Global Remediation. Laboratorio de la Naturaleza. 2017 [citado 3 de julio de 2021]. Disponible en: http://www.globalremediation.es/que-es-el-estres-oxidativo-causas-sintomas-y-tratamiento/E
Divulgación
Desbridamiento de heridas: qué es, tipos y beneficios
Publicado
hace 1 mesel
23 de septiembre de 2025Por
CMUC Admin
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los diferentes tipos de desbridamiento de heridas que se emplean en las curas. En algunos casos, este procedimiento resulta imprescindible para lograr una buena evolución en el tratamiento.
Índice
- 1 ¿Por qué se practica el desbridamiento?
- 2 ¿Qué tipos de desbridamiento existen?
- 3 Desbridamiento quirúrgico
- 4 Desbridamiento cortante o parcial
- 5 Desbridamiento enzimático
- 6 Desbridamiento autolítico
- 7 Desbridamiento osmótico
- 8 Desbridamiento mecánico
- 9 Desbridamiento biológico
- 10 Conclusión
- 11 Bibliografía:
¿Qué es el desbridamiento?
El desbridamiento consiste en la eliminación del tejido necrótico y de la carga bacteriana presente en el lecho de la herida, con el objetivo de reducir la infección, el dolor, el mal olor y otras complicaciones.
Para llevar a cabo cualquier método de desbridamiento, es fundamental realizar una evaluación integral del paciente, que incluya no solo su patología local, sino también las características específicas de la herida.
Este procedimiento está altamente recomendado en el esquema TIME*, cuyo fin es optimizar el lecho de la herida mediante la reducción del edema, el control del exudado y la disminución de la carga bacteriana. Además, este esquema pone especial atención en la corrección de anomalías que puedan retrasar la cicatrización.
¿Por qué se practica el desbridamiento?
La fisiología de una herida funciona de tal manera que, de forma natural, va produciendo exudado, fibrina o esfacelo para crear un medio generalmente favorable a la cicatrización.
Sin embargo, cuando se trata de una herida crónica, estas secreciones y membranas dejan de ser beneficiosas: provocan un retraso en la curación y aumentan los riesgos de infección.
En estos casos, los principales tejidos que se destinan al desbridamiento son:
-
Tejido necrótico: corresponde a la muerte irreversible de un tejido. Su aspecto suele presentar una coloración oscura o negra.
-
Esfacelos y fibrina:
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El esfacelo es una película formada por restos inflamatorios y necrosados de fibrina y células (colágeno, macrófagos, bacterias, etc.). Su color dependerá del grado de hidratación y puede ser blanquecino, amarillento o marrón. Es, en general, más fácil de desbridar.
-
La fibrina, en cambio, suele presentarse en forma de un tapón compacto y grueso o incluso como una costra. Su color también varía entre blanco y marrón, y su eliminación requiere un proceso más elaborado.
-
-
Otros tejidos: como el tejido friable, el biofilm o los falsos cierres.
Cabe señalar que la coloración de estos tejidos puede modificarse si hay colonización o infección por microorganismos patógenos.
¿Qué tipos de desbridamiento existen?
Existen diferentes métodos de desbridamiento de heridas:
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Quirúrgico
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Cortante (total o parcial)
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Enzimático
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Autolítico
-
Osmótico
-
Mecánico
-
Biológico
La elección del tipo de desbridamiento, así como la frecuencia de los cambios de cura, dependerá tanto de las características de la herida como del paciente. Factores como el umbral de dolor, el tipo de tejido presente en el lecho ulceral o la cantidad de exudado serán determinantes en la selección del procedimiento.
Desbridamiento quirúrgico
El desbridamiento quirúrgico se realiza exclusivamente por un cirujano en un ambiente estéril, y normalmente requiere el uso de anestesia.
En estos casos, el equipo de enfermería cuenta con el apoyo de cirujanos vasculares para llevar a cabo el procedimiento de forma segura.
Desbridamiento cortante o parcial
En este tipo de desbridamiento se retira de manera selectiva el tejido necrótico. Habitualmente se lleva a cabo en varias sesiones y, por lo tanto, puede combinarse con otros tipos de desbridamiento.
La retirada del tejido puede hacerse en forma de loncheado, realizando pequeños cortes que faciliten el desbridamiento posterior por otro medio, o bien eliminando el tejido por completo.
Está contraindicado en úlceras no cicatrizables por la falta de aporte vascular en el tejido.
Ventajas
-
Permite una eliminación selectiva del tejido desvitalizado.
-
Puede complementarse con otros métodos de desbridamiento.
Desventajas
-
Es un procedimiento doloroso.
-
Existe riesgo de sangrado, por lo que se requiere especial precaución en pacientes que toman antiagregantes plaquetarios y en heridas cavitadas con escasa visibilidad.
Desbridamiento enzimático
El desbridamiento enzimático se basa en la aplicación local de enzimas exógenas, generalmente en formato de pomada. Estas enzimas actúan junto con las enzimas endógenas del organismo para degradar la fibrina, el colágeno desnaturalizado y la elastina presentes en la herida, separándolos de los tejidos sanos y favoreciendo la granulación.
Un ejemplo clásico es el uso de Iruxol, una pomada que combina colagenasas y que se ha convertido en la más utilizada.
Este método es uno de los más empleados, sobre todo en combinación con el desbridamiento cortante, ya que ayuda a preparar el tejido para que la retirada sea más sencilla.
Recomendaciones importantes
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Las enzimas deben aplicarse en medios húmedos. Si la herida no presenta suficiente humedad, se puede añadir suero fisiológico o hidrogel para aumentar su eficacia.
-
Es necesario proteger la piel perilesional para evitar la maceración, aplicando ácidos grasos hiperoxigenados u óxido de zinc.
-
No deben utilizarse junto con plata, otros metales ni povidona yodada, ya que estos productos inactivan la acción enzimática.
Desbridamiento autolítico
El desbridamiento autolítico es el método más fisiológico de todos, ya que aprovecha las enzimas endógenas del propio organismo para eliminar los tejidos y residuos que dificultan la reparación cutánea.
Este procedimiento requiere un ambiente húmedo, por lo que la herida debe mantenerse ocluida o semiocluida mediante apósitos específicos, como:
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Alginatos
-
Poliuretanos
-
Hidrocoloides
Es el método más utilizado, ya que resulta el menos doloroso y el más respetuoso con el tejido neoformado. Sin embargo, también es el más lento.
Limitaciones
-
No debe emplearse cuando la herida está infectada.
-
En el caso de usar alginatos, conviene colocar primero un apósito antiadherente (como una gasa parafinada) para evitar que el material se adhiera al lecho de la herida.
Desbridamiento osmótico
El desbridamiento osmótico se realiza mediante el intercambio de fluidos con distinta densidad, utilizando apósitos de poliacrilato activados con soluciones hiperosmolares.
Este procedimiento requiere cambios frecuentes de las curas y suele ser bastante doloroso.
Los poliacrilatos, al entrar en contacto con la humedad, se saturan y liberan de manera progresiva humedad en el lecho de la herida, lo que permite la degradación del tejido desvitalizado y ayuda a disminuir las infecciones. La solución hiperosmolar más utilizada en este tipo de desbridamiento son los hidrogeles.
En CMUC también se ha empleado otro producto de acción osmótica menos convencional: la miel. Este recurso reduce la infección, estimula la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos), favorece la granulación y la epitelización, además de disminuir el edema, el exudado y el mal olor característico de algunas heridas.
Desbridamiento mecánico
El desbridamiento mecánico es probablemente el método más obsoleto y, en la actualidad, se encuentra prácticamente en desuso.
Se lleva a cabo mediante abrasión mecánica, utilizando:
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Apósitos secos
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Frotamiento del lecho de la úlcera con cepillo o gasa
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Apósitos húmedos aplicados al lecho que, tras secarse, se retiran por tracción
Este procedimiento es muy doloroso y poco selectivo, por lo que hoy en día no se recomienda.
Desbridamiento biológico
El desbridamiento biológico, también conocido como terapia de desbridamiento larval (TDL) o biocirugía, emplea larvas estériles de Lucilia sericata. Estas larvas segregan enzimas que degradan el tejido desvitalizado y lo consumen.
Se trata de un método altamente selectivo, especialmente indicado en heridas profundas con cavidades cuando no es posible realizar desbridamiento quirúrgico ni cortante.
Diversos estudios han demostrado su eficacia y selectividad para:
-
Eliminar tejido desvitalizado
-
Actuar contra bacterias y biofilm
-
Potenciar el efecto de los antibióticos
-
Reducir el período de inflamación
-
Favorecer el crecimiento tisular
En la actualidad, es un tipo de desbridamiento poco utilizado. Sin embargo, debido al incremento de bacterias multirresistentes, su uso está creciendo en algunos países europeos.
Desde CMUC recordamos que, para realizar un desbridamiento, el personal de enfermería debe estar específicamente entrenado, ya que de la correcta selección del método dependerá tanto la evolución de la herida como la calidad del tejido neoformado.
Conclusión
El desbridamiento de heridas es un procedimiento clave en la práctica clínica, ya que permite eliminar el tejido desvitalizado y optimizar el proceso de cicatrización. Existen diferentes tipos —quirúrgico, cortante, enzimático, autolítico, osmótico, mecánico y biológico—, y la elección del más adecuado depende tanto de las características de la herida como del estado general del paciente.
Un desbridamiento correcto favorece la limpieza del lecho de la herida, reduce el riesgo de infección y mejora la calidad del tejido neoformado. Por ello, es fundamental que este procedimiento sea realizado por personal sanitario entrenado, capaz de seleccionar la técnica más apropiada en cada caso.
Bibliografía:
http://gneaupp.info/wp-content/uploads/2016/02/DesbridamientoXdeXHeridasXQuirurgicasXYXUlcerasXdeXlaXPielXXX.pdf
http://www.aiach.org.ar/ckfinder/userfiles/files/DebridamientoEnHeridasLecVasc2013(1).pdf
Manual de BIOMONDE+ Larval debridment therapy de Wounds UK
https://www.enfermeriadeciudadreal.com/beneficios-de-la-miel-en-la-cura-de-heridas-210.htm[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][/vc_section]
Divulgación
Paniculitis: síntomas, causas y tratamiento clínico
Publicado
hace 2 mesesel
9 de septiembre de 2025Por
Irma Jiménez
La paniculitis se define como cualquier proceso inflamatorio que afecta al panículo adiposo, es decir, al tejido graso de la piel. Esta inflamación puede aparecer en distintas partes del cuerpo, aunque se localiza con mayor frecuencia en los miembros inferiores.
Existen diferentes tipos de paniculitis, que se distinguen según la forma en que se produce la inflamación. Además, algunos de ellos pueden asociarse a enfermedades capaces de generar inflamación en otros órganos. (1)
De hecho, la clasificación de la paniculitis depende de las características histológicas y del cuadro clínico. Así, se han descrito numerosas variedades.

A continuación, veremos tres de las formas de paniculitis más frecuentes en nuestro país.
Índice
Paniculitis: Eritema nudoso
El eritema nudoso es la variedad clínico-patológica más frecuente de paniculitis aguda. Se trata de una reacción de hipersensibilidad celular retardada, desencadenada por estímulos antigénicos muy diversos: infecciones, enfermedades inflamatorias, procesos autoinmunes, fármacos, neoplasias e incluso el embarazo.
Desde el punto de vista dermatológico, se considera una lesión benigna, ya que suele evolucionar hacia la curación en el transcurso de varias semanas, sin ulcerarse ni dejar cicatriz o atrofia. La recurrencia, además, es poco común.
Aunque en muchos casos es idiopático (de causa desconocida), el eritema nudoso puede ser el primer signo de una enfermedad sistémica. Por lo tanto, un diagnóstico correcto permite orientar un tratamiento específico de la causa.
Su primera descripción se remonta a 1789, realizada por el dermatólogo inglés Robert Willan, quien ya destacó que las mujeres se veían afectadas con mayor frecuencia.
La mayoría de los casos aparecen entre la segunda y cuarta décadas de la vida. En la infancia, afecta por igual a ambos sexos. Sin embargo, tras la pubertad, el eritema nudoso es seis veces más frecuente en mujeres que en varones.
La prevalencia varía según la región geográfica, en función de las distintas etiologías. En términos de incidencia, se estima entre 1 y 5 casos por cada 100.000 habitantes al año. En España, se calcula que supone el 0,38 % de los pacientes atendidos en los servicios de medicina interna.
Etiología del eritema nudoso
Aunque con frecuencia es idiopático (sin causa conocida), se han descrito más de 150 entidades asociadas al desarrollo del eritema nudoso. La mayoría pueden agruparse en cuatro o cinco grupos principales.
Es importante señalar que la frecuencia de las causas ha cambiado con el tiempo y depende de factores como la localización geográfica —que determina la prevalencia de distintas infecciones— y la edad de los pacientes.
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En la infancia, la infección estreptocócica se considera el principal agente causante.
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En cambio, en series de niños hospitalizados entre 1985 y 2003, la tuberculosis fue la causa más frecuente. No obstante, desde 1991 las infecciones gastrointestinales resultaron mucho más habituales.
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En la población adulta, la mayor parte de los casos siguen siendo idiopáticos.
Otras causas menos frecuentes incluyen infecciones por enterobacterias (Yersinia, Salmonella, Campylobacter), sífilis, toxoplasmosis, virus de Epstein-Barr o citomegalovirus, que dependen de factores epidemiológicos y geográficos.
Las reacciones de hipersensibilidad a fármacos pueden representar entre el 3 y el 10 % de los casos. Entre los medicamentos más implicados destacan:
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Antibióticos, como la amoxicilina, de uso común.
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Anticonceptivos orales, especialmente los de primera generación, con mayor contenido hormonal.
En adultos, el eritema nudoso puede preceder la aparición de una enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, en la mayoría de los casos aparece de forma simultánea al brote de la enfermedad, sobre todo asociado a la colitis ulcerosa.
Asimismo, los pacientes con enfermedad de Behçet pueden presentar lesiones similares a las del eritema nudoso. No obstante, algunos estudios histopatológicos han demostrado que, en estos casos, la lesión corresponde más bien a una paniculitis lobar con vasculitis, y no a una paniculitis septal, que es lo característico del eritema nudoso.
Síntomas del eritema nudoso
El eritema nudoso se caracteriza por la aparición de bultos dolorosos, calientes y de color rojo o violáceo en la parte anterior de las piernas. Suelen presentarse de manera múltiple y pueden aparecer de forma súbita o en el transcurso de varios días.
Estas lesiones, por lo general, se curan en pocas semanas sin dejar cicatriz. Durante el proceso de resolución, el área afectada puede adquirir una coloración morada similar a un cardenal, que posteriormente desaparece por completo.
Con menos frecuencia, los nódulos pueden aparecer en otras zonas como los muslos, el tronco o las extremidades superiores.
Además de los nódulos, el cuadro clínico puede acompañarse de:
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Fiebre
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Dolores articulares
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Malestar general
Diagnóstico del eritema nudoso
El diagnóstico de un eritema nudoso suele ser clínico y visual, por lo que rara vez se requiere una biopsia de piel.
En algunas ocasiones, sin embargo, puede ser necesario descartar enfermedades asociadas. Para ello, se recomienda realizar:
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Una exploración física detallada
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Análisis completos
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Una radiografía de tórax
En general, si el paciente no presenta otros síntomas relevantes, estas pruebas suelen ser suficientes.
Tratamiento del eritema nudoso
El tratamiento del eritema nudoso se orienta únicamente a aliviar los síntomas. Para ello, suelen emplearse antiinflamatorios.
No está indicado administrar antibióticos en pacientes asintomáticos, aunque se haya detectado estreptococo en la faringe.
Por otro lado, el uso de ioduro potásico ha demostrado buenos resultados en algunos casos.
En personas con afectación general intensa, puede recomendarse el tratamiento con corticoides, siempre que se haya descartado previamente una tuberculosis, ya que en ese contexto los corticoides están contraindicados.

Paniculitis mesentérica
La paniculitis mesentérica es un trastorno poco frecuente caracterizado por una inflamación crónica inespecífica del tejido adiposo del mesenterio intestinal. Su etiología es desconocida y puede desarrollarse de forma independiente o en asociación con otras alteraciones, lo que ha generado debate en torno a su origen.
Esta entidad se ha relacionado con múltiples condiciones, entre ellas:
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Vasculitis
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Enfermedades granulomatosas
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Enfermedades reumáticas
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Patologías malignas
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Pancreatitis
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Tabaquismo
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Uso de determinados fármacos (betabloqueantes, metildopa, sulfamidas, salicilatos y anticonceptivos orales)
Actualmente, se reconoce que la paniculitis mesentérica presenta varios estadios evolutivos. Asimismo, se clasifica en distintos tipos según sus características radiológicas:
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Tipo I (42 %): engrosamiento difuso del mesenterio desde la raíz hasta los bordes del intestino delgado.
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Tipo II (32 %): masa nodular aislada en la raíz mesentérica.
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Tipo III (20 %): presencia de múltiples nódulos de tamaño variable en el mesenterio.
Síntomas de la paniculitis mesentérica
Los síntomas de la paniculitis mesentérica son inespecíficos y pueden variar en intensidad. Los más habituales incluyen:
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Dolor abdominal
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Fiebre
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Vómitos
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Alteración del tránsito gastrointestinal
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Pérdida de peso
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Rectorragia
Estos síntomas pueden ser intermitentes o progresivos, y su duración varía desde pocos días hasta varios años de evolución.
En la exploración física, es posible detectar:
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Masa abdominal
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Distensión abdominal
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Ascitis
No obstante, se estima que hasta el 90 % de los casos diagnosticados de paniculitis mesentérica son un hallazgo casual durante una tomografía computarizada (TC) realizada por otra causa no relacionada. Además, un número significativo de diagnósticos se realiza durante una laparoscopia o laparotomía.
Diagnóstico de la paniculitis mesentérica
El procedimiento diagnóstico de elección para confirmar la paniculitis mesentérica es la obtención de una muestra de tejido mediante biopsia para estudio histológico.
La muestra puede obtenerse de dos formas:
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De manera percutánea
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A través de una cirugía
Tratamiento de la paniculitis mesentérica
Una vez diagnosticada, no existe un tratamiento específico para la paniculitis mesentérica. En la práctica clínica, suelen recomendarse los corticoides, aunque también se han descrito casos de remisión espontánea.
La resección quirúrgica se reserva únicamente para situaciones en las que la inflamación y la cicatrización secundaria producen obstrucción intestinal.
Además, se han descrito respuestas favorables a otros tratamientos como:
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Antibióticos
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Radioterapia
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Ciclofosfamida

Paniculitis lipomembranosa o membranoquística
La paniculitis lipomembranosa es una variante histopatológica poco frecuente de paniculitis, caracterizada por una alteración membranoquística del tejido adiposo. Puede presentarse como fenómeno primario o asociada a diferentes patologías sistémicas.
Se trata de una respuesta inflamatoria crónica del tejido celular subcutáneo. Probablemente representa una forma inespecífica de degeneración isquémica del tejido adiposo, común a distintas entidades clínicas.
Esta condición fue descrita originalmente por Nasu en 1973 como una patología genética, caracterizada por leucoencefalia esclerosante sudanófila y lesiones membranoquísticas en el tejido adiposo sistémico, incluyendo la médula ósea de los huesos largos. Clínicamente, se asociaba con fracturas patológicas, convulsiones, apatía y demencia presenil con alteraciones marcadas del comportamiento.
Tras esta descripción inicial, la paniculitis lipomembranosa se ha considerado una manifestación secundaria a procesos más comunes, como la insuficiencia venosa crónica asociada a dermatitis de estasis en las extremidades inferiores.
Habitualmente se presenta como una placa inflamatoria, unilateral o bilateral, en mujeres obesas de mediana edad. En ocasiones puede simular una erisipela (infección bacteriana de la piel y tejido subcutáneo).
En estadios más avanzados se observan placas subcutáneas escleróticas en las áreas distales de las piernas, que pueden originar la típica deformidad en botella de champán invertida.
El proceso también puede aparecer en asociación con otras alteraciones circulatorias, como la isquemia arterial de extremidades inferiores o las placas pigmentadas pretibiales de la diabetes mellitus.
Su asociación con vasculitis es poco frecuente. Asimismo, en algunos casos se ha descrito como un proceso primario del tejido celular subcutáneo, denominado lipodistrofia membranosa primaria, en contraposición a la forma secundaria, que suele ser un hallazgo histopatológico incidental.
Histopatología de la paniculitis lipomembranosa
Histopatológicamente, la paniculitis lipomembranosa se presenta como una paniculitis preferentemente lobulillar, acompañada de fibrosis e infiltración focal de macrófagos alrededor de lobulillos de pequeño tamaño.
En el interior de estos lóbulos se observan espacios quísticos de dimensiones variables —generalmente pequeños, aunque en ocasiones se identifican macroquistes—. Estas cavidades muestran áreas de necrosis del tejido adiposo, revestidas por un material amorfo e hialino, con un contorno ondulado que puede presentar una configuración en arabesco o semejar la cutícula de un parásito.
A nivel ultraestructural, se han descrito dos tipos de membranas:
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Una membrana fina y electrodensa, sin estructuras tubulares.
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Otra más gruesa, con estructuras microtubulares características, orientadas perpendicularmente a la cavidad del quiste.
Síntomas de la paniculitis lipomembranosa
Desde el punto de vista clínico, la paniculitis lipomembranosa se manifiesta mediante placas subcutáneas escleróticas y dolorosas, localizadas principalmente en las zonas distales de las piernas.
Este cuadro se observa con mayor frecuencia en mujeres obesas de mediana edad, habitualmente con antecedentes de insuficiencia vascular y dermatitis de estasis.
En algunos casos, el proceso puede desarrollarse en asociación con otras patologías inflamatorias.
Diagnóstico de la paniculitis lipomembranosa
Al igual que en otros tipos de paniculitis, el diagnóstico de la paniculitis lipomembranosa se establece principalmente mediante una biopsia para estudio histológico.
Tratamiento de la paniculitis lipomembranosa
Actualmente no existe un tratamiento sistémico específico que haya demostrado eficacia para la paniculitis lipomembranosa.
Se han descrito únicamente beneficios parciales con el uso de:
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Medias de compresión elástica
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Pentoxifilina, en casos asociados a insuficiencia venosa
Por ello, resulta clave un diagnóstico precoz, ya que la instauración temprana de estas medidas terapéuticas puede ayudar a disminuir la extensión y la gravedad de las lesiones.

Conclusión
La paniculitis engloba un conjunto de procesos inflamatorios que afectan al tejido graso subcutáneo y que pueden manifestarse de distintas maneras según su origen y evolución clínica.
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El eritema nudoso es la forma más frecuente y, aunque suele ser benigno, en algunos casos puede ser el primer signo de una enfermedad sistémica.
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La paniculitis mesentérica es poco común, con síntomas inespecíficos y, en muchas ocasiones, un hallazgo casual en pruebas de imagen.
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La paniculitis lipomembranosa constituye una variante rara, habitualmente asociada a insuficiencia vascular o a otras patologías, cuyo diagnóstico depende de la biopsia.
El abordaje de estas patologías requiere siempre una evaluación clínica individualizada y, en la mayoría de los casos, un tratamiento dirigido a aliviar los síntomas y controlar las posibles complicaciones.
Por lo tanto, ante la sospecha de paniculitis es fundamental acudir a un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adaptado a cada caso.
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