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Curas en Ambiente Húmedo vs. Curas en Ambiente Seco
Publicado
hace 8 añosel
Por
CMUC AdminLa cura de las heridas ha venido siendo una práctica esencial para el ser humano desde el principio de su existencia. La piel es la primera defensa natural que poseemos frente a las agresiones externas producidas por microorganismos, la radiación solar, temperaturas extremas, etc. Es por ello que la sanación de heridas ha sido objeto de estudio desde tiempos inmemoriales y, a día de hoy, continuamos investigando cuál es el método más óptimo de conseguir la cicatrización de estas lesiones.
Desde los primeros emplastos, elixires y bálsamos de la antigüedad hasta los apósitos de bioingeniería y terapias avanzadas de nuestros días, se sucedieron muchos años de ensayo-error y puro empirismo que se transmitieron de generación en generación a través de la sabiduría popular, papiros y, más recientemente, por tratados médicos. En la actualidad, disponemos de toda una comunidad científica y en las recomendaciones basadas en la evidencia para guiarnos en esa búsqueda por prestar los cuidados más efectivos en el tratamiento de las heridas.
Índice
Curas en Ambiente Húmedo – CAH
Uno de los mayores avances en la investigación de la cura de heridas fue el trabajo del doctor George D. Winter. En 1962, demostró que las heridas superficiales cubiertas con una película impermeable epitelizaban más rápidamente que las expuestas al aire libre. La hipótesis de la que partía Winter fue que la epitelización se retrasaba por la costra seca que normalmente se forman en ese tipo de heridas. Si se mantenían cubiertas con un cierto grado de humedad, se prevenía la formación de ésta y se aceleraba el proceso de cicatrización. Gracias a este estudio Winter es considerado el padre de la cura húmeda.
Actualmente disponemos de un gran catálogo de productos que permiten mantener un ambiente húmedo y facilitan el intercambio gaseoso de la herida. Fue destacable el boom de los años 80, donde se desarrollaron los principales apósitos de cura en ambiente húmedo y a día de hoy se continúan investigando sus beneficios y desarrollando productos nuevos.
En que consisten las Curas en Ambiente Húmedo
La cura en ambiente húmedo (CAH) consiste en mantener el lecho de la herida aislado del exterior proporcionándole un medio semioclusivo y húmedo, con el exudado de la herida en permanente contacto con la misma. Gracias a ello, se consigue mantener un pH levemente ácido (55-6,6), lo que produce un efecto bacteriostático, y una baja tensión de oxígeno en la superficie que estimula la angiogénesis.
Además, manteniendo una temperatura y humedad adecuadas se favorecen las reacciones químicas, la migración celular y el desbridamiento de tejido desvitalizado. Todas las cualidades que aporta la CAH son las mismas que las que poseen intrínsecamente las heridas agudas en las primeras etapas de su evolución natural.
Los apósitos de CAH están diseñados para mantener en equilibrio la humedad de la lesión, la piel perilesional seca y proteger las úlceras o heridas de las agresiones externas físicas, químicas y bacterianas.
Los efectos de las Curas en Ambiente Húmedo sobre las heridas
- Fase inflamatoria menos prolongada y menos intensa.
- Mayor rapidez de proliferación de los queratinocitos, esenciales para formar nuevos tejidos.
- Acelera e incrementa de la diferenciación temprana de los queratinocitos, mejorando así su función de barrera.
- Aumenta la proliferación de los fibroblastos.
- Incrementa síntesis de colágeno.
- Estimula la angiogénesis.
- Se previene la inactivación de las células inmunocompetentes que, en caso de secarse el lecho de la herida, morirían.
- Inicio más temprano de la fase de contracción de la cicatrización.
- Facilita el desbridamiento autolítico por la conjunción de tres factores: hidratación del lecho de la herida, la fibrinólisis y la acción de las enzimas proteolíticas endógenas sobre los tejidos desvitalizados.
El grupo de los apósitos que favorecen la CAH lo conforman los hidrocoloides, espumas, alginatos (fundamentalmente absorbentes), hidrogeles (fundamentalmente hidratante), siliconas y gasas parafinadas (como protectores), apósitos de plata (como antibacterianos), apósitos de carbón activado (como desodorizantes), apósitos de colágeno (como cicatrizante), terapia de presión negativa o sistema de vacío.
Curas en ambiente seco
Por el contrario, también existe la cura tradicional o en ambiente seco. Es aquélla que se realiza utilizando apósitos pasivos como: el apósito de gasa, el uso de antisépticos y/o antimicrobianos tópicos, y se aplican de manera diaria o incluso con mayor frecuencia.
En que consisten las curas en ambiente seco
La técnica consiste en mantener la herida limpia y seca para prevenir infecciones, aunque se retrase la cicatrización. En este tipo de cura se debe extremar el cuidado en el momento de la retirada del apósito, puesto que los pacientes suelen referirse a esta situación como la más dolorosa de todo el tratamiento. El uso de la cura seca debería reservarse para heridas quirúrgicas por primera intención (aunque la CAH también ha demostrado claros beneficios) o delimitar en zonas desvascularizadas que presenten claros signos de necrosis o gangrena (infección del tejido necrótico). En este último caso, lo que se busca es frenar la esa necrosis para posteriormente realizar la exéresis de las zonas afectadas en el quirófano.
Inconvenientes de la cura tradicional
- Mayor frecuencia en los cambios de apósito a consecuencia de la escasa capacidad de absorción que presentan los apósitos.
- Fugas de exudado con la consecuente incomodidad para el paciente y el evidente riesgo de maceración de la piel perilesional.
- Dolor al retirar el apósito. Los apósitos de gasa quedan adheridos al lecho de la lesión, por lo que al retirarlos no discriminan entre tejidos desvitalizados y las células viables.
- Incrementan el riesgo de infección: al necesitar mayores cambios de apósito aumenta el riesgo de que la herida entre en contacto con microorganismos potencialmente infecciosos.
- Mayor riesgo de que se formen ampollas o flictenas. Al no poseer elasticidad, cualquier cambio en la localización de la herida, como el aumento de edema, el apósito puede provocar una fricción contra la piel y que se generen estas lesiones en las zonas de contacto.
- También pueden aparecer alergias por los adhesivos de los esparadrapos, así como irritación cutánea ante los cambios repetidos de los apósitos.
Conclusiones
Diversas revisiones bibliográficas se inclinan a favor de una mayor eficacia de los apósitos basados en CAH frente a los apósitos tradicionales o cura de ambiente seco. Las heridas necesitan un aporte permanente, ininterrumpido y equilibrado de humedad. Si se permite que la herida se seque en cualquiera de los estadios de la cicatrización, las células podrían morir irremediablemente desarrollándose una mayor necrosis e incluso podría producirse una herida más profunda.
Además, muchos estudios demuestran una clara ventaja en la relación coste/efectividad a pesar de que los apósitos de Curas en Ambiente Húmedo presentan mayor precio unitario.
Cuando se considera el precio global por el proceso de cura, en el que se tienen en cuenta otros elementos asociados como: número de curas, tiempo de enfermería, días de hospitalización, ect., el resultado final es un coste inferior frente a la cura con apósitos de gasa.
Ventajas de las CAH frente al ambiente seco
- Favorecen la cicatrización manteniendo el grado de humedad apropiado.
- Presentan mayor versatilidad que el apósito de gasa, puesto que dentro de un amplio catálogo de apósitos de Curas en Ambiente Húmedo podemos encontrar mayor o menor poder absorbente poder antibacteriano, impermeabilidad al agua…
- Mayor facilidad de uso: aplicación y retirada.
- Mayor confort para el paciente. Reducción del dolor en las curas. Son más atraumáticos en lo que respecta a la retirada del apósito, puesto que no se adhieren al lecho de la herida. Conservan la herida libre de tejido desvitalizado.
- Protegen frente a patógenos y partículas extrañas.
- Menor frecuencia de levantamiento del apósito, con un mayor traumatismo en el lecho de la herida.
- Todo el catálogo de apósitos de Curas en Ambiente Húmedo pueden ser útiles para diferentes fases del proceso de la cicatrización y el estado concreto de la lesión (tipo de tejido, exudado, carga bacteriana, localización, piel perilesional, ect.).
Eficacia clínica de las Curas en Ambiente Húmedo
En términos de eficacia clínica medida por la cicatrización completa de úlceras, no se han encontrado diferencias significativas entre distintas familias de apósitos de cura húmeda.
Sin embargo, la cicatrización es un proceso complejo, compuesto por diferentes fases con requerimientos diferentes en cada una de ellas, por lo que la gran variedad de productos de Curas en Ambiente Húmedo pueden cubrir de forma eficaz la mayoría de las necesidades de la herida para cada una de sus diferentes fases.
En una misma herida se pueden necesitar distintos apósitos durante la evolución de ésta para lograr su cicatrización definitiva. Como precaución, se debe valorar el nivel y tipo de exudado para logar su manejo adecuado.
También se deberán prevenir y solucionar los problemas relacionados con el mismo, como la maceración de la piel perilesional y alteraciones en el lecho de la herida.
Para ello se debe elegir el apósito que más se adapte al nivel de exudado en función de su grado de absorción, y, en cuanto a la piel perilesional, secarla y protegerla con productos barrera.
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Insuficiencia Arterial: Qué es, causas, síntomas y tratamientos
Publicado
hace 4 semanasel
3 de diciembre de 2025
Este artículo es una inmersión profunda en la patología vascular, explicaremos qué es la insuficiencia arterial, sus causas síntomas y tratamientos. Ideal para pacientes o profesionales que busquen entender sus síntomas y las opciones de diagnóstico disponibles.
Índice
¿Qué es una arteria y cómo funciona?
La palabra “arteria” proviene del griego ἀρτηρία, que significa “tubo, conducción”. La arteria es el vaso sanguíneo encargado de distribuir la sangre expulsada de las cavidades ventriculares del corazón en cada sístole al resto del organismo y lecho capilar.
Sus paredes son muy resistentes y elásticas para resistir la presión que ejerce la sangre al salir bombeada del corazón. Cada vaso arterial consta de tres capas concéntricas:
-
Interna o íntima: constituida por el endotelio.
-
Media: capa gruesa compuesta por fibras musculares lisas, fibras elásticas y de colágeno.
-
Externa o adventicia: formada por tejido conjuntivo.
Los límites entre las tres capas están generalmente bien definidos en las arterias. Siempre presentan una lámina elástica interna separando la íntima de la media, y (a excepción de las arteriolas) presentan una lámina elástica externa que separa la media de la adventicia. La lámina externa se continúa menudo con las fibras elásticas de la adventicia.
Existen diferentes tipos arteriales:
- Arterias elásticas: Son los grandes vasos de conducción, la aorta, los troncos innominados, la carótida común y las subclavias. Sus paredes tienen una gran elasticidad, lo que permite hacer más regular el flujo sanguíneo. La capa media esta formada por una gran concentración de capas de elastina, además de células musculares lisas, fibras colágenas, proteoglicanos y glicoproteinas.
- Arterias musculares: Las principales ramas de distribución, la arteria radial, la arteria femoral, la arteria coronaria y la arteria cerebral (todas ellas importantes ramificaciones). La capa media importante es rica en fibras musculares lisas. Tienen una potente capa adventicia, rica en colágeno y fibras elásticas. Vasa vasorum, nervi vasorum que llegan a la porción más externa de la capa media.
- Arteriolas: Las ramas terminales que irrigan el territorio capilar. Tiene un tejido menos elástico y más presencia de fibras musculares lisas. La túnica adventicia es escasa.
- Microcirculación: se refiere al flujo de sangre de las arteriolas y capilares o los capilares y venas, es la parte del sistema circulatorio encargada del intercambio de gases, fluidos, nutrientes y productos de desecho.
Definición de Insuficiencia Arterial
La obstrucción arterial se caracteriza por la interrupción del flujo sanguíneo a una determinada parte de nuestro organismo como consecuencia de la oclusión crónica de la arteria que lo irriga. La disminución del flujo sanguíneo ocasiona un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo , produciendo hipoperfusión, hipoxemia y necrosis si no es restablecida la circulación.
Causas y Factores de Riesgo
Existen varias causas que pueden provocar un estrechamiento de la arteria y disminuir el flujo sanguíneo:
-
Arterioesclerosis: Una placa que se acumula en las paredes de las arterias, compuesta por grasa y colesterol.
-
Trombosis: Un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso y permanece allí.
-
Embolia: Coágulo que se desplaza desde el sitio donde se formó a otro lugar.
-
Calcificación vascular: Depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias.
-
Otros: Hipertensión arterial, traumatismos o disección.
Entre los factores de riesgo más importantes implicados en el desarrollo de enfermedades vasculares y, por lo tanto de insuficiencia arterial están el tabaquismo, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, la dislipidemia, la edad y el sexo masculino.
Signos y Síntomas: ¿Cómo detectarlo?
La ubicación del dolor depende del lugar de la arteria obstruida o estrechada. Los signos más característicos incluyen:
-
Claudicación intermitente: Calambres dolorosos en caderas, muslos o pantorrillas después de realizar ciertas actividades, como caminar, que desaparecen después de algunos minutos de descanso.
-
Dolor en reposo isquémico: Si la enfermedad progresa, aparece dolor incluso estando acostado, lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño.
-
Cambios físicos: Entumecimiento, sensación de frío en la pierna o pie, pérdida de vello, crecimiento lento de las uñas, y piel brillante en las piernas.
-
Úlceras arteriales: Heridas que no sanan en los dedos de los pies, pies o piernas.

Diagnóstico de la Insuficiencia Arterial
Una adecuada anamnesis es necesaria para realizar un correcto diagnóstico. Para recabar datos disponemos de diferentes métodos:
-
Exploración física: Se palpan cuidadosamente los pulsos (femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio). La ausencia de pulso tibial posterior es el mejor discriminador aislado de la isquemia crónica.
-
Índice Tobillo-Brazo (ITB): Fundamental para determinar el grado de afectación.
-
Angiografía: Se inyecta material de contraste para ver el flujo sanguíneo en tiempo real mediante radiografías, resonancia (ARM) o tomografía (ATC).
-
Análisis de sangre: Para medir colesterol, triglicéridos y presencia de diabetes.

Tratamientos Disponibles
El tratamiento empieza con la modificación de los factores de riesgo: dejar de fumar, realizar ejercicio (caminar en patrón ejercicio-descanso) y el control de diabetes/hipertensión.
Tratamientos Farmacológicos:
-
Antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Clopidogrel).
-
Fármacos para la claudicación (Pentoxifilina, Cilostazol).
-
Inhibidores de la ECA.
Tratamientos Quirúrgicos:
-
Angioplastia: Uso de un balón para reabrir la arteria, a veces con colocación de stent.
-
Cirugía de bypass: Creación de un puente con un injerto para desviar la sangre alrededor de la obstrucción.
-
Tromboendarterectomía: Extirpación quirúrgica de la lesión oclusiva.
En pacientes con úlceras se procederá a la limpieza de estas. Si se ha conseguido la revascularización se realizarán desbridamientos amplios o incluso la amputación parcial (dedos de los pies) con el fin de evitar una sobreinfección de las heridas y conseguir una cicatrización final.
En caso de que la revascularización no funcione, se deberá proceder a la amputación parcial o total de la extremidad afectada, si existe un dolor no controlado o sobreinfección asociada.5
Se les aconseja a los pacientes que eviten el frío y los fármacos vasoconstrictores (por ejem. Seudoefedrina que forma parte de muchos remedios para la sinusitis y el resfriado).3
En CMUC ofrecemos a nuestros pacientes ozonoterapia como tratamiento para la curación de úlceras. El ozono tiene una gran capacidad oxidante que le confiere un importante poder contra bacterias, virus y hongos (este oxida la envoltura externa de bacterias y virus, destruyéndolos). También incrementa la circulación sanguínea, en especial la microcirculación (incrementa la liberación de oxígeno en los glóbulos rojos y así ceder el oxígeno a los tejidos periféricos).
Caso Clínico
Microinjertos Cutáneos – Casos Clínicos
Publicado
hace 1 mesel
18 de noviembre de 2025Por
CMUC Admin
En el primer blog de esta serie de blogs sobre los microinjertos cutáneos, os explicamos los fundamentos de la técnica Hy-Tissue Micrograft (HT-MG): un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza microfragmentos de piel autóloga para estimular la cicatrización en heridas crónicas cuando los tratamientos convencionales no han sido eficaces.
En este segundo artículo, nos centramos en la experiencia clínica recogida en el estudio: cinco pacientes con heridas de etiologías diversas tratados mediante HT-MG.
Se trata de un estudio analítico, observacional, transversal y prospectivo, para evaluar la eficacia clínica de esta técnica en términos de cierre de la herida, disminución del dolor y seguridad del procedimiento, manteniendo un enfoque práctico y reproducible en el entorno asistencial.
Índice
Perfil de los pacientes y características de las heridas
El estudio incluyó un total de cinco pacientes, seleccionados tras valorar que sus heridas no respondían de forma adecuada al tratamiento convencional con cura en ambiente húmedo (CAH).
La edad media fue de 63,8 años, con cuatro mujeres y un hombre, y una evolución media de las lesiones de dos años, lo que refleja la cronicidad de los casos. El tamaño medio de las heridas fue de 45,8 cm², con variaciones según la localización y etiología.
Las causas de las lesiones fueron variadas, lo que permitió observar la aplicación de la técnica en distintos contextos clínicos:
-
Enfermedad de Hansen
-
Dos úlceras venosas
-
Una lesión por dermatoporosis grado IV
-
Una úlcera neuropática plantar
Todas las heridas se encontraban limpias, sin signos de infección activa y con un lecho apto para la técnica HT-MG, cumpliendo los criterios establecidos para garantizar la viabilidad del injerto.
Los cinco casos incluidos en el estudio muestran la aplicación práctica de la técnica HT-MG en heridas de distinta etiología, con resultados globalmente positivos.
Caso 1 – Lesión por enfermedad de Hansen
Paciente diagnosticado de enfermedad de Hansen con una lesión cutánea crónica que no respondía al tratamiento convencional.
Tras aplicar el microinjerto autólogo mediante HT-MG, se observó una evolución progresiva hacia la cicatrización, con una reducción del tamaño de la herida hasta un residuo final de 2 × 2 cm al cierre del seguimiento.
Caso 2 – Úlcera venosa crónica
Paciente con úlcera venosa de larga evolución.
Tras la aplicación de HT-MG, se evidenció una mejoría rápida en el aspecto del lecho y una epitelización progresiva, alcanzando la cicatrización completa durante el periodo de seguimiento.
Caso 3 – Úlcera venosa crónica
Segundo caso de etiología venosa, con características clínicas similares al anterior.
El tratamiento con HT-MG permitió una evolución favorable, con formación de nuevo tejido epitelial y cierre completo de la lesión sin complicaciones.
Caso 4 – Dermatoporosis grado IV
Paciente con dermatoporosis avanzada (grado IV), que presentaba una lesión atrófica persistente.
La aplicación de microinjertos cutáneos favoreció una respuesta cicatricial notable, con cierre completo de la herida en las semanas posteriores y mejora del tejido circundante.
Caso 5 – Úlcera neuropática plantar
Caso de úlcera neuropática en la planta del pie, con evolución tórpida pese al manejo convencional.
El procedimiento HT-MG consiguió una epitelización completa sin signos de infección ni recidiva, lo que confirma su utilidad en este tipo de lesiones complejas.
Resultados generales y observaciones clínicas
Los resultados globales del estudio muestran una respuesta positiva en todos los casos tratados con microinjertos cutáneos HT-MG. La técnica permitió reducir los tiempos de cicatrización, disminuir el dolor y mejorar la calidad del tejido epitelial obtenido tras el cierre de las heridas.
El tiempo medio de cicatrización fue de aproximadamente 2,5 meses, con una evolución satisfactoria y sin necesidad de hospitalización. Ninguno de los pacientes presentó signos de colonización bacteriana ni infección local tras la aplicación.
El sitio donante (de donde se obtuvieron las biopsias de piel) mostró una recuperación completa entre los 7 y 15 días, sin complicaciones relevantes.
Además, se destacó la facilidad de aplicación del procedimiento, lo que sugiere que puede integrarse en el ámbito ambulatorio o en atención primaria, siempre que se cumplan los requisitos de asepsia, limpieza del lecho y estado general adecuado del paciente.
Consideraciones técnicas y biológicas
El éxito de la técnica se apoya en su base biológica: los microfragmentos obtenidos conservan la matriz extracelular (MEC), que actúa como soporte estructural y favorece la regeneración tisular al mantener nichos celulares activos y factores de crecimiento.
Desde el punto de vista mecánico, se hace referencia al principio de tensegridad, según el cual la estructura de la MEC mantiene la conexión entre las células y el entorno, facilitando su supervivencia e integración en el tejido receptor.
Conclusiones del estudio
El uso de microinjertos cutáneos autólogos (HT-MG) se presenta como una alternativa eficaz y mínimamente invasiva en el tratamiento de heridas crónicas que no responden a los métodos convencionales.
La técnica permite acortar los tiempos de cicatrización, reducir el dolor y obtener una cicatriz funcional y estéticamente aceptable, sin complicaciones infecciosas ni efectos secundarios relevantes.
Entre sus ventajas se encuentran:
-
Procedimiento ambulatorio, sin necesidad de hospitalización.
-
Recuperación rápida del sitio donante.
-
Aplicación sencilla y reproducible, adaptable al entorno de atención primaria o unidades de heridas.
No obstante, el éxito del tratamiento depende de una correcta selección del lecho, que debe estar bien irrigado y libre de tejido necrótico, fibrinoso o infectado.
La técnica no debe aplicarse directamente sobre hueso o tendón expuesto, ya que comprometería la viabilidad del injerto.
El trabajo demuestra que los microinjertos cutáneos HT-MG pueden ser una herramienta útil dentro del abordaje integral de las heridas complejas, especialmente cuando otras terapias no han logrado resultados satisfactorios.
En CMUC, apostamos por la incorporación de técnicas basadas en evidencia, seguras y adaptadas al paciente, que permitan avanzar hacia una cicatrización más rápida y eficaz.
👉 Si te perdiste la primera parte de esta serie, puedes leerla aquí para conocer cómo funciona la técnica HT-MG paso a paso.
Y no olvides seguirnos para descubrir más sobre las nuevas terapias avanzadas en el tratamiento de heridas crónicas.
El objetivo de esta serie de dos blogs es explicar, de forma clara, una técnica para tratar heridas de difícil cicatrización mediante microinjertos cutáneos autólogos.
En este primer blog resumimos qué es la técnica, cómo se realiza, qué materiales requiere, cuándo no debe aplicarse y qué resultados globales se observaron.
En el segundo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el estudio (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y hallazgos principales.
¿Por qué hablar de esto? Porque las heridas crónicas consumen muchos recursos, elevan los costes y empeoran la calidad de vida. Suelen mantenerse en inflamación persistente, con proteasas elevadas que dificultan la regeneración, alteran la matriz extracelular (MEC) y la angiogénesis, favoreciendo una cicatrización deficiente. La microfragmentación tisular se propone como alternativa mínimamente invasiva, capaz de estimular la cicatrización en casos donde el tratamiento convencional no ha sido suficiente.
Este trabajo evalúa la técnica HT-MG en un entorno especializado y describe su aplicación práctica y resultados.
Índice
Qué son los microinjertos cutáneos (HT-MG)
Los microinjertos cutáneos autólogos son pequeños microfragmentos de piel obtenidos del propio paciente a partir de biopsias. Mediante un dispositivo estéril de un solo uso (Hy-tissue Micrograft, HT-MG), esas biopsias se fragmentan mecánicamente para generar una suspensión de microinjertos que se aplica en el lecho de la herida y se infiltra en los bordes con el objetivo de estimular la cicatrización cuando los tratamientos convencionales no han sido suficientes.
Materiales y dispositivo necesarios
Para realizar la técnica se emplea el dispositivo Hy-tissue Micrograft (HT-MG), formado por:
-
Micromotor
-
Cápsula de microfragmentación con su conector
-
Base metálica para la fragmentación
Además, se utiliza instrumental de cirugía menor para la obtención y manejo de las biopsias cutáneas.
Procedimiento clínico (paso a paso)
1) Preparación del área
-
Desinfectar el sitio donante y limpiar la herida.
2) Obtención de biopsias
-
Tomar cuatro biopsias de piel del sitio donante.
-
Colocarlas en la rejilla de la cápsula de fragmentación.
3) Preparación de la cápsula
-
Cargar la cápsula con 15 ml de suero fisiológico estéril, sellarla y conectarla al micromotor.
4) Microfragmentación
-
Fragmentación mecánica durante 1 minuto hasta obtener una suspensión turbia de microinjertos.
-
Mantener la herida húmeda con PHMB durante el proceso.
-
Analgesia en bordes según sensibilidad: crema de lidocaína o vaporización de nitrógeno líquido.
-
Infiltrar microfragmentos en la periferia (~0,5 mm hacia la herida) y aplicar en el lecho.
5) Aplicación y cobertura
-
Aplicar la suspensión de microfragmentos sobre el lecho de la herida.
-
Depositar el sobrante sobre un apósito bioactivo de colágeno y ácido hialurónico (Hyalo4 Regen®) y colocarlo sobre la herida.
-
Cubrir con espuma siliconada o apósito con PHMB y asegurar con vendaje (compresivo o de sujeción según etiología).
-
En el sitio donante, colocar fragmentos de 5 mm del apósito Hyalo4 Regen® saturados con el sobrante en los huecos de las biopsias.
Contraindicaciones
La técnica no debe aplicarse cuando el injerto tenga pocas probabilidades de prender por falta de irrigación o por un lecho inadecuado. En concreto, se evita en presencia de:
-
Necrosis en placa
-
Tejido esfacelar
-
Tejido fibrinoso
-
Exposición de tendones o de hueso
En estas situaciones, primero hay que optimizar el lecho (desbridar, controlar la infección, mejorar perfusión, etc.) y solo después valorar el microinjerto.
Para realizar el procedimiento con garantías, se requieren dos condiciones básicas:
-
-
Paciente en buen estado general.
-
Lecho de la herida limpio y sin signos de infección.
-
Por qué funciona esta técnica
La microfragmentación cutánea (HT-MG) conserva la matriz extracelular (MEC) como andamiaje natural, lo que favorece la organización del tejido y mantiene nichos celulares útiles para la reparación. En la suspensión resultante hay células viables (como fibroblastos y queratinocitos), además de citocinas y factores de crecimiento implicados en la cicatrización. También se han observado queratina acelular, epitelio, fibrina y linfocitos, elementos que acompañan al proceso de regeneración.
Desde el punto de vista mecano-biológico, el artículo menciona el principio de tensegridad: la MEC contribuye a mantener la conexión célula–MEC y la estabilidad por tensión, lo que favorece la integración de los microinjertos en el lecho receptor.
Resultados observables
-
Tiempo medio de cicatrización aproximado: 2,5 meses.
-
Disminución del dolor durante la evolución.
-
Sin complicaciones por colonización o infección reportadas.
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Sitio donante con recuperación rápida (7–15 días).
-
Procedimiento sencillo y realizable sin hospitalización, con potencial de implantación en atención primaria.
La microfragmentación de piel con HT-MG es una opción mínimamente invasiva que aprovecha tejido autólogo para estimular la cicatrización en heridas complejas, siempre que el lecho esté limpio y bien irrigado y se eviten las contraindicaciones descritas.
En el próximo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el trabajo (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y resultados.
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