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Caso Clínico

Hematoma disecante

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Hematoma disecante

INTRODUCCION.(1–3)

El reciente término dermatoporosis define los cambios estructurales que aparecen con la edad en la piel como complicaciones de la insuficiencia cutánea, con signos y síntomas como la púrpura senil, la atrofia cutánea y las cicatrices.

La pérdida de función de protección que aparecen a partir de los 60 años, manifestándose por completo entre los 70 y 90 años provocan un retraso de la cicatrización, un aumento de las laceraciones tras traumatismos leves y la formación de hematomas profundos disecantes que, de no ser tratados eficazmente, evolucionan hacia áreas necróticas de la piel y tejidos.

La dermatoporosis no es más que una insuficiencia cutánea crónica como también recibe de nombre.

Los signos que puede presentar la dermatoporosis son:

  • Piel fina, sin espesor, translúcida, inelástica, y a veces puede presentarse con arrugas

 

 

 

 

Imagen piel fina, translucida.(1)

  • Púrpura senil o microhemorragias

 

 

 

 

 

Imagen purpura senil (1)

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen purpura senil. CMUC

  • Hematomas debido a pequeños traumatismos a veces imperceptibles por la persona o hematomas disecantes por traumatismos bruscos.

 

 

 

 

 

Imagen de hematoma     (1)

 

 

 

 

 

  • Scalp superficiales o laceraciones, o lo que es lo mismo escoriaciones por pequeños traumatismos y con dificultad a la cicatrización.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de scalp o laceración en pierna. CMUC

  • Lesiones blanquecinas post heridas formando unas finas cicatrices (pseudo-cicatrices estelares).

 

 

 

 

 

 

Imagen de pseudocicatriz. (1)

Para determinar la gravedad de la dermatoporosis se han descritos 4 estadios:

  • Estadio I caracterizado por la presencia de púrpura senil, atrofia cutánea y cicatrices.
  • El estadio II, estadio I que además asocia algunas laceraciones localizadas.
  • El estadio III asocia múltiples laceraciones y retraso de la cicatrización.
  • El estadio IV que se caracteriza por la presencia del estadio I que se asocia hematomas profundos disecantes que evolucionan hacia amplias zonas de necrosis.

DEFINICION.(1,3)

Los hematomas disecantes aparecen normalmente en las piernas tras mínimos traumatismos debido a que los vasos, frágiles por la edad (70-90 años) junto con la piel atrófica y de sangrado fácil aún más si añadimos que la mayoría de los pacientes con edad, toman algún anticoagulante.

Tras el traumatismo se provoca un sangrado entre el tejido subcutáneo y la fascia muscular que se manifiesta clínicamente con áreas rojas edematosas y aumento local de la temperatura que en ocasiones se  puede confundir con otras patologías como la  celulitis, recibiendo un tratamiento diferente, ya que según si la afectación es mayor o menor el sangrado del hematoma hace que exista una mayor presión extracelular que compromete la vascularización intradérmica de los capilares originando  pequeñas placas necróticas o; si el hematoma se presenta fuera en planos más profundos, puede aparecer placas necróticas con un espesor mayor e incluso pueden formarse canales internos debido a la  presión del hematoma.

Si el hematoma no se drena se produce isquemia de la piel y aparecen grandes áreas necróticas que pueden requerir desbridamientos quirúrgicos, entre otras complicaciones.

El proceso de cicatrización de estas lesiones puede verse alterado en el tiempo y complicaciones, convirtiéndose en lesiones de difícil cicatrización a causa de una disminución de la proliferación de los fibroblastos, que por lo consiguiente conlleva un aumento del exudado, riesgo de colonización y aumento de metaloproteasas por la inflamación y también por los efectos de las radiaciones ultravioletas en el ADN, que entorpecen el proceso de cicatrización.

TRATAMIENTO. (3–11)

La aparición de la dermatoporosis se da en zonas expuestas al sol y por tanto la educación sanitaria y prevención debe de ser primordial, indicando siempre una buena higiene e hidratación de la piel, así como el uso sistemático de los fotoprotectores y emolientes que contengan retinoides, vitamina C y E, o el ácido hialurónico que ha demostrado que ayuda a la renovación celular y formación de nuevos vasos.

 

La aparición de la dermatoporosis puede verse anticipada o complicada en personas que toman tratamiento como los anticoagulantes y corticoides, por lo que para el hematoma disecante existen diferentes técnicas de tratamiento, pero todas tienen en común el drenado del hematoma disecante, de una u otra forma.

Método 1. Desbridamiento por planos.

El tratamiento más conservador consiste en el desbridamiento por planos desde la zona más superficial a la más profunda, evacuando el hematoma con instrumental no cortante para evitar nuevas hemorragias.  Posteriormente se aplicará una cura en ambiente húmedo mediante apósitos desbridantes como los apósitos de ringer o solución salina o de polihexanida para prevención de colonización bacteriana, así como apósitos que provoquen un desbridamiento autolítico y osmótico de los restos de coágulos.

En los tejidos con lecho de granulación se pueden aplicar cura húmeda y apósitos con ácido hialurónico junto con colágeno para favorecer la epitelización.

Método 2. Incisión y drenaje.

La incisión debe realizarse en el hematoma donde la piel muestre una piel normal o en la periferia en aquellos casos en los que la piel del hematoma es fina, tensa y delgada que dejan ver signos de necrosis cutánea esta contraindicada la incisión.

La incisión debe de realizarse de forma limpia y directa penetrando todo el espesor de la piel profundamente y uniforme en toda la longitud del hematoma, evitando realizarlo de forma transversal a las líneas de tensión, así cuando los bordes de la piel comiencen a epitelizar podrán encontrarse de forma perpendicular.

Método 3 Principio similar a la liposucción.

Esta técnica requiere tres instrumentos simples: una jeringa de 50 ml, una jeringa de 10 ml y una aguja del calibre 16 .

La jeringa de 50 ml está conectada a la aguja de calibre que se inserta en el hematoma subcutáneo de forma que la aguja avanza de forma oblicua evacuando el hematoma mediante un movimiento de “ida y vuelta” de la aguja, rompiendo el hematoma en pequeños trozos que se succionan con la jeringa, vaciándola desechando los restos y volviendo a repetir el procedimiento si es necesario.

Método 4. Técnica Roviralta.

Consiste en la realización de una incisión controlada en la piel y el tejido subcutáneo directamente sobre el hematoma drenándolo para posteriormente infiltrar heparina (entre 40000 y 6000ui de bajo peso molecular) en la zona del hematoma. Finalmente, La incisión se cierra mediante suturas realizando todas las medidas postoperatorias necesarias para evitar infecciones entre otras complicaciones.

La técnica Roviralta es muy útil en el tratamiento de hematomas subcutáneos grandes, que son dolorosos o tienen riesgo de complicarse, ya que la heparina previniendo el crecimiento del coágulo ya formado.

Como complicaciones o dificultades en su aplicación, son el riesgo de Hemorragia puede ser mayor en pacientes con antecedentes de sangrado, problemas gastrointestinales o alteraciones de la coagulación, así como el riesgo de interaccionar con fármacos como anticoagulantes, antiplaquetarios o antiinflamatorios, potenciando el riesgo de sangrado y de hemorragia como hemos indicado.  Además precisa de monitorización de parámetros de la coagulación como la TTPa , (tiempo de tromboplastina parcial activada), es decir tiempo que tarda la sangre en coagularse, mediante una analítica sanguínea.

Método 5. Aspiración con aguja.

Aunque con anterioridad este método se ha usado ampliamente, actualmente no está recomendado por la posibilidad de volver a acumularse el hematoma.

El drenado del hematoma en todos los casos provoca la evacuación de la sangre acumulada, lo cual al aliviar la presión se consigue al mismo tiempo una disminución del dolor.

RECOMENDACIONES.

El mejor tratamiento es la prevención y en el tratamiento de la dermatoporosis se obtiene mayores beneficios en estadios precoces en los que se realiza hidratación de la piel mediante la administración de emolientes con retinoides, ácido hialurónico y vitaminas como la C y la E, ya que existen estudios que la aplicación diaria de estos emolientes pueden disminuir el tono, aumentando la claridad de la piel así como su elasticidad y grosor.

Así como el uso de vendajes compresivos reducen la presión intracelular

A nivel de tratamiento, es importante establecer una pauta de curas según la valoración y evolución del hematoma, estando indicado el desbridamiento para eliminar el tejido necrótico ya sea con métodos enzimáticos, físicos o autolíticos, características de la cura  en ambiente húmedo.

En nuestros centros siempre realizamos el mismo protocolo de Plan de actuación:

  • Descartar fracturas y oras anomalías internas.
  • Realización de desbridamiento del hematoma y drenado del hematoma coagulado mediante la técnica más adaptada al paciente, de las mencionadas anteriormente.
  • Realización de cura en ambiente húmedo mediante el concepto TIMERS y las 3H de la piel.
  • Realización de vendaje compresivo, tras comprobación del ITB (Índice Tobillo brazo).

CASOS CLINICOS.

Caso1.

Mujer de 85 años dependiente parcial para las ABVD que acude a nuestro servicio por hematoma desde hace un día tras golpe.

Antecedentes: IVC, DMNID, HTA y arritmia en tratamiento con furosemida, metformina, losartan y adiro entre otros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el caso que se trata, realizamos un vaciado del hematoma ya que aún no se encuentra coagulado, mediante incisión y drenaje, quedando lecho fibrinoso con bordes delimitados excavados y piel frágil que se retira ya que no se va a adherir, y comenzamos con cura en ambiente húmedo ya que la lesión esta complicada con la insuficiencia venosa crónica y las posibles varicorragias que puedan ocasionarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Puede observarse la evolución favorable mediante curas en ambiente húmedo, así como la mejoría de la piel perilesional, además de la reducción del dolor notable.

Finalmente, no es posible cerrar la lesión como en otras ocasiones ya que la paciente acaba ingresada en el hospital por otra enfermedad, finalmente falleciendo.

Caso 2.

Mujer de 90 años, que, tras ser ingresada por fractura de cadera, se golpea la zona tibial de forma accidental durante el traslado a su domicilio.

Antecedentes:

HTA, IVC, enfermedad cardiaca isquémica crónica, en tratamiento con heparina por tromboembolismo pulmonar tras covid-19, entre otros tratamientos.

En el caso que se trata, realizamos un desbridamiento por planos, no siendo posible la aplicación del resto de técnicas, debido al tiempo de evolución desde el inicio de la lesión y la llegada a nuestra consulta, observando una placa necrótica seca, producto del hematoma profundo disecante, que ya estaba completamente coagulado y se albergaba debajo de la piel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen hematoma disecante valoración. CMUC

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen hematoma disecante desbridado. CMUC

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen hematoma disecante tras tratamiento mediante cura en ambiente y aplicación de compresión.

 

A los diez días del drenado del hematoma y la realización de cura en ambiente húmedo, observamos una lesión con tejido de granulación a plano, no edemas y una piel circundante hidratada y tersa.

A los 2 meses la lesión ha epitelizado completamente, como se muestra en la siguiente imagen.

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de alta tras tratamiento de hematoma disecante. CMUC.

 

 

 

 

Cuando hablamos de un vendaje compresivo, jamás hablamos de esto que muestra la imagen, un vendaje rodete en la zona, sino un vendaje compresivo que favorezca el retorno venoso y evite la inflamación.

Conclusiones.

En todos los casos de hematoma a tensión, o hematoma disecante que ocasione sufrimiento cutáneo, debe de ser drenado lo antes posible siempre que el paciente se encuentre estable hemodinámicamente y dispongamos del material necesario para abordar al paciente.

Todas las técnicas que hemos descrito anteriormente son válidas, siempre y cuando se realicen en condiciones asépticas, y cuya finalidad  sea disminuir la presión y por lo tanto el  hematoma, teniendo en cuenta siempre que  el manejo del hematoma de disección en personal mayores puede presentar  muchos desafíos debido a los cambios derivados por el envejecimiento y la excesiva exposición al sol, así como  la existencia de comorbilidades, influidas por  la enfermedad vascular, la polimedicación, la toma de anticoagulantes y otros fármacos que interfieran en la cicatrización.

Lo que, si es necesario, son estudios sobre el tratamiento del hematoma disecante ya que existen pocos estudios de validez.

Bibliografia.

  1. Palomar-Llatas F (1), Fornes-Pujalte B (1), Arantón-Areosa L (2), Rumbo-Prieto JM (3). Envejecimiento cutáneo y dermatoporosis. Disponible en: . https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4529974.pdf
  2. Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica – Dermatoporosis: insuficiencia cutánea crónica [Internet]. [citado 20 de junio de 2024]. Disponible en: https://dcmq.com.mx/edici%C3%B3n-julio-septiembre-2019-volumen-17-n%C3%BAmero-3/746-dermatoporosis-insuficiencia-cut%C3%A1nea-cr%C3%B3nica.html
  3. Gamo R, Vicente J, Calzado L, Sanz H, López-Estebaranz JL. Hematoma profundo disecante o estadio iv de dermatoporosis. Actas Dermo-Sifiliográficas. 1 de enero de 2009;101(1):89-90.
  4. Bandera García C, Aragonés Domínguez AE, Lozano Noriega D, Ginel Mendoza L, Poyato Ramos R, Bandera García C, et al. Dermatoporosis en estadio IV: a propósito de un caso. Gerokomos. 2020;31(1):32-5.
  5. Federico Palomar-Llatas(1,2) (*), Ma Isabel Pastor-Orduña(2), José Bonías-López(2,3), Begoña Fornes-Pujalte(1,2), Concepción Sierra-Talamantes(1,2),, Jorge Zamora-Ortiz(1,2), Paula Diez-Fornes(2), D. Palomar-Albert(1). CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DEL LECHO DE LAS HERIDAS CRÓNICAS. 9 de abril de 2018; Disponible en: https://www.anedidic.com/descargas/formacion-dermatologica/33/caracteristicas_y_manejo_del_lecho_de_las_heridas_cronicas.pdf
  1. Ignacio Paz Melero. PREVENTION AND TREATMENT OF DERMATOPOROSIS. LITERATURE REVIEW. 30 de abril de 2021;
  2. Megson M. Traumatic subcutaneous haematoma causing skin necrosis. BMJ Case Rep. 20 de julio de 2011;2011:bcr0520114273.
  3. ENRIQUE SALMERÓN-GONZÁLEZ*, ELENA GARCÍA-VILARIÑO, ALBERTO SÁNCHEZGARCÍA, ALBERTO RUIZ-CASES, JOSÉ GARCÍA-SÁNCHEZ, ABEL LLINÁS-PORTE. Manejo terapéutico del hematoma postraumático a tensión con sufrimiento cutáneo potencial.
  4. Chami G, Chami B, Hatley E, Dabis H. Simple technique for evacuation of traumatic subcutaneous haematomas under tension. BMC Emerg Med. 13 de diciembre de 2005;5:11.
  5. ¿En qué consiste la técnica Roviralta para el tratamiento de hematomas subcutáneos traumáticos? [Internet]. [citado 25 de junio de 2024]. Disponible en: https://enfermeriaevidente.com/en-que-consiste-la-tecnica-roviralta-para-el-tratamiento-de-hematomas-subcutaneos-traumaticos/
  6. Investigación RS. Técnica Roviralta. Artículo monográfico [Internet]. ▷ RSI – Revista Sanitaria de Investigación. 2023 [citado 25 de junio de 2024]. Disponible en: https://revistasanitariadeinvestigacion.com/tecnica-roviralta-articulo-monografico/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caso Clínico

Homogeneizar y comprimir en el tratamiento de úlceras venosas

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Anteriormente hemos abordado la importancia de los vendajes, el cuidado adecuado de la piel previo a su aplicación y la necesidad de homogeneizar de la extremidad para optimizar su efectividad.

En este caso, nos encontramos con un paciente varón de 40 años, diagnosticado con diabetes mellitus tipo II no insulinodependiente y obesidad. No presenta alergias a medicamentos y padece insuficiencia venosa crónica (IVC), una afección que impide un retorno venoso eficiente.

Antes de comenzar a explicar el caso clínico de hoy, nos gustaría informaros de que en nuestro LinkedIn compartimos contenido divulgativo de forma habitual en un formato menos extenso: con avances en el tratamiento de heridas, consejos prácticos para profesionales de la salud y la oportunidad de interactuar directamente entre profesionales. Si te interesa estar al día o compartir tus ideas, te invitamos a seguirnos.

La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad progresiva que, sin un tratamiento adecuado, puede derivar en complicaciones que afectan significativamente la calidad de vida del paciente. Por ello, se ha derivado al servicio de vascular para su valoración, control y establecimiento de un plan de tratamiento adecuado.

El paciente acude a consulta debido a la presencia de úlceras recurrentes durante los últimos 10 meses, localizadas en el tercio inferior externo de la pierna izquierda.

Exploración clínica

Al evaluar al paciente, se identifican signos y síntomas típicos en personas con diabetes, tales como:

  • Xerosis (sequedad cutánea), engrosamiento ungueal y ausencia de vello en miembros inferiores. Estas características son manifestaciones vasculares asociadas a la diabetes mellitus, tanto a nivel macroangiopático como microangiopático.
  • Dermopatía diabética, que se presenta en forma de manchas pretibiales, una de las alteraciones cutáneas más frecuentes en personas con diabetes.

Además, se observan signos característicos de la insuficiencia venosa crónica, como:

  • Varices tronculares, más pronunciadas en el miembro inferior derecho. Las venas varicosas son dilataciones y elongaciones de las venas superficiales, resultado del deterioro prolongado del sistema venoso.
  • Calambres musculares nocturnos, un síntoma frecuente en la IVC.
  • Linfedema leve a moderado, con la típica forma de “botella de champán invertida”.
  • Pigmentación ocre (dermatitis ocre o pigmentaria), producida por la extravasación de eritrocitos y el depósito de hemosiderina en los tejidos.

Evaluación diagnóstica

Durante la valoración clínica, se realizaron las siguientes pruebas:

  • Palpación de pulsos distales: Se detectaron pulsos pedio y tibial posterior positivos en ambos miembros inferiores.
  • Índice Tobillo-Brazo (ITB): Se obtuvo un valor de 1.14 mmHg en el miembro inferior izquierdo y 1.13 mmHg en el derecho.
  • Escalas de valoración clínica, que indican la presencia de una úlcera venosa complicada con diabetes mellitus mal controlada:
    • Escala CEAP: C6r. Esta clasificación, establecida por el American Venous Forum, categoriza la insuficiencia venosa crónica según manifestaciones clínicas (C), etiología (E), distribución anatómica (A) y hallazgos fisiopatológicos (P). En el estadio C6, se identifican cambios cutáneos con úlcera abierta.
    • Escala Fedpalla: Grado I, indicando un pronóstico favorable para la epitelización. Esta escala permite evaluar la piel perilesional en función de su capacidad de regeneración.
    • Escala EVA: 7 al tacto, 5-6 en reposo. La Escala Visual Analógica (EVA) mide la intensidad del dolor en una línea de 10 cm, donde 1 representa la menor molestia y 10 el dolor más intenso.
  • Pruebas de sensibilidad con monofilamento y diapasón: Resultados positivos, indicando sensibilidad conservada. Estas pruebas permiten detectar posibles signos de neuropatía diabética, una afección que conlleva la pérdida de sensibilidad en los pies, aumentando el riesgo de desarrollar úlceras sin percibir dolor.

 

Para el tratamiento, establecemos un plan basado en curas en ambiente húmedo y vendajes compresivos, adaptado a las necesidades del paciente.

Protocolo de tratamiento

En nuestros centros seguimos un protocolo estandarizado que se centra en el cuidado integral de la piel mediante el principio de las 3H: Higiene, Hidratación y Humedad. Como primer paso, realizamos una limpieza exhaustiva de ambos miembros inferiores con un jabón syndet formulado con aceites ozonizados. Además, procedemos a la higiene y desbridamiento del lecho de la herida si es necesario.

Al examinar la lesión, observamos costras y placa necrótica, con exudado escaso y sin signos de infección. Siguiendo el concepto TIMERS, realizamos un desbridamiento para optimizar el lecho de la herida y favorecer la cicatrización.

Tras el desbridamiento, aplicamos el protocolo CMUC de cura en ambiente húmedo (CAH), asegurando el cumplimiento de las 3H:

Higiene: Limpieza profunda del área afectada.
Hidratación: Aplicación de aceite ozonizado en la piel perilesional, aprovechando sus propiedades antiinflamatorias, regenerantes y reparadoras.
Humedad controlada: Uso de un gel antimicrobiano en el lecho de la herida para mantener un entorno óptimo de cicatrización.

Aplicación del vendaje compresivo

Tras completar la higiene, hidratación y control de la humedad, aplicamos una crema con aceites ozonizados para mejorar la elasticidad de la piel. Luego, procedemos a:

 Homogeneizar de la extremidad con compresas y vendaje de sujeción.
 Aplicación del vendaje compresivo con venda de tracción corta, ejerciendo una presión de 30-40 mmHg, en días alternos.

Esta presión ha sido determinada a partir del Índice Tobillo-Brazo (ITB) del paciente, permitiendo el uso seguro de vendaje compresivo para mejorar el retorno venoso.

Además, el uso previo de vendaje de gomaespuma ayuda a corregir la deformidad en “botella de champán invertida”, favoreciendo una distribución uniforme de la presión. De este modo, la compresión redirige el flujo sanguíneo desde las venas superficiales hacia el sistema venoso profundo, mejorando la circulación y reduciendo la sobrecarga venosa.

 

 

Seguimiento y compresión hasta la epitelización

El tratamiento se mantiene con la misma compresión hasta lograr la epitelización completa, lo que en este caso se ha conseguido en 4 meses. Una vez alcanzada esta fase, se procede a la colocación de medias de compresión fuerte (30-40 mmHg), fabricadas a medida, con una patente de silicona que evita su deslizamiento.

Sin embargo, la colocación de estas medias puede resultar complicada para el paciente, especialmente porque vive solo y presenta limitaciones de movilidad y flexibilidad. Para facilitar su uso, existen dispositivos específicos que permiten ponerlas de manera más sencilla e independiente.

Solución recomendada: Medi Butler

En este caso, hemos recomendado el calzador Medi Butler, una herramienta diseñada para facilitar la colocación de medias de compresión en personas con movilidad reducida.

 Tiradores ajustables: Permiten adaptar la longitud del asa según las necesidades del usuario.
 Extremos largos: Ideales para pacientes con dificultad en la flexión abdominal, como en este caso.
 Mayor autonomía: Facilita la colocación diaria, mejorando la comodidad y promoviendo la independencia del paciente.

 

Aunque esta es nuestra recomendación en este caso, existen otros modelos de calzadores que pueden ajustarse a diferentes necesidades. Puedes consultar más información sobre estas opciones en nuestra página web.

Cuidado de la piel

Para complementar el tratamiento, recomendamos mantener una buena hidratación de la piel, especialmente con productos ozonizados específicos para el pie diabético, que favorecen la regeneración y prevención de lesiones cutáneas.

 

 

 

Así como recomendamos de forma generalizada;

  • Valoración y seguimiento por cirugía vascular.
  • Evitar fuentes de calor directas.
  • Cuidados del pie diabético.
  • Deambulación activa diaria o realización de ejercicios.

Como profesionales sanitarios que somos en CMUC hemos estado realizando una educación para la salud en cada consulta en la que se explican los cuidados para tratamiento y/o prevención de lesiones en el pie diabético y en la IVC.

Como recomendaciones específicas sobre la IVC recomendamos:

  • Lavado y secado de la piel a diario, evitando la fricción, siempre a toquecitos.
  • Hidratación diaria de la piel con cremas ozonizadas de manera externa, así como internamente bebiendo entre 1,5 ó 2 litros de agua diariamente para mantener la piel elástica y activar la circulación sanguínea.
  • Las medias de compresión deben ser colocadas a primera hora de la mañana y retiradas justo antes de irse a dormir, realizando siempre una correcta higiene si precisa tras su retirada y una hidratación.
  • Se recomienda cambio de medias cada 6-3 meses.
  • Caminar diariamente a un mismo ritmo diaria unos 40 minutos para activar la bomba muscular y favorecer el retorno venoso.

Evitar fuentes de calor directa. El calor agrava los síntomas de la insuficiencia venosa crónica, por ello en verano empeoran los pacientes o comienzan a tener síntomas de la insuficiencia venosa crónica; sensación de pesadez y cansancio y agudizando los problemas de circulación, edema, eccema y finalmente inicio de úlceras o empeoramiento de ellas porque el calor provoca que las venas se dilaten y por gravedad surja un acumulo de sangre en las piernas.

Y en relación con los cuidados del pie diabético indicamos:

  • Inspección de los pies diariamente, de forma minuciosa y completa (planta y dorso de los pies, espacios interdigitales, uñas,) buscando posibles lesiones (callosidades, grietas, micosis, etc.) en el caso de no poder realizarlo personalmente o con ayuda de un espejo solicitar ayuda a un familiar/cuidador.
  • Tratamiento preventivo de las lesiones de los pies: hidratación diaria excepto entre los dedos (para evitar posibles hongos, humedades que puedan provocar úlceras interdigitales) para prevenir callosidades y durezas. No usar nunca callicidas, tijeras ni cuchillas para las callosidades.
  • Visitar al Podólogo mensualmente o cada 15 días según la indicación del podólogo especialista en pie diabético para prevenir callosidades, durezas, uñas encarnadas y engrosadas.
  • No caminar nunca descalzo. Evitar fuentes de calor cerca de los pies como el uso de mantas eléctricas, estufas, chimeneas, radiador etc, para evitar quemaduras y posibles lesiones en la piel como ha ocurrido en este caso.
  • Evitar rozaduras usando calzado especial para diabético con alto y ancho especial, o en el caso de tener deformidades uso de calzado ortopédico realizado a medida, así como las plantillas. Como ha ocurrido en este caso con la lesión plantar.

Hasta hoy el paciente ha conseguido mantener la piel bien hidratada y comprimida sin recidiva, lo que nos confirma la importancia de mantener una buena hidratación así como el uso de una compresión es el mejor tratamiento preventivo, entre otros, para evitar úlceras vasculares venosas.

 

Lecturas similares recomendadas

 

Bibliografía:

  1. Aguado RG, Farrès NP, Oliva BE, Camps EMF, Pérez MB, Herrera MÁD. Insuficiencia venosa crónica. FMC – Form Médica Contin Aten Primaria [Internet]. 2016 [citado el 19 de enero de 2023];23:5–38. Disponible en: https://www.patologiavascular.com/insuficiencia-venosa-cronica/
  2. Piel y Diabetes [Internet]. Cedlabs.com. 2020 [citado el 19 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.cedlabs.com/publicaciones/detalle/9-piel-y-diabetes
  3. Úlceras vasculares: Venosas [Internet]. Ulceras.net. [citado el 19 de enero de 2023]. Disponible en: https://ulceras.net/seccion.php?idsm=77&id=91
  4. Palomar-Llatas F, Ruiz-Hontangas A, Castellano-Rioja E, Arantón-Areosa L, Rumbo-Prieto JM, Fornes-Pujalte B. Validación de la escala FEDPALLA-II para valoración y pronóstico de la piel perilesional en úlceras y heridas: ENFERMERÍA DERMATOLÓGICA [Internet]. 2019 Aug 30 [cited 2023 Jan 18];13(37):43–51. Available from: https://enfermeriadermatologica.org/index.php/anedidic/article/view/33
  5. 5 claves de la escala EVA [Internet]. IFSES. 2022. Available from: https://ifses.es/escala-eva/
  6. Aceites ozonizados [Internet]. Ozoderm. 2021 [citado el 19 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.ozoaqua.es/ozoderm/aceites-ozonizados/
  7. medi Butler con tiradores ajustables [Internet]. Mediespana.com. [citado el 19 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.mediespana.com/productos/medivario-handlebutler/

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Caso Clínico

La importancia de las descargas selectivas en el pie

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En esta entrada queremos mostrar la necesidad e importancia de las descargas selectivas en el pie tanto para favorecer el proceso de cicatrización de una úlcera como para evitar posibles lesiones en zonas concretas.
Para ello presentaremos el caso de un paciente diabético con amputación transmetatarsiana realizada en 2012 y úlcera actual bajo la 1ª cabeza metatarsiana del pie derecho.

Antes de profundizar en el caso que nos ocupa, recordaremos los tipos de amputaciones más habituales en el pie:

Amputaciones digitales: para lesiones localizadas en las falanges, que suelen estar bien delimitadas. La principal ventaja de este tipo de amputación es que la deformidad del pie es mínima, manteniendo su funcionalidad y sin necesidad de rehabilitación.

Amputación transmetatarsiana: indicada en lesiones que incluyen varios dedos incluyendo sus espacios interdigitales, y en los procesos que afectan al tercio anterior del dorso del pie. En estos casos se resecciona la totalidad de las falanges y de la epífisis distal de los metatarsianos. Permite una funcionalidad aceptable del pie, ya que mantiene intactas las inserciones de los principales músculos del pie (tendón de Aquiles, tibial anterior, tibial posterior y peroneos)

Amputación de Lisfranc: también conocida como amputación tarsometatarsiana, supone la desinserción del tibial anterior y del peroneo. Ahí radica su principal inconveniente, ya que el muñón resultante tiende a adoptar una posición en equino que implica una sobrecarga en la zona anterior, y por tanto riesgo de ulceración en la cicatriz.

 

 

Amputación de Chopart: se basa en la amputación a través de la articulación mediotarsiana. El muñón resultante estaría a la altura de calcáneo y astrágalo, lo que implica mayor deformidad del pie en equino por el desequilibrio muscular, dificultando la tarea de conseguir una prótesis adecuada.

 

Amputación de Syme: fue descrita por el autor del mismo nombre en 1842 e indicada en casos de fracaso de la amputación transmetatarsiana. Se realiza a nivel de la articulación del tobillo, consiguiendo un buen muñón de apoyo, quedando espacio suficiente entre el extremo del muñón y el suelo, facilitando así la adaptación de la prótesis que suplirá sus funciones. No obstante, estas prótesis no consiguen generar un efecto biomecánico tan avanzado como las prótesis infracondíleas.

 

 

Prevalencia de amputaciones en diabetes mellitus (DM):

 

En España la prevalencia del pie diabético se calcula entre un 8-13% afectando, principalmente, a los pacientes entre 45-65 años. Hasta un 20% de los ingresos hospitalarios de las personas con DM son debidos a úlceras.

La DM es la causa de un 50% de las amputaciones no traumáticas de los miembros inferiores

El 85% de las amputaciones van precedidas de una úlcera.

El paciente con DM tiene 10 veces más probabilidades de sufrir una amputación no traumática que la población sin DM, con una mortalidad perioperatoria del 6% y postoperatoria de hasta un 50% a los 3 años de la cirugía

Según la OMS, el abordaje multidisciplinar puede reducir el índice de amputaciones al 50%, de ahí la importancia de instaurar de manera precoz un tratamiento adecuado y proporcionar al paciente unas nociones básicas de prevención.

 

Para eliminar la presión de la zona ulcerada o sensible de presentar úlcera, disponemos de 2 tipos de descarga:

  1. Provisionales: fieltros adhesivos, yeso de contacto total y zapato posquirúrgico. (tto coadyuvante hasta la resolución de la lesión)

 

  1. Definitivos: ortesis digitales de silicona, soportes plantares y calzado (una vez la zona esté totalmente epitelizada)

 

Presentación del caso clínico:

  • Sexo: Hombre
  • Edad: 65
  • Alergias: no AMC
  • Antecedentes:
    DM tipo 2 insulinodependiente de más de 15 años de evolución.

Accidente de tráfico con luxación de cadera en 2007.
Bypass de femoral a tibial anterior en 2010.
Amputación de 2º y 3er dedo MID en 2010.
Por mal perforante plantar, amputación de 1er dedo MID en 2011.
Amputación de 4º y 5º dedo MID en 2012.

  • Tratamiento farmacológico:  Lantus 100 u/ml
    – Synjardy 5mg/850 mg
    – Clopidrogel 75 mg
    – Simvastatina 20mg
  • Observaciones: no fumador, bebedor habitual, independiente para las actividades de la vida diaria y colaborador.

Paciente varón de 65 años que acude a nuestro servicio de enfermería para valoración de úlcera plantar en cabeza de 1er metatarsiano pie derecho de 3 semanas de evolución.

A su llegada presenta una lesión de 1.4 cm de alto y 1.4 cm de ancho. En el lecho de la herida presenta fibrina naturalizada y piel perilesional sana.

En la exploración física, se palpan pulsos pedio y tibial posterior en miembro inferior derecho (MID), con señal doppler positiva y un Índice Tobillo Brazo (ITB) de 1.1

En miembro inferior izquierdo (MII) no se consigue palpar pulsos, ni localizarlos mediante el doppler por lo que no se puede realizar ITB.

En MID presenta buena temperatura, coloración y relleno capilar óptimo, mientras que en MII se observa frialdad cutánea y relleno capilar lento.

A la exploración podológica no se objetiva neuropatía diabética, siendo positivo a las pruebas de sensibilidad superficial y sensibilidad profunda consciente e inconsciente.

En la escala FEDPALLA presenta grado II, lo que indica buen pronóstico de curación.

En la escala visual analógica del dolor el paciente indica un 6 en reposo y un 6 al tacto.

 

Tratamientos aplicados y evolución clínica de la úlcera:

Iniciamos el tratamiento realizando curas en ambiente húmedo, siendo éste modificado en función de las necesidades de la lesión.

En este caso, además de la cura, es fundamental colocar elementos de descarga provisionales, que eliminen la presión sobre el lecho de la úlcera para así permitir la granulación y epitelización total de la zona.

Se decide, por tanto, la colocación de 3 capas de fieltro adhesivo de 5mm de grosor.

 

De esta manera, combinando la cura en ambiente húmedo y la descarga, se consigue la epitelización total de la úlcera en 1 año

Ahora es el momento de realizar la descarga definitiva, en este caso un soporte plantar realizado a medida, que deberá llevar el paciente para evitar recidivas en la zona.

En primer lugar, se toma el molde del pie en espuma fenólica en carga controlada.

A continuación, se rellena el negativo del molde con escayola y se deja fraguar hasta que esté bien seco y podamos trabajar con el positivo sin riesgo de que se rompa.

Una vez esté fraguado, se desmolda, se limpia y realizamos el patrón que utilizaremos para marcar y cortar los materiales seleccionados para la confección de la plantilla.

En esta ocasión la base de la plantilla será combinación de una capa de resina flex 1,2 mm más una capa de resina flux de 0,9 mm. Se recorta el material, se calienta en horno a una temperatura de entre 90-110ºC y una vez fusionado se adapta directamente sobre el molde.

Después de la adaptación, pulimos la base de la plantilla sobre la que añadiremos la descarga definitiva. El patrón será el mismo que utilizábamos con el fieltro, pero esta vez la confeccionaremos en EVA de densidad media, con cierto grado de amortiguación, que sufre menos desgaste, teniendo por tanto mayor durabilidad.

 

En este caso, forraremos la plantilla con un material de amortiguación que incluye iones de plata con propiedades antibacterianas y antifúngicas especial para diabéticos.

Por último, tenemos que completar con la prótesis para suplir la zona del antepié amputada, necesario para mejorar el equilibrio del paciente, así como para evitar deformaciones en el calzado.

Lo haremos superponiendo varias capas de EVA de alta densidad y puliéndola de tal manera que adquiera una forma que rellene el calzado por la parte de la puntera.

Para separar el pie de la puntera, necesitamos colocar un material blando, fácilmente depresible, que proteja al muñón de roces y fricciones. Utilizaremos 2 capas de espuma de látex.

 

 

Una vez terminadas, se le entregan al paciente proporcionándole las indicaciones de uso, adaptación y mantenimiento y se cita en 2 semanas para la revisión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Mateus, L., Díaz Angarita, M. P., Neira López, C. L., Pimienta de la Hoz, M. C., Salamanca Zamora, G. S., & Castiblanco Montañez, R. A. (2021). Prevención de la amputación en pacientes con pie diabético. Investigación en Enfermería Imagen y Desarrollo, 23, 01–10. https://doi.org/10.11144/javeriana.ie23.papp

 

  1. Poggio Cano, D., & García Elvira, R. (2018b). Amputaciones de la extremidad inferior en el paciente diabético. Monografías de Actualización de la SEMCPT, 10(1), 57. https://doi.org/10.24129/j.mact.1001.fs1805010

 

  1. Navarro ET, Marcos LT, Marcos FM, de Avila JMR, Tarraga López PJ. Prevención de amputaciones relacionadas con el pie diabético. J Negat No Posit Resultados [Internet]. 2022 [citado el 8 de febrero de 2023];7(2):235–65. Disponible en: https://revistas.proeditio.com/jonnpr/article/view/4450

 

  1. Busquets Net R, Crespo Fresno A, Duarri Lladó G. Abordaje no quirúrgico del pie diabético. Monografías de Actualización de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo [Internet]. 2018;10(1). Disponible en: https://fondoscience.com/sites/default/files/articles/pdf/mact.1001.fs1805004-abordaje-no-quirurgico-del-pie-diabetico.pdf

 

  1. Cifuentes Cifuentes FE, Tibisay B, Cáceres A. Diseño de prótesis para amputación transmetatarsal y de Chopart Diseño de prótesis para amputación transmetatarsal y Chopart [Internet]. Scielo.cl. [citado el 8 de febrero de 2023]. Disponible en: https://www.scielo.cl/pdf/ingeniare/v30n1/0718-3305-ingeniare-30-01-180.pdf

 

 

BIBLIOGRAFÍA IMÁGENES:

  1. Amputaciones menores del pie a consecuencia del pie diabético y ortoprótesis [Internet]. Mediprax.mx. Mediprax; 2019 [citado el 8 de febrero de 2023]. Disponible en: https://mediprax.mx/amputaciones-menores-del-pie-a-consecuencia-del-pie-diabetico-y-ortoprotesis/

 

  1. Poggio Cano D, García Elvira R. Amputaciones de la extremidad inferior en el paciente diabético. Monografías de Actualización de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo [Internet]. 2018 [citado el 8 de febrero de 2023];10(1):57. Disponible en: https://fondoscience.com/mon-act-semcpt/num10-2018/fs1805010-amputaciones-de-la-extremidad-inferior-en-el-paciente-diabetico

 

  1. Latam PW*. Amputación Lisfranc (tarso metatarsiana) y Chopart (mediotarsiana) [Internet]. Prótesis & Ortesis MG. P&O MG LATAM * Prótesis Avanzadas; 2019 [citado 8 de febrero de 2023]. Disponible en: https://protesismg.com/la-amputacion-pag-1-que-es/blog-especializado-mg-latam/ortopedia-y-traumatologia/amputacion-malformacion-y-deformidad/cod-3165/attachment/amputacion-lisfranc-tarso-metatarsiana-y-chopart-mediotarsiana/

 

  1. Santamarta L, Loterzo L. Amputaciones no traumáticas de los miembros inferiores. Amputaciones alrededor del pie (Parte III). Rev Asoc Argent Ortop Traumatol [Internet]. 2013 [citado 8 de febrero de 2023];78(3):144. Disponible en: https://www.aaot.org.ar/revista/2013/n3/Rev_Asoc_Argent_Ortop_Traumatol_2013_78_%283%29_144.pdf

 

  1. Santamarta L, Loterzo L. Amputaciones no traumáticas de los miembros inferiores. Amputaciones alrededor del pie (Parte III). Rev Asoc Argent Ortop Traumatol [Internet]. 2013 [citado 8 de febrero de 2023];78(3):144. Disponible en: https://www.aaot.org.ar/revista/2013/n3/Rev_Asoc_Argent_Ortop_Traumatol_2013_78_%283%29_144.pdf

 

 

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Caso Clínico

¿Sabes en qué consiste la escleroterapia?

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¿Qué es la escleroterapia? (1)

Es una técnica o procedimiento indicado para el tratamiento de los problemas venosos conocido comúnmente como varices o para el tratamiento estético de las arañas vasculares.

Como ya hablamos en otras ocasiones, las varices surgen normalmente en los miembros inferiores, para aliviar los síntomas y signos provocados por la insuficiencia venosa crónica.

Existen otros metidos para el tratamiento de las varices, pero en este caso vamos a hablar de la escleroterapia, ya que es un proceso muy habitual en las consultas de cirugía de vascular, así como uno de los tratamientos para la cicatrización de lesiones.

Puedes consultar algunas de las entradas de blog publicadas sobre la insuficiencia venosa crónica:

https://www.ulceras.info/divulgacion/insuficiencia-venosa-cronica/?highlight=%22varices%22

Varicorragia

Linfedema y Lipedema

https://www.ulceras.info/caso-clinico/caso-clinico-importancia-de-homogeneizar-y-de-la-compresion-en-un-miembro-con-ulcera/?highlight=%22varices%22

¿En qué consiste? (1,3)

La escleroterapia consiste en inyectar una solución en la vena mediante una aguja una solución líquida, que hace que la vena se fibrosa, esclerose o se “endurezca” o se colapse posteriormente desapareciendo, quedando la vena sellada obligando a la sangre a circular por el resto de venas sanas.

Después de la escleroterapia, las venas tratadas tienden a desaparecer en unas pocas semanas, aunque a veces no desaparecen del todo tardando un mes o más en ver los resultados, debiendo repetirse el procedimiento en algunas ocasiones.

Es un procedimiento sencillo que a veces precisa de una ecografía en los casos más profundos, pero es un procedimiento que no requiere cuidados posteriores, pudiendo deambular como de normalidad y usar algunas medidas terapéuticas indicadas por el doctor realizador, como podrían ser el uso de medias de compresión, aplicaciones de hidratantes etc… Esto ayudará a evitar que se formen coágulos sanguíneos y mantendrá la presión en las venas tratadas.

 

¿Cuándo se recomienda? (1,2)

La escleroterapia suele hacerse para mejorar los síntomas y signos provocados por las varices como son:

  • Dolor.
  • Hinchazón.
  • Ardor.
  • Calambres por la noche (o en reposo).
  • Cambios en la piel que son provocadas por tener demasiada presión en las venas.
  • Heridas o úlceras en miembros inferiores provocados por problemas varicosos.

 

¿Qué efectos secundarios o riesgos tiene la escleroterapia? (1,2,3)

La escleroterapia tiene pocas complicaciones graves, pero pueden producirse los siguientes efectos secundarios.

En la zona de la punción:

  • Hematomas.
  • Áreas enrojecidas en relieve.
  • Llagas pequeñas en la piel.
  • Oscurecimiento de la piel.
  • Una serie de pequeños vasos sanguíneos enrojecidos.
  • Retorno de la vena varicosa con el tiempo.

  

En la zona o miembro afectado (menos inusuales):

  • Inflamación:Suele ser leve, pero puede causar hinchazón, calor.
  • Coágulo sanguíneo:Si se forma un bulto de sangre coagulada en una vena tratada, podría ser necesario drenarlo. En muy pocas ocasiones, un coágulo sanguíneo puede trasladarse hasta una vena más profunda de la pierna, esta afección se conoce como trombosis venosa profunda.
  • Burbujas de aire:Pueden formarse pequeñas burbujas de aire en la sangre.
  • Reacción alérgica: es poco frecuente, es posible tener una reacción alérgica a la solución que se utiliza para el tratamiento.

 

Beneficios de la escleroterapia (2,4)

Cada sesión de escleroterapia típicamente resulta en la eliminación del 50% al 80% de las venas inyectadas.

Los beneficios de la escleroterapia son numerosos, ya que mejora significativamente la apariencia de las venas varicosas y arañas vasculares, proporcionando alivio del dolor y otros signos y síntomas asociados mediante un proceso seguro, que reduce el volumen y mejora la figura, ya que es un procedimiento mínimamente invasivo, con baja necesidad de hospitalización ni anestesia general, que utiliza un esclerosante para tratar la vena con seguridad.

 

 

Caso clínico, úlcera varicosa que precisa de tratamiento escleroterapia.

Varón de 40 años, independiente para las ABDV, que acude a nuestro servicio de Enfermeria por úlcera maleolar interna MID desde hace años con recidiva. Actualmente, no usa medias de compresión por la costra.

Varicorragias frecuentes que precisan de cauterización con nitrato de plata y curas.

Fumador, No hábitos tóxicos

Paciente con problemas cardiacos por trasposición de grandes arterias, safenectomía de miembro izquierdo, stent inguinal en ambos miembros inferiores, varicorragias recurrentes tratadas con nitrato de plata en otros centros. En tratamiento con Xarelto y Carvedilol.

Refiere dolor punzante ocasional, pesadez de ambos miembros inferiores. Deambula habitualmente. No refiere claudicación.

Porta lesión costrosa al aire.

Se observa lesión maleolar interna de MID con costra seca, con bordes cicatrizados. Que tras limpieza se observa lecho de punto cauterizado y tejido de granulación.

No Asimetría de perímetro de zona polaina y gemelo, lipodermaporosis y dermatitis ocre enrojecida.

Pigmentación en ambos MMII en trayectos venosos por posibles depósitos de hemosiderina.

Se aprecia vello, arañas vasculares y venas reticulares en ambos MMII

Iniciamos curas en ambiente húmedo, vendaje compresivo y se indica acudir al servicio de cirugía vascular para valoración de posible realización de escleroterapia.

Con una evolución de cuatro semanas, se termina cicatrizando la lesión mediante curas en ambiente húmedo y vendaje compresivo.

Posteriormente acudió con una úlcera en la misma zona, pero con un estadio menos avanzado.

Con una evolución de una sola semana se consigue la epitelización de la herida.

 

 

 

Se le recomienda:

  • Seguimiento por Cir. Vascular; valoración de escleroterapia de zona varicorragia frecuentes y Valorar toma de venotonicos por pesadez.
  • Evitar fuentes de calor directa.
  • Hidratación de la piel diaria.
  • Recomendaciones dietéticas.
  • Deambulación activa diaria 35-40 min.
  • Medias de compresión tras alta.
  • Elevar MMII durante el reposo y la noche.

 

Tras la escleroterapia acude a la clínica por ampollas en la misma zona, complicación no habitual, ya que solo un 1% cursa con infección, ulceración y cicatriz si la persona tratada es excepcionalmente sensible a la pequeña cantidad de solución que puede escaparse durante la inyección.

 

Tras una semana de evolución, se consigue la epitelización de la lesión.

 

 

 

 

 

Bibliografía

1 https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/sclerotherapy/about/pac-20384592

2 https://www.radiologyinfo.org/es/info/sclerotherapy

3 https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007395.htm

4 https://phoenixliposuction.com/es/blog-es/escleroterapia-mas-alla-de-la-estetica/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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