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Dehiscencia de la herida quirúrgica

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En la entrada de esta semana hablamos sobre la dehiscencia de una herida quirúrgica (mencionada en algún caso clínico publicado anteriormente), sobre las causas y factores de riesgo, también os damos unas recomendaciones para tener en cuenta en el cuidado de una cicatriz durante los primeros dos años.

Definición

La dehiscencia de una herida quirúrgica es una complicación quirúrgica, que aparece cuando las capas de la superficie se separan o se abren por completo, suele ocurrir más frecuentemente en cirugías abdominales. Puede ocurrir tanto cuando aun se mantiene el material de sutura o inmediatamente después de retirarlo.

Tipos

  • Dehiscencia parcial. Cuando solo se separan las capas superficiales del tejido.
  • Dehiscencia total. Cuando todas las capas del tejido se separan (posiblemente se vean los tejidos subyacentes y los órganos, en peor de los casos y raramente pueden salir los órganos por la herida).

Esto puede aparecer cuando el esfuerzo o la tensión sobrepasan la resistencia de los puntos/grapas usadas para cerrar el corte. Puede ocurrir al toser, al levantar algo pesado, realizar ejercicios/movimientos que precisan esfuerzo, o simplemente cuando la cicatrización no es correcta.

 

Fases de cicatrización

Es importante conocer que la cicatrización de una herida es un proceso natural de nuestro cuerpo que se inicia automáticamente cuando la piel se lesiona (también conocido como “cascada de cicatrización”) para unir los tejidos dañados. Este proceso de curación se diferencia en varias fases:

  1. Coagulación (homeostasis). Esta comienza inmediatamente en el momento de realizar el corte y tiene como objetivo parar la hemorragia.
  2. Inflamación. Justo después de conseguir la coagulación inicia esta fase inflamatoria o defensiva, su objetivo es eliminar bacterias y material extraño (aparecen glóbulos blancos denominados neutrófilos), de esta forma se prepara el lecho de la herida para el tejido nuevo. Esta fase puede durar entre cuatro a seis días. Después de la intervención la herida puede presentar edema, enrojecimiento de la piel, calor o ser dolorosa al tacto.
  3. Proliferación. Esta fase comienza una vez que la herida está limpia, el objetivo es regenerar el tejido y cubrir la herida. Aproximadamente dura de cuatro a 24 días.
  4. Maduración (o remodelamiento). La última fase inicia entre una a dos semanas después de la intervención quirúrgica y puede durar hasta dos años. Tiene como objetivo conseguir un tejido optimo. Durante esta fase el nuevo tejido se fortalece y gana en flexibilidad poco a poco.

Herida

Tipos de cicatrización

También hay que mencionar los tres tipos de cicatrización:

  • Cicatrización de Primera intención. Es cuando se aproximan los bordes de la herida con suturas o adhesivos. Típico en heridas quirúrgicas, donde los bordes son limpios. Tiene como objetivo minimizar la apertura de la herida con el fin de facilitar la epitelización total.
  • Cicatrización de Segunda intención. También se le llama cierre por granulación, se emplea cuando una herida es grande o sus bordes son amplios o hay riesgo de infección. Es por cierre espontaneo, sin ayuda de métodos de acercamiento como suturas. La fase de proliferación es mas larga y la cicatrización total tarda más tiempo.

  • Cicatrización de Tercera intención. Es la combinación de los dos tipos anteriores, en heridas en las que no se puede realizar un cierre primario debido por ejemplo a una alta probabilidad de infección, entonces primero se deja la granulación del tejido y una vez que el lecho de la herida ha mejorado se procede a cerrar la herida con sutura.

 

Factores de riesgo

Factores de riesgo/causas que influyen en la cicatrización de una herida quirúrgica

Según localización

Dependiendo la localización y el tipo de cirugía, existen varias causas generalizadas para la aparición de una dehiscencia en la herida quirúrgica:

  • Infección de la herida.
  • Una vascularización insuficiente. El proceso de cicatrización precisa de glucosa y oxígeno.
  • Si existe una presión sobre los puntos de sutura.
  • Cuando el tejido o el músculo esta debilitado en la zona de la incisión.
  • La edad del paciente. Los cambios fisiológicos del envejecimiento pueden retrasar el proceso de cicatrización.
  • El tabaco influye en la cicatrización por la vasoconstricción, la disminución de la respuesta inflamatoria y al alterar el metabolismo del colágeno.
  • Esta enfermedad influye en la microvascularización, en la macrovascularización, en la producción de los factores de crecimiento, y altera la proliferación y la migración de los fibroblastos.
  • Nutrición deficiente. Por ejemplo, niveles muy bajos de vitaminas (en especial de C y A), zinc o magnesio.
  • La incisión quirúrgica se encuentra en una cicatriz anterior, o en una zona de la piel tratada con radioterapia.
  • No seguir las instrucciones postoperatorias (por ejemplo, levantar objetos pesados).
  • Error quirúrgico. Una mala elección de la técnica de cerrado o el uso incorrecto del material de sutura elegido.
  • Hay medicamentos que interfieren en el proceso de cicatrización (como los corticoesteroides, los agentes antineoplásicos y los antiinflamatorios).
  • En heridas quirúrgicas abdominales el aumento de presión por acumulación de líquido, intestinos inflamados, tos fuerte, esfuerzos o vómitos.
  • Otras enfermedades como enfermedad renal, cáncer, enfermedades inmunes, quimioterapia, etc.

 

Síntomas en una dehiscencia de herida quirúrgica

A continuación, posibles síntomas que podrían darse en estos casos:

  • Los puntos de sutura o grapas se rompen.
  • Una parte o la totalidad de la herida quirúrgica se abre.

 

  • Una sensación de tirantez o desgarro.
  • Signos de infección como fiebre, enrojecimiento, hinchazón, exudado con mal olor o escalofríos.

  • Supuración o sangrado de la herida, por norma general suele ser un liquido de transparente a rosado.

También hay que comentar posibles complicaciones de la dehiscencia de una herida quirúrgica:

  • Infección. Toda herida abierta corre riesgo de infectarse.
  • Evisceración de la herida, es decir, cuando los órganos internos salen del plano de la herida.

 

Diagnóstico

Existen varias pruebas que se pueden realizar:

  • Cultivos de la herida y del tejido para saber si hay una infección y así decidir su médico sobre el mejor tratamiento.
  • Análisis de sangre también para determinar si existe una infección.
  • Radiografías para determinar la extensión de la separación de la herida.
  • Ultrasonido o tomografía computarizada para detectar posibles seromas (acumulación de líquido).

Tratamiento

  • Medicamentos orales o vía intravenosa como antibioterapia (antibióticos si existe una infección) o analgésicos (para calmar el dolor).
  • Intervención quirúrgica para retirar el tejido contaminado/muerto (desbridamiento quirúrgico), realizar una resuturación o colocar una pieza temporal/permanente de malla (para realizar un puente en el espacio de la herida).
  • Realizar curas en ambiente húmedo por personal cualificado para cerrar la herida desde adentro hacia afuera.
  • Epitelización de la herida por terapia de presión negativa. El uso controlado de una presión subatmosférica y succión acelera la cicatrización de una herida al favorecer la vascularización y el desbridamiento de esta.

 

Prevención

Que hacer para prevenir una dehiscencia quirúrgica 

La prevención ya empieza en el propio quirófano, el cirujano responsable conoce técnicas quirúrgicas sencillas (por ejemplo, el desbridamiento del tejido desvitalizado, el lavado de las heridas, evitar que los tejidos alcancen temperaturas elevadas) que disminuyen la inflamación postoperatoria y favorecen una adecuada cicatrización.

La elección de las saturas también es importante, se selecciona la técnica de sutura mas adecuada para realizar el cierre por primera intención.

 

El cirujano decidirá si es adecuado la administración de antibióticos antes y después de la cirugía.

La zona de la herida quirúrgica debe mantenerse siempre limpia.

Cumplir con las instrucciones posoperatorias del personal cualificado y que se le entregan al alta (como por ejemplo no levantar objetos pesados, no realizar esfuerzos, etc.).

No se debe mojar una herida en proceso de cicatrización en piscinas o en el mar, debido a que esto aumenta el riesgo de infección, lo que retrasaría la cicatrización y favorecería la aparición de complicaciones.

Retirar la sutura en el tiempo adecuado si son irreabsorbibles (no necesario si son reabsorbibles pues en este caso el cuerpo las disolverá) según instrucciones del cirujano.

 

¿Cómo cuidar una cicatriz?

No todas las pieles son iguales y no todas las personas tienen el proceso de cicatrización igual (ya sea por genética, mala alimentación, mala circulación o por enfermedades autoinmunes/crónicas).

Para acabar el artículo de esta semana y que esperamos os haya gustado, os dejamos algunas recomendaciones para mejorar los cuidados de la cicatriz durante los siguientes dos años:

  • Hidratar la cicatriz. Esto favorece a la elasticidad de la piel, consigue un color uniforme y un mejor resultado estético. Hidratar bien la cicatriz y la piel alrededor con aceites ozonizados, crema hidratante, aceite de rosa mosqueta, aloe vero, etc.

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  • Un masaje de la cicatriz y de la piel circundante que puedes realizar al hidratarla. Esto ayuda a evitar que se formen adherencias entre diferentes planos y mejora el drenaje linfático interrumpido por la incisión quirúrgica (provoca la inflamación de los tejidos de alrededor). Por otro lado, ayuda a ablandarla y así evitar una reacción fibrosa excesiva.

coser un brazo

 

  • Protección solar. Proteger la herida de los rayos solares. Las cicatrices recientes son muy vulnerables y pueden quemarse mas fácilmente. También puede provocar una hiperpigmentación postinflamatoria (la cicatriz y el resto de la piel alrededor se oscurece).
  • Secar bien la cicatriz. Las cicatrices pueden reblandecer con el contacto continuo con el agua (en especial si está caliente).
  • Seguir una alimentación equilibrada. Esta va a favorecer una correcta cicatrización y evitara posibles infecciones.
  • Dejar de fumar. Como hemos explicado anteriormente está demostrado que altera los mecanismos de la cicatrización (afectando la microcirculación, favoreciendo infecciones y la dehiscencia de las heridas).
  • Importante que en caso de aparecer alguna complicación acudir a tu médico.

 

Más información

Puedes encontrar más información interesante en estas entradas publicadas anteriormente en ulceras.info:

 

Bibliografía

  1. Dehiscencia por Herida – Western New York Urology Associates, LLC [Internet]. Wnyurology.com. [cited 2023 Jan 3]. Available from: https://www.wnyurology.com/content.aspx?chunkiid=127615
  2. Ocronos R. Complicaciones de las heridas quirúrgicas: factores de riesgo, prevención y tratamiento. Ocronos – Editorial Científico-Técnica [Internet]. 2021 [cited 2023 Jan 3]; Available from: https://revistamedica.com/complicaciones-heridas-quirurgicas/
  3. Consejos para una buena cicatrización tras una cirugía [Internet]. Clínica Opción Médica. 2019 [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://opcionmedica.es/es/blog/cirugia-plastica/consejos-buena-cicatrizacion/
  4. Krames Online – Separación de la herida después de la cirugía (dehiscencia de la herida) [Internet]. Kramesonline.com. [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://vanortherncalifornia.kramesonline.com/spanish/HealthSheets/3,S,61070es
  5. Sharp A. Las 4 fases principales de la cicatrización de heridas [Internet]. Escudo de Salud. 2018 [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: http://www.shieldhealthcare.com/community/news/2018/09/27/como-curan-las-heridas-las-4-fases-principales-de-la-cicatrizacion-de-heridas/
  6. por marketing. ¿Sabías que hay 3 fases para la cicatrización de heridas? [Internet]. Vascusalud. 2022 [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://vascusalud.com.pe/sabias-que-hay-3-fases-para-cicatrizacion-heridas/
  7. Zárate G, Gatica T, Alfieri F. Manual de heridas y suturas [Internet]. Medfinis.cl. [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.medfinis.cl/img/manuales/Cicatrizacionfpdfv3.pdf

Imágenes

  1. CMUC Piadela.
  2. por marketing. ¿Sabías que hay 3 fases para la cicatrización de heridas? [Internet]. Vascusalud. 2022 [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://vascusalud.com.pe/sabias-que-hay-3-fases-para-cicatrizacion-heridas/
  3. Zárate G, Gatica T, Alfieri F. Manual de heridas y suturas [Internet]. Medfinis.cl. [citado el 17 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.medfinis.cl/img/manuales/Cicatrizacionfpdfv3.pdf
  4. CMUC Piadela.
  5. Piadela.
  6. Frazão A. Seroma: qué es, síntomas y tratamiento [Internet]. Tua Saúde. 2022 [citado 26 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.tuasaude.com/es/seroma/
  7. Salud N en. Una sutura es el material destinado a favorecer la cicatrización de una herida mediante el cosido quirúrgico de los bordes de la misma con objeto de mantenerlos unidos. ¿Sabes cuántos tipos de suturas quirúrgicas hay? ¡Te las enseñamos en esta infografía! 📝 ⬇⬇twitter.com/l4uye4ht7s [Internet]. Twitter. 2020 [citado 26 de enero de 2023]. Disponible en: https://twitter.com/ensaludnoticias/status/1330103793900539907
  8. Jurado RG. La eficacia del aceite ozonizado en pieles frágiles con o sin úlceras [Internet]. Úlceras Magazine. 2019 [citado 26 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.ulceras.info/productos/la-eficacia-del-aceite-ozonizado-en-pieles-fragiles-con-o-sin-ulceras/
  9. Millán C. Tratamiento de cicatrices Santander [Internet]. Clínica Dermatológica y Estética en Santander | Santanderma. Clínica Santanderma; 2017 [citado 26 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.santanderma.com/dermatologia-estetica/cicatrices/

 

Emma Santiso

Servicio de enfermería CMUC Piadela

 

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Cura húmeda y cura seca: diferencias

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CURA HUMEDA_SECA

En este artículo explicamos las diferencias más importantes entre la cura húmeda y la cura seca en el tratamiento de heridas.

Las heridas crónicas suelen tener una duración prolongada y una alta tasa de complicaciones. Entre los principales factores que retrasan su cicatrización se encuentran:

  • Un estado inflamatorio crónico o mantenido.

  • El desequilibrio entre proteasas e inhibidores de proteasas en el lecho de la herida.

  • La colonización bacteriana y la presencia de biofilm.

  • La acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS).

Curas húmedas

La cura en ambiente húmedo (CAH) en heridas crónicas ha demostrado grandes beneficios:

  • Acelera la cicatrización, gracias al mantenimiento de un nivel de humedad óptimo.

  • Proporciona mayor protección frente a la colonización bacteriana.

  • Es una técnica más versátil que la gasa tradicional, ya que existen numerosos apósitos adaptados a cada necesidad (absorción, impermeabilidad, acción antibacteriana…).

  • Es un procedimiento menos doloroso y menos traumático, porque los apósitos no se adhieren ni a la piel ni al lecho de la herida.

Los estudios que comparan la cura húmeda con la tradicional muestran que, aunque los apósitos modernos tienen un coste inicial más elevado, a medio plazo suponen un ahorro para el sistema sanitario.

Por ejemplo, las úlceras venosas tratadas con cura húmeda cicatrizan en promedio cinco meses antes que aquellas tratadas con cura seca, en las que el proceso puede alargarse hasta 48-50 meses. Esta diferencia es frustrante tanto para el paciente como para el personal de enfermería, ya que la cura húmeda consigue los beneficios mencionados con anterioridad de forma más rápida y eficaz.

Curas Húmedas

La Cura en Ambiente Húmedo en las heridas crónicas ha demostrado que produce: (2)

  • Una cicatrización acelerada favorecida por el grado de humedad que se mantiene de forma exacta.
  • Genera una protección aumentada frente a la colonización por agentes patógenos.
  • Técnica muy versátil frente a la gasa tradicional ya que existen una amplia gama de apósitos que se adaptan a la situación patológica (mayor o menor absorción, impermeabilidad, mayor o menor poder antibacteriano…).
  • La cura se convierte en un procedimiento menos doloroso y traumático para el paciente puesto que los apósitos no se quedan adheridos a la piel o al lecho de la herida.

Además, si nos centramos en los estudios que revelan la eficacia de la cura húmeda frente a la tradicional, los resultados establecen que, aunque los apósitos de las nuevas formas de tratamiento son más costosos que el material tradicional; este tipo de cura supone un menor gastos la sanidad.

Muestra de ello es que las ulceras venosas se curan en un promedio de unos cinco meses menos que aquellas que se tratan con curas secas; donde el tratamiento puede alargarse hasta unos cuarenta y ocho o cincuenta meses; algo que se vuelve desesperante para el profesional de Enfermería y para el paciente ya que la cura en ambiente húmedo genera los beneficios mencionados con anterioridad.

Curas Secas

La cura seca se usa poco ya que retrasa la cicatrización. Consiste en mantener la herida limpia y seca para prevenir infecciones, siendo la responsable de:

  • Disminuir la temperatura en el lecho de la úlcera, provocando que las células sanas se sequen y mueran.
  • Eliminar la humedad, originando que las células epidérmicas emigren hacia el interior, retrasando el proceso de cicatrización.
  • Originar una costra, que se fija en planos inferiores mediante fibras de colágeno, impidiendo la aparición del nuevo tejido.
  • Exponer la herida a contaminantes externos.

Sin embargo, si nos fijamos en el análisis de los costos en función del tiempo de evolución de las heridas crónicas, es cierto que, inicialmente las curas avanzadas son mucho más costosas que las tradicionales, pues se precisa de un material específico y de profesional cualificado para realizar dicho procedimiento.

En las heridas en las que se emplea cura seca , se debe prestar extrema atención al momento en que se retira el apósito, pues al estar adherido al lecho de la herida causa extremo dolor para los enfermos y es uno de los motivos por los que rechazan las curas.

Es preciso conocer, por todos los profesionales de la salud, que este tipo de cura sólo debe ser empleado en las heridas quirúrgicas o en aquellas heridas que presenten zonas sin vascularización, con signos evidentes de necrosis. Con el objetivo de frenar el avance de la lesión, en el caso de que no haya tratamiento quirúrgico, como por ejemplo, en el caso de las lesiones isquémicas.

La cura seca usa materiales de baja absorción y alta capacidad de desecación, representados por gasa y algodón, en forma de compresas, apósitos o torundas. Estos materiales son pasivos, en el sentido de que no intervienen en el proceso de cicatrización y, peor aún, lo lentifican y complican. Varios estudios aleatorios han demostrado que estos materiales disminuyen la cicatrización, aumentan los costos, aumentan la incidencia de infección y generan más dolor.(3)

las curas se caracterizan por ser de frecuencia diaria, dolorosas, ya que en cada evento de curación se remueve tejido sano de manera cruenta con sangrado y dolor, son más costosas, porque implican gastos para el proveedor de salud y para el paciente en cada consulta para la curación, y alargan el periodo de cicatrización, haciéndolo más susceptible a complicaciones locales o sistémicas (3)

Lamentablemente, se caracterizan por un alto nivel de empirismo por parte de las personas que lo realizan, sumado a conceptos de cultura popular y folclor que van en detrimento de la atención profesional, como el uso de plantas, azúcares tipo panela, soluciones antisépticas como el peróxido de hidrógeno, soluciones yodadas o con cloro, que se ha demostrado que lentifican y complican el proceso de cicatrización, tanto en heridas agudas como crónicas. (3)

Para la cura se utilizan productos pasivos aquéllos que no interactúan con la herida, tienen alta capacidad de desecación y poca absorción, y además, favorecen la infección. Son los usados en la curación convencional. El más representativo es la gasa tejida o prensada, material de origen natural que destruye el tejido de granulación en diferencia con los Productos activos que son los utilizados en la curación avanzada y son activos porque interactúan con la herida favoreciendo su proceso de cicatrización.(3)

Sin embargo, a pesar de haber sido superada por la cura en ambiente húmedo, no se puede ignorar pues sigue estando justificada en determinados casos: (4)

  • Curación de heridas cerradas por primera intención (suturas, grapas, etc.) – Como medida de protección frente a infecciones secundarias. – Como acolchado de protección frente a irritaciones mecánicas.
  • Además de en heridas agudas, la CT se viene utilizando en lesiones isquémicas no revascularizadas, con el objetivo de evitar infecciones, no la curación. Así mismo, para delimitar necrosis cara a una posterior resección (amputación mayor o menor).

Finalmente, El 90% de los estudios han demostrado que, la curación húmeda en pacientes con heridas crónicas como las úlceras venosas, presentan una cicatrización acelerada acompañada de una disminución evidente de las complicaciones de la patología y una mejora en la calidad de vida del enfermo.(5)

Curas húmedas y secas. Tabla de recomendación

La mayoría de las curas secas se realizan con la povidona yodada, pero, si esta está indicada para su uso en piel sana e intacta, ¿es correcto su uso en heridas crónicas?.

La povidona yodada tiene un tiempo de actividad de 3 min y un efecto residual de 3h. Se ha demostrado que retrasa el crecimiento del tejido de granulación, y puede producir efectos sistémicos adversos, tales como acidosis metabólica; hipernatremia, trastornos de la función renal, hepática y tiroidea.

Además, es incompatible con las enzimas proteolíticas como la colagenasa, por ello si se utiliza previo al desbridamiento la inactiva, al igual que los productos con plata.(4)

En la siguiente tabla podemos ver las diferencias entre curas húmedas y secas.

Cura húmeda y seca diferencias

4 motivos por el que realizar una cura en ambiente húmedo

Guía del Ministerio de Sanidad, Manual de consenso de profesionales y Sumario de Evidencias (SE) de Uptodate, definen a la cura húmeda frente a la cura seca como nivel de evidencia alto.

Según las guías de práctica clínica consultadas podemos indicar 5 motivos por el que realizar CAH:

1 – Previene la formación de costras y cicatrices antiestéticas

En un entorno húmedo, se previene la formación de costras. Si las heridas se curan sin costras y el proceso de curación y la formación de nuevo tejido permanece intacto, la probabilidad de cicatrización disminuye obteniendo mejores resultados estéticos. Las heridas que se dejan secar al aire siempre crearan costras, lo que dificultará que la herida cierre por sí misma. Bajo estas condiciones secas, el nuevo tejido tendrá dificultades para formarse. Lo que muchos no saben: una costra no es un signo de curación saludable, en realidad impide que la piel se cure y se recupere de nuevo.

2 – Porque acelera hasta 2 veces la curación

Explicado anteriormente – Pulsa aquí

3 – Mantiene la flexibilidad en la herida

Las cicatrices tienen un aspecto diferente al de la piel normal. Esto se debe a que la piel está formada por dos proteínas: la elastina, que le proporciona flexibilidad, y el colágeno, que le confiere resistencia. El cuerpo no puede crear elastina nueva; por lo tanto, las cicatrices están hechas completamente de colágeno. Por eso son más duras y menos flexibles que la piel circundante.

4 – Por su alta tolerancia cutánea, evitando y reduciendo el estrés oxidativo

Ya que rellenan el estrato corneo, reforzando la función barrera de la piel en las pieles sensibles. ¿qué es el estrés oxidativo? El exceso de ROS, del que mencionamos anteriormente en los factores que reducen la cicatrización, produce estrés oxidativo y retraso en la cicatrización. Por tanto, la reducción del estrés oxidativo permite reactivar el proceso de cicatrización que se ha estancado en la fase inflamatoria. (1,5)
Por tanto; el estrés oxidativo es el resultante de un exceso de radicales libres de oxígeno en el cuerpo humano. Los radicales libres son especies con uno o más electrones desapareados altamente inestables que hacen que reaccione con otras moléculas generando nuevos radicales libres. Cuando los antioxidantes no son suficientes para contrarrestar los radicales libres y aumenta su número en la célula incrementa la actividad oxidativa en el interior de la célula, se produce un cambio estructural y funcional de la misma lo cual acelera su envejecimiento y favorece la apoptosis o muerte celular.

También queremos invitaros a leer este artículo de Enfermería Ciudad Real, donde se pueden encontrar extractos de nuestros artículos sobre Cura Húmeda y Cura Seca.

Artículo Cura Húmeda y Cura Seca

Para saber más sobre las diferencias entre curas húmedas y secas puedes consultar aquí

 

 

Bibliografía:

  1. CuiDsalud. Controlar el estrés oxidativo como estrategia para favorecer la cicatrización de heridas crónicas [Internet]. CuiDsalud. 2020 [citado 3 de julio de 2021]. Disponible en: https://cuidsalud.com/estres-oxidativo-heridas/
  2. Preevid SM de S. Banco de preguntas Preeevid. Ventajas que justifican el uso de la cura húmeda frente a la seca en las úlceras por presión (upp) [Internet]. Preevid. Servicio Murciano de Salud. Region de Murcia; 2015. Disponible en: http://www.murciasalud.es/preevid.php?op=mostrar_pregunta&id=20864
  3. Ortiz-Vargas I, García-Campos ML, Beltrán-Campos V, Gallardo-López F, Sánchez-Espinosa A, Ruiz Montalvo ME. Cura húmeda de úlceras por presión. Atención en el ámbito domiciliar. Enfermería Universitaria. 1 de octubre de 2017;14(4):243-50.
  4. https://sanidad.castillalamancha.es/sites/sescam.castillalamancha.es/files/documentos/farmacia/bft_1_2018.pdf.
  5. Qué es el estrés oxidativo. Causas, síntomas y tratamiento [Internet]. Global Remediation. Laboratorio de la Naturaleza. 2017 [citado 3 de julio de 2021]. Disponible en: http://www.globalremediation.es/que-es-el-estres-oxidativo-causas-sintomas-y-tratamiento/E

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Desbridamiento de heridas: qué es, tipos y beneficios

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Desbridamiento

En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los diferentes tipos de desbridamiento de heridas que se emplean en las curas. En algunos casos, este procedimiento resulta imprescindible para lograr una buena evolución en el tratamiento.

¿Qué es el desbridamiento?

El desbridamiento consiste en la eliminación del tejido necrótico y de la carga bacteriana presente en el lecho de la herida, con el objetivo de reducir la infección, el dolor, el mal olor y otras complicaciones.

Para llevar a cabo cualquier método de desbridamiento, es fundamental realizar una evaluación integral del paciente, que incluya no solo su patología local, sino también las características específicas de la herida.

Este procedimiento está altamente recomendado en el esquema TIME*, cuyo fin es optimizar el lecho de la herida mediante la reducción del edema, el control del exudado y la disminución de la carga bacteriana. Además, este esquema pone especial atención en la corrección de anomalías que puedan retrasar la cicatrización.

¿Por qué se practica el desbridamiento?

La fisiología de una herida funciona de tal manera que, de forma natural, va produciendo exudado, fibrina o esfacelo para crear un medio generalmente favorable a la cicatrización.

Sin embargo, cuando se trata de una herida crónica, estas secreciones y membranas dejan de ser beneficiosas: provocan un retraso en la curación y aumentan los riesgos de infección.

En estos casos, los principales tejidos que se destinan al desbridamiento son:

  • Tejido necrótico: corresponde a la muerte irreversible de un tejido. Su aspecto suele presentar una coloración oscura o negra.

  • Esfacelos y fibrina:

    • El esfacelo es una película formada por restos inflamatorios y necrosados de fibrina y células (colágeno, macrófagos, bacterias, etc.). Su color dependerá del grado de hidratación y puede ser blanquecino, amarillento o marrón. Es, en general, más fácil de desbridar.

    • La fibrina, en cambio, suele presentarse en forma de un tapón compacto y grueso o incluso como una costra. Su color también varía entre blanco y marrón, y su eliminación requiere un proceso más elaborado.

  • Otros tejidos: como el tejido friable, el biofilm o los falsos cierres.

Cabe señalar que la coloración de estos tejidos puede modificarse si hay colonización o infección por microorganismos patógenos.

¿Qué tipos de desbridamiento existen?

Existen diferentes métodos de desbridamiento de heridas:

  • Quirúrgico

  • Cortante (total o parcial)

  • Enzimático

  • Autolítico

  • Osmótico

  • Mecánico

  • Biológico

La elección del tipo de desbridamiento, así como la frecuencia de los cambios de cura, dependerá tanto de las características de la herida como del paciente. Factores como el umbral de dolor, el tipo de tejido presente en el lecho ulceral o la cantidad de exudado serán determinantes en la selección del procedimiento.

Desbridamiento quirúrgico

El desbridamiento quirúrgico se realiza exclusivamente por un cirujano en un ambiente estéril, y normalmente requiere el uso de anestesia.

En estos casos, el equipo de enfermería cuenta con el apoyo de cirujanos vasculares para llevar a cabo el procedimiento de forma segura.

Desbridamiento cortante o parcial

En este tipo de desbridamiento se retira de manera selectiva el tejido necrótico. Habitualmente se lleva a cabo en varias sesiones y, por lo tanto, puede combinarse con otros tipos de desbridamiento.

La retirada del tejido puede hacerse en forma de loncheado, realizando pequeños cortes que faciliten el desbridamiento posterior por otro medio, o bien eliminando el tejido por completo.

Está contraindicado en úlceras no cicatrizables por la falta de aporte vascular en el tejido.

Ventajas

  • Permite una eliminación selectiva del tejido desvitalizado.

  • Puede complementarse con otros métodos de desbridamiento.

Desventajas

  • Es un procedimiento doloroso.

  • Existe riesgo de sangrado, por lo que se requiere especial precaución en pacientes que toman antiagregantes plaquetarios y en heridas cavitadas con escasa visibilidad.

Desbridamiento enzimático

El desbridamiento enzimático se basa en la aplicación local de enzimas exógenas, generalmente en formato de pomada. Estas enzimas actúan junto con las enzimas endógenas del organismo para degradar la fibrina, el colágeno desnaturalizado y la elastina presentes en la herida, separándolos de los tejidos sanos y favoreciendo la granulación.

Un ejemplo clásico es el uso de Iruxol, una pomada que combina colagenasas y que se ha convertido en la más utilizada.

Este método es uno de los más empleados, sobre todo en combinación con el desbridamiento cortante, ya que ayuda a preparar el tejido para que la retirada sea más sencilla.

Recomendaciones importantes

  • Las enzimas deben aplicarse en medios húmedos. Si la herida no presenta suficiente humedad, se puede añadir suero fisiológico o hidrogel para aumentar su eficacia.

  • Es necesario proteger la piel perilesional para evitar la maceración, aplicando ácidos grasos hiperoxigenados u óxido de zinc.

  • No deben utilizarse junto con plata, otros metales ni povidona yodada, ya que estos productos inactivan la acción enzimática.

Desbridamiento autolítico

El desbridamiento autolítico es el método más fisiológico de todos, ya que aprovecha las enzimas endógenas del propio organismo para eliminar los tejidos y residuos que dificultan la reparación cutánea.

Este procedimiento requiere un ambiente húmedo, por lo que la herida debe mantenerse ocluida o semiocluida mediante apósitos específicos, como:

  • Alginatos

  • Poliuretanos

  • Hidrocoloides

Es el método más utilizado, ya que resulta el menos doloroso y el más respetuoso con el tejido neoformado. Sin embargo, también es el más lento.

Limitaciones

  • No debe emplearse cuando la herida está infectada.

  • En el caso de usar alginatos, conviene colocar primero un apósito antiadherente (como una gasa parafinada) para evitar que el material se adhiera al lecho de la herida.

Desbridamiento osmótico

El desbridamiento osmótico se realiza mediante el intercambio de fluidos con distinta densidad, utilizando apósitos de poliacrilato activados con soluciones hiperosmolares.

Este procedimiento requiere cambios frecuentes de las curas y suele ser bastante doloroso.

Los poliacrilatos, al entrar en contacto con la humedad, se saturan y liberan de manera progresiva humedad en el lecho de la herida, lo que permite la degradación del tejido desvitalizado y ayuda a disminuir las infecciones. La solución hiperosmolar más utilizada en este tipo de desbridamiento son los hidrogeles.

En CMUC también se ha empleado otro producto de acción osmótica menos convencional: la miel. Este recurso reduce la infección, estimula la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos), favorece la granulación y la epitelización, además de disminuir el edema, el exudado y el mal olor característico de algunas heridas.

Desbridamiento mecánico

El desbridamiento mecánico es probablemente el método más obsoleto y, en la actualidad, se encuentra prácticamente en desuso.

Se lleva a cabo mediante abrasión mecánica, utilizando:

  • Apósitos secos

  • Frotamiento del lecho de la úlcera con cepillo o gasa

  • Apósitos húmedos aplicados al lecho que, tras secarse, se retiran por tracción

Este procedimiento es muy doloroso y poco selectivo, por lo que hoy en día no se recomienda.

Desbridamiento biológico

El desbridamiento biológico, también conocido como terapia de desbridamiento larval (TDL) o biocirugía, emplea larvas estériles de Lucilia sericata. Estas larvas segregan enzimas que degradan el tejido desvitalizado y lo consumen.

Se trata de un método altamente selectivo, especialmente indicado en heridas profundas con cavidades cuando no es posible realizar desbridamiento quirúrgico ni cortante.

Diversos estudios han demostrado su eficacia y selectividad para:

  • Eliminar tejido desvitalizado

  • Actuar contra bacterias y biofilm

  • Potenciar el efecto de los antibióticos

  • Reducir el período de inflamación

  • Favorecer el crecimiento tisular

En la actualidad, es un tipo de desbridamiento poco utilizado. Sin embargo, debido al incremento de bacterias multirresistentes, su uso está creciendo en algunos países europeos.

Desde CMUC recordamos que, para realizar un desbridamiento, el personal de enfermería debe estar específicamente entrenado, ya que de la correcta selección del método dependerá tanto la evolución de la herida como la calidad del tejido neoformado.

Conclusión

El desbridamiento de heridas es un procedimiento clave en la práctica clínica, ya que permite eliminar el tejido desvitalizado y optimizar el proceso de cicatrización. Existen diferentes tipos —quirúrgico, cortante, enzimático, autolítico, osmótico, mecánico y biológico—, y la elección del más adecuado depende tanto de las características de la herida como del estado general del paciente.

Un desbridamiento correcto favorece la limpieza del lecho de la herida, reduce el riesgo de infección y mejora la calidad del tejido neoformado. Por ello, es fundamental que este procedimiento sea realizado por personal sanitario entrenado, capaz de seleccionar la técnica más apropiada en cada caso.

Bibliografía:

http://gneaupp.info/wp-content/uploads/2016/02/DesbridamientoXdeXHeridasXQuirurgicasXYXUlcerasXdeXlaXPielXXX.pdf
http://www.aiach.org.ar/ckfinder/userfiles/files/DebridamientoEnHeridasLecVasc2013(1).pdf
Manual de BIOMONDE+ Larval debridment therapy de Wounds UK
https://www.enfermeriadeciudadreal.com/beneficios-de-la-miel-en-la-cura-de-heridas-210.htm[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][/vc_section]

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Paniculitis: síntomas, causas y tratamiento clínico

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Paniculitis

La paniculitis se define como cualquier proceso inflamatorio que afecta al panículo adiposo, es decir, al tejido graso de la piel. Esta inflamación puede aparecer en distintas partes del cuerpo, aunque se localiza con mayor frecuencia en los miembros inferiores.

Existen diferentes tipos de paniculitis, que se distinguen según la forma en que se produce la inflamación. Además, algunos de ellos pueden asociarse a enfermedades capaces de generar inflamación en otros órganos. (1)

De hecho, la clasificación de la paniculitis depende de las características histológicas y del cuadro clínico. Así, se han descrito numerosas variedades.

A continuación, veremos tres de las formas de paniculitis más frecuentes en nuestro país.

Paniculitis: Eritema nudoso

El eritema nudoso es la variedad clínico-patológica más frecuente de paniculitis aguda. Se trata de una reacción de hipersensibilidad celular retardada, desencadenada por estímulos antigénicos muy diversos: infecciones, enfermedades inflamatorias, procesos autoinmunes, fármacos, neoplasias e incluso el embarazo.

Desde el punto de vista dermatológico, se considera una lesión benigna, ya que suele evolucionar hacia la curación en el transcurso de varias semanas, sin ulcerarse ni dejar cicatriz o atrofia. La recurrencia, además, es poco común.

Aunque en muchos casos es idiopático (de causa desconocida), el eritema nudoso puede ser el primer signo de una enfermedad sistémica. Por lo tanto, un diagnóstico correcto permite orientar un tratamiento específico de la causa.

Su primera descripción se remonta a 1789, realizada por el dermatólogo inglés Robert Willan, quien ya destacó que las mujeres se veían afectadas con mayor frecuencia.

La mayoría de los casos aparecen entre la segunda y cuarta décadas de la vida. En la infancia, afecta por igual a ambos sexos. Sin embargo, tras la pubertad, el eritema nudoso es seis veces más frecuente en mujeres que en varones.

La prevalencia varía según la región geográfica, en función de las distintas etiologías. En términos de incidencia, se estima entre 1 y 5 casos por cada 100.000 habitantes al año. En España, se calcula que supone el 0,38 % de los pacientes atendidos en los servicios de medicina interna.

Etiología del eritema nudoso

Aunque con frecuencia es idiopático (sin causa conocida), se han descrito más de 150 entidades asociadas al desarrollo del eritema nudoso. La mayoría pueden agruparse en cuatro o cinco grupos principales.

Es importante señalar que la frecuencia de las causas ha cambiado con el tiempo y depende de factores como la localización geográfica —que determina la prevalencia de distintas infecciones— y la edad de los pacientes.

  • En la infancia, la infección estreptocócica se considera el principal agente causante.

  • En cambio, en series de niños hospitalizados entre 1985 y 2003, la tuberculosis fue la causa más frecuente. No obstante, desde 1991 las infecciones gastrointestinales resultaron mucho más habituales.

  • En la población adulta, la mayor parte de los casos siguen siendo idiopáticos.

Otras causas menos frecuentes incluyen infecciones por enterobacterias (Yersinia, Salmonella, Campylobacter), sífilis, toxoplasmosis, virus de Epstein-Barr o citomegalovirus, que dependen de factores epidemiológicos y geográficos.

Las reacciones de hipersensibilidad a fármacos pueden representar entre el 3 y el 10 % de los casos. Entre los medicamentos más implicados destacan:

  • Antibióticos, como la amoxicilina, de uso común.

  • Anticonceptivos orales, especialmente los de primera generación, con mayor contenido hormonal.

En adultos, el eritema nudoso puede preceder la aparición de una enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, en la mayoría de los casos aparece de forma simultánea al brote de la enfermedad, sobre todo asociado a la colitis ulcerosa.

Asimismo, los pacientes con enfermedad de Behçet pueden presentar lesiones similares a las del eritema nudoso. No obstante, algunos estudios histopatológicos han demostrado que, en estos casos, la lesión corresponde más bien a una paniculitis lobar con vasculitis, y no a una paniculitis septal, que es lo característico del eritema nudoso.

Síntomas del eritema nudoso

El eritema nudoso se caracteriza por la aparición de bultos dolorosos, calientes y de color rojo o violáceo en la parte anterior de las piernas. Suelen presentarse de manera múltiple y pueden aparecer de forma súbita o en el transcurso de varios días.

Estas lesiones, por lo general, se curan en pocas semanas sin dejar cicatriz. Durante el proceso de resolución, el área afectada puede adquirir una coloración morada similar a un cardenal, que posteriormente desaparece por completo.

Con menos frecuencia, los nódulos pueden aparecer en otras zonas como los muslos, el tronco o las extremidades superiores.

Además de los nódulos, el cuadro clínico puede acompañarse de:

  • Fiebre

  • Dolores articulares

  • Malestar general

Diagnóstico del eritema nudoso

El diagnóstico de un eritema nudoso suele ser clínico y visual, por lo que rara vez se requiere una biopsia de piel.

En algunas ocasiones, sin embargo, puede ser necesario descartar enfermedades asociadas. Para ello, se recomienda realizar:

  • Una exploración física detallada

  • Análisis completos

  • Una radiografía de tórax

En general, si el paciente no presenta otros síntomas relevantes, estas pruebas suelen ser suficientes.

Tratamiento del eritema nudoso

El tratamiento del eritema nudoso se orienta únicamente a aliviar los síntomas. Para ello, suelen emplearse antiinflamatorios.

No está indicado administrar antibióticos en pacientes asintomáticos, aunque se haya detectado estreptococo en la faringe.

Por otro lado, el uso de ioduro potásico ha demostrado buenos resultados en algunos casos.

En personas con afectación general intensa, puede recomendarse el tratamiento con corticoides, siempre que se haya descartado previamente una tuberculosis, ya que en ese contexto los corticoides están contraindicados.

Paniculitis mesentérica

La paniculitis mesentérica es un trastorno poco frecuente caracterizado por una inflamación crónica inespecífica del tejido adiposo del mesenterio intestinal. Su etiología es desconocida y puede desarrollarse de forma independiente o en asociación con otras alteraciones, lo que ha generado debate en torno a su origen.

Esta entidad se ha relacionado con múltiples condiciones, entre ellas:

  • Vasculitis

  • Enfermedades granulomatosas

  • Enfermedades reumáticas

  • Patologías malignas

  • Pancreatitis

  • Tabaquismo

  • Uso de determinados fármacos (betabloqueantes, metildopa, sulfamidas, salicilatos y anticonceptivos orales)

Actualmente, se reconoce que la paniculitis mesentérica presenta varios estadios evolutivos. Asimismo, se clasifica en distintos tipos según sus características radiológicas:

  • Tipo I (42 %): engrosamiento difuso del mesenterio desde la raíz hasta los bordes del intestino delgado.

  • Tipo II (32 %): masa nodular aislada en la raíz mesentérica.

  • Tipo III (20 %): presencia de múltiples nódulos de tamaño variable en el mesenterio.

Síntomas de la paniculitis mesentérica

Los síntomas de la paniculitis mesentérica son inespecíficos y pueden variar en intensidad. Los más habituales incluyen:

  • Dolor abdominal

  • Fiebre

  • Vómitos

  • Alteración del tránsito gastrointestinal

  • Pérdida de peso

  • Rectorragia

Estos síntomas pueden ser intermitentes o progresivos, y su duración varía desde pocos días hasta varios años de evolución.

En la exploración física, es posible detectar:

  • Masa abdominal

  • Distensión abdominal

  • Ascitis

No obstante, se estima que hasta el 90 % de los casos diagnosticados de paniculitis mesentérica son un hallazgo casual durante una tomografía computarizada (TC) realizada por otra causa no relacionada. Además, un número significativo de diagnósticos se realiza durante una laparoscopia o laparotomía.

Diagnóstico de la paniculitis mesentérica

El procedimiento diagnóstico de elección para confirmar la paniculitis mesentérica es la obtención de una muestra de tejido mediante biopsia para estudio histológico.

La muestra puede obtenerse de dos formas:

  • De manera percutánea

  • A través de una cirugía

Tratamiento de la paniculitis mesentérica

Una vez diagnosticada, no existe un tratamiento específico para la paniculitis mesentérica. En la práctica clínica, suelen recomendarse los corticoides, aunque también se han descrito casos de remisión espontánea.

La resección quirúrgica se reserva únicamente para situaciones en las que la inflamación y la cicatrización secundaria producen obstrucción intestinal.

Además, se han descrito respuestas favorables a otros tratamientos como:

  • Antibióticos

  • Radioterapia

  • Ciclofosfamida

Paniculitis lipomembranosa o membranoquística

La paniculitis lipomembranosa es una variante histopatológica poco frecuente de paniculitis, caracterizada por una alteración membranoquística del tejido adiposo. Puede presentarse como fenómeno primario o asociada a diferentes patologías sistémicas.

Se trata de una respuesta inflamatoria crónica del tejido celular subcutáneo. Probablemente representa una forma inespecífica de degeneración isquémica del tejido adiposo, común a distintas entidades clínicas.

Esta condición fue descrita originalmente por Nasu en 1973 como una patología genética, caracterizada por leucoencefalia esclerosante sudanófila y lesiones membranoquísticas en el tejido adiposo sistémico, incluyendo la médula ósea de los huesos largos. Clínicamente, se asociaba con fracturas patológicas, convulsiones, apatía y demencia presenil con alteraciones marcadas del comportamiento.

Tras esta descripción inicial, la paniculitis lipomembranosa se ha considerado una manifestación secundaria a procesos más comunes, como la insuficiencia venosa crónica asociada a dermatitis de estasis en las extremidades inferiores.

Habitualmente se presenta como una placa inflamatoria, unilateral o bilateral, en mujeres obesas de mediana edad. En ocasiones puede simular una erisipela (infección bacteriana de la piel y tejido subcutáneo).

En estadios más avanzados se observan placas subcutáneas escleróticas en las áreas distales de las piernas, que pueden originar la típica deformidad en botella de champán invertida.

El proceso también puede aparecer en asociación con otras alteraciones circulatorias, como la isquemia arterial de extremidades inferiores o las placas pigmentadas pretibiales de la diabetes mellitus.

Su asociación con vasculitis es poco frecuente. Asimismo, en algunos casos se ha descrito como un proceso primario del tejido celular subcutáneo, denominado lipodistrofia membranosa primaria, en contraposición a la forma secundaria, que suele ser un hallazgo histopatológico incidental.

Histopatología de la paniculitis lipomembranosa

Histopatológicamente, la paniculitis lipomembranosa se presenta como una paniculitis preferentemente lobulillar, acompañada de fibrosis e infiltración focal de macrófagos alrededor de lobulillos de pequeño tamaño.

En el interior de estos lóbulos se observan espacios quísticos de dimensiones variables —generalmente pequeños, aunque en ocasiones se identifican macroquistes—. Estas cavidades muestran áreas de necrosis del tejido adiposo, revestidas por un material amorfo e hialino, con un contorno ondulado que puede presentar una configuración en arabesco o semejar la cutícula de un parásito.

A nivel ultraestructural, se han descrito dos tipos de membranas:

  • Una membrana fina y electrodensa, sin estructuras tubulares.

  • Otra más gruesa, con estructuras microtubulares características, orientadas perpendicularmente a la cavidad del quiste.

Síntomas de la paniculitis lipomembranosa

Desde el punto de vista clínico, la paniculitis lipomembranosa se manifiesta mediante placas subcutáneas escleróticas y dolorosas, localizadas principalmente en las zonas distales de las piernas.

Este cuadro se observa con mayor frecuencia en mujeres obesas de mediana edad, habitualmente con antecedentes de insuficiencia vascular y dermatitis de estasis.

En algunos casos, el proceso puede desarrollarse en asociación con otras patologías inflamatorias.

Diagnóstico de la paniculitis lipomembranosa

Al igual que en otros tipos de paniculitis, el diagnóstico de la paniculitis lipomembranosa se establece principalmente mediante una biopsia para estudio histológico.

Tratamiento de la paniculitis lipomembranosa

Actualmente no existe un tratamiento sistémico específico que haya demostrado eficacia para la paniculitis lipomembranosa.

Se han descrito únicamente beneficios parciales con el uso de:

  • Medias de compresión elástica

  • Pentoxifilina, en casos asociados a insuficiencia venosa

Por ello, resulta clave un diagnóstico precoz, ya que la instauración temprana de estas medidas terapéuticas puede ayudar a disminuir la extensión y la gravedad de las lesiones.

Conclusión

La paniculitis engloba un conjunto de procesos inflamatorios que afectan al tejido graso subcutáneo y que pueden manifestarse de distintas maneras según su origen y evolución clínica.

  • El eritema nudoso es la forma más frecuente y, aunque suele ser benigno, en algunos casos puede ser el primer signo de una enfermedad sistémica.

  • La paniculitis mesentérica es poco común, con síntomas inespecíficos y, en muchas ocasiones, un hallazgo casual en pruebas de imagen.

  • La paniculitis lipomembranosa constituye una variante rara, habitualmente asociada a insuficiencia vascular o a otras patologías, cuyo diagnóstico depende de la biopsia.

El abordaje de estas patologías requiere siempre una evaluación clínica individualizada y, en la mayoría de los casos, un tratamiento dirigido a aliviar los síntomas y controlar las posibles complicaciones.

Por lo tanto, ante la sospecha de paniculitis es fundamental acudir a un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adaptado a cada caso.

BIBLIOGRAFIA

  1. https://www.saludsavia.com/contenidos-salud/articulos-especializados/que-es-la-paniculitis
  2. https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-eritema-nudoso-S0025775308000328?code=zIBdXtVLGyqYFoN6EpxD7miATKO94C&newsletter=true
  3. https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/eritema-nodoso
  4. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1889-836X2017000100035
  5. https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-40262009000500014#:~:text=Los%20s%C3%ADntomas%20habituales%20de%20la,d%C3%ADas%20y%20a%C3%B1os%20de%20evoluci%C3%B3n
  6. https://actagastro.org/paniculitis-mesenterica-como-manifestacion-inicial-de-un-linfoma-de-celulas-b/#:~:text=peso%20(23%25).-,El%20procedimiento%20diagn%C3%B3stico%20de%20elecci%C3%B3n%20se%20basa%20en%20la%20obtenci%C3%B3n,manera%20percut%C3%A1nea%20o%20mediante%20cirug%C3%ADa.&text=Macrosc%C3%B3picamente%20se%20observa%20un%20engrosamiento,en%20ocasiones%20puede%20ser%20multinodular
  7. https://www.actasdermo.org/es-paniculitis-lipomembranosa-correlacion-clinico-patologica-8-articulo-13091527
  8. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S000173100673424X
  9. https://www.actasdermo.org/es-paniculitis-lipomembranosa-correlacion-clinico-patologica-8-articulo-13091527#:~:text=Actualmente%20no%20existe%20un%20tratamiento,venosa%2013%2C18%2C19

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