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Fascitis Plantar – Etielogía y tratamiento
Publicado
hace 6 añosel
Por
CMUC Admin
El pie es una de las estructuras más especializadas del cuerpo humano. Por un lado, es el punto de apoyo en estática, y por otro es la plataforma de inicio de la locomoción.
Esta estructura funciona gracias al equilibrio que existe entre los distintos componentes que lo conforman. Uno de estos elementos es la fascia o aponeurosis plantar, densa estructura de tejido conjuntivo fibroso, muy resistente y de aspecto nacarado, que se origina en las apófisis medial y lateral del calcáneo y se inserta a la altura de las articulaciones metatarsofalángicas.
Las funciones principales de la fascia son las de proveer soporte estático al arco longitudinal del pie, amortiguación dinámica de la locomoción, y absorción de los impactos del pie contra el suelo (1)
La fascitis plantar se define como la inflamación de la fascia plantar y los tejidos perifasciales circundantes, trastorno doloroso y debilitante.
La fascitis plantar es la causa más común de dolor a nivel del talón, siendo la responsable de aproximadamente el 80% de las consultas por talalgia.
Se estima que el 10% de la población sufrirá esta patología a lo largo de su vida (2)
El síntoma principal de esta patología es el dolor plantar en el talón o en la zona media de la planta del pie, asociado a microtraumatismos repetitivos durante la marcha o la práctica deportiva.
El dolor es más intento por la mañana debido a la rigidez en la zona tras el descanso nocturno, va disminuyendo con los primeros pasos (por el efecto del masaje sobre la zona inflamada que supone la biomecánica de la marcha) , y empeora de nuevo al final del día por la tensión acumulada, tras la bipedestación mantenida o la marcha prolongada.
Con el tiempo tiende a la cronificación, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz y la instauración de un tratamiento temprano.
El diagnóstico se realiza mediante una exhaustiva historia clínica y una correcta exploración biomecánica:
- En la anamnesis pondremos especial atención a la sintomatología que refiere el paciente y sus hábitos, relacionados tanto con su rutina de práctica de actividad deportiva como con el examen de su calzado.
- Es importante valorar la extremidad inferior en su conjunto, deteniéndose en la morfología del pie y localizando los puntos de dolor.
Si bien la fascitis plantar puede desencadenarse sin una causa evidente, los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecerla son los siguientes:
-
Causas intrínsecas:
- Edad: más común entre los 40 y los 60 años. En atletas tiende a debutar en edades más tempranas, y en un 30% de los casos es bilateral (3)
- Por sobrecarga mecánica.
- Por diversas peculiaridades anatómicas: pies planos, pies cavos, pacientes con mayor tendencia a la pronación, acortamiento del tendón de Aquiles o limitación de la flexión dorsal del tobillo.
- Atrofia de la almohadilla grasa plantar.
- Obesidad, por el exceso de solicitación del sistema musculoligamentoso que sujeta el pie.
- Padecer enfermedades sistémicas como artritis reumatoide, espondilitis anquilopoyética, diabetes mellitus con afectación vascular, infecciones retrovirales.
-
Causas extrínsecas:
- Microtraumatismos repetidos.
- Bipedestación prolongada.
- Debilidad de gastrocnemios, sóleo, tendón de Aquiles y/o musculatura intrínseca del pie.
- Ciertos tratamientos como la quimioterapia.
- Aumento del nivel de actividad.
- Uso de calzado inadecuado.
- Mala técnica deportiva, errores de entrenamiento.
El dolor asociado a la fascitis plantar puede llegar a ser muy incapacitante, por lo que es fundamental tratarlo cuanto antes.
Entre los tratamientos que han demostrado mayor eficacia encontramos los siguientes:
- Reposo relativo, disminuyendo así la sobrecarga mecánica sobre la zona afectada.
- Crioterapia local, muy eficaz para atenuar la inflamación y por tanto el dolor.
- Ejercicios, con un programa que combine la liberación miofascial, los estiramientos y el fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie. Se combinarán estiramientos excéntricos y autoestiramientos de la fascia y del tríceps sur al, determinantes para lograr la curación. Generalmente, los pacientes refieren mejoría considerable a las 2 semanas del inicio de este programa.
- Masaje profundo, ayuda a reabsorber el edema y reduce el espasmo muscular.
- Estudio biomecánico de la marcha y ortesis plantares a medida. Fundamental el uso de plantillas personalizadas, como coadyuvante durante el tratamiento y más importante mantenerlas a largo plazo para evitar cronificación y recidiva de la patología. Las plantillas disminuyen tensión en la fascia y favorecen la amortiguación de impactos.
- Aparatos ortopédicos, como dispositivos para mantener extendida la fascia y el complejo gastrosóleo durante el sueño.
- Vendaje neuromuscular.
- Derivar al paciente a un profesional que le elabore un programa de reducción de peso, en caso necesario.
- Láser, técnica no invasiva que combate la inflamación y acelera el proceso de curación.
- Infiltración con corticoides y anestésico, muy útil contra el dolor pero un uso abusivo puede favorecer la debilidad y rotura de la fascia plantar (4)
- Cirugía, reservado a casos de dolor incapacitante. La cirugía de liberación fascial plantar endoscópica o la fasciotomía parcial mínimamente invasiva, está dando mejores resultados y proporcionando mejor postoperatorio que la fasciotomía abierta.
El 90% de las fascitis se resuelven con tratamiento no invasivo (5)
Bibliografía:
- Young C.; Rutherford S.; Niedfeldt W. Treatment of plantar fasciitis. American Family Physician. 2001; 63(3):467-475.
- Díaz López A.; Guzmán Carrasco P. Efectividad de distintas terapias físicas en el tratamiento conservador de la fascitis plantar. Rev Esp Salud Pública. 2014; 88(1): 106-12.
- Domínguez Carrillo, L. Rehabilitación de fascitis plantar crónica. Acta Médica. 2007;5(1):9-16.
- Lafuente Guijosa A.; O’Mullony I.;Escribá De la Fuente M.; Cura-Ituarte P. Fascitis plantar: revisión del tratamiento basado en la evidencia. Reumatol Clin. 2007; 3(4): 159-65.
- Torrijos, A.; Abián-Vicen, J.; Abián, P.; Abián, M. Plantar fascitis treatment. J Sport Health Res. 2009; 1(2): 123-31.
Bibliografía Imágenes:
- Alfaro V. (11/09/2018) Fascitis plantar. Cómo prevenir y tratar esta inflamación del pie. https://www.podoactiva.com/es/blog/fascitis-plantar-conoce-como-prevenir-y-tratar-esta-inflamacion-del-pie.
- Martín R. Ejercicios para aliviar la fascitis plantar. https://padelstar.es/lesiones/ejercicios-para-aliviar-el-dolor-de-fascitis-plantar-en-padel/
- Silva A. (11/3/2016) La fascitis plantar y el calzado adecuado. https://medium.com/@ariannapws/la-fascitis-plantar-y-el-calzado-adecuado-99237adecb02
Divulgación
Insuficiencia Arterial: Qué es, causas, síntomas y tratamientos
Publicado
hace 4 semanasel
3 de diciembre de 2025
Este artículo es una inmersión profunda en la patología vascular, explicaremos qué es la insuficiencia arterial, sus causas síntomas y tratamientos. Ideal para pacientes o profesionales que busquen entender sus síntomas y las opciones de diagnóstico disponibles.
Índice
¿Qué es una arteria y cómo funciona?
La palabra “arteria” proviene del griego ἀρτηρία, que significa “tubo, conducción”. La arteria es el vaso sanguíneo encargado de distribuir la sangre expulsada de las cavidades ventriculares del corazón en cada sístole al resto del organismo y lecho capilar.
Sus paredes son muy resistentes y elásticas para resistir la presión que ejerce la sangre al salir bombeada del corazón. Cada vaso arterial consta de tres capas concéntricas:
-
Interna o íntima: constituida por el endotelio.
-
Media: capa gruesa compuesta por fibras musculares lisas, fibras elásticas y de colágeno.
-
Externa o adventicia: formada por tejido conjuntivo.
Los límites entre las tres capas están generalmente bien definidos en las arterias. Siempre presentan una lámina elástica interna separando la íntima de la media, y (a excepción de las arteriolas) presentan una lámina elástica externa que separa la media de la adventicia. La lámina externa se continúa menudo con las fibras elásticas de la adventicia.
Existen diferentes tipos arteriales:
- Arterias elásticas: Son los grandes vasos de conducción, la aorta, los troncos innominados, la carótida común y las subclavias. Sus paredes tienen una gran elasticidad, lo que permite hacer más regular el flujo sanguíneo. La capa media esta formada por una gran concentración de capas de elastina, además de células musculares lisas, fibras colágenas, proteoglicanos y glicoproteinas.
- Arterias musculares: Las principales ramas de distribución, la arteria radial, la arteria femoral, la arteria coronaria y la arteria cerebral (todas ellas importantes ramificaciones). La capa media importante es rica en fibras musculares lisas. Tienen una potente capa adventicia, rica en colágeno y fibras elásticas. Vasa vasorum, nervi vasorum que llegan a la porción más externa de la capa media.
- Arteriolas: Las ramas terminales que irrigan el territorio capilar. Tiene un tejido menos elástico y más presencia de fibras musculares lisas. La túnica adventicia es escasa.
- Microcirculación: se refiere al flujo de sangre de las arteriolas y capilares o los capilares y venas, es la parte del sistema circulatorio encargada del intercambio de gases, fluidos, nutrientes y productos de desecho.
Definición de Insuficiencia Arterial
La obstrucción arterial se caracteriza por la interrupción del flujo sanguíneo a una determinada parte de nuestro organismo como consecuencia de la oclusión crónica de la arteria que lo irriga. La disminución del flujo sanguíneo ocasiona un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo , produciendo hipoperfusión, hipoxemia y necrosis si no es restablecida la circulación.
Causas y Factores de Riesgo
Existen varias causas que pueden provocar un estrechamiento de la arteria y disminuir el flujo sanguíneo:
-
Arterioesclerosis: Una placa que se acumula en las paredes de las arterias, compuesta por grasa y colesterol.
-
Trombosis: Un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso y permanece allí.
-
Embolia: Coágulo que se desplaza desde el sitio donde se formó a otro lugar.
-
Calcificación vascular: Depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias.
-
Otros: Hipertensión arterial, traumatismos o disección.
Entre los factores de riesgo más importantes implicados en el desarrollo de enfermedades vasculares y, por lo tanto de insuficiencia arterial están el tabaquismo, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, la dislipidemia, la edad y el sexo masculino.
Signos y Síntomas: ¿Cómo detectarlo?
La ubicación del dolor depende del lugar de la arteria obstruida o estrechada. Los signos más característicos incluyen:
-
Claudicación intermitente: Calambres dolorosos en caderas, muslos o pantorrillas después de realizar ciertas actividades, como caminar, que desaparecen después de algunos minutos de descanso.
-
Dolor en reposo isquémico: Si la enfermedad progresa, aparece dolor incluso estando acostado, lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño.
-
Cambios físicos: Entumecimiento, sensación de frío en la pierna o pie, pérdida de vello, crecimiento lento de las uñas, y piel brillante en las piernas.
-
Úlceras arteriales: Heridas que no sanan en los dedos de los pies, pies o piernas.

Diagnóstico de la Insuficiencia Arterial
Una adecuada anamnesis es necesaria para realizar un correcto diagnóstico. Para recabar datos disponemos de diferentes métodos:
-
Exploración física: Se palpan cuidadosamente los pulsos (femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio). La ausencia de pulso tibial posterior es el mejor discriminador aislado de la isquemia crónica.
-
Índice Tobillo-Brazo (ITB): Fundamental para determinar el grado de afectación.
-
Angiografía: Se inyecta material de contraste para ver el flujo sanguíneo en tiempo real mediante radiografías, resonancia (ARM) o tomografía (ATC).
-
Análisis de sangre: Para medir colesterol, triglicéridos y presencia de diabetes.

Tratamientos Disponibles
El tratamiento empieza con la modificación de los factores de riesgo: dejar de fumar, realizar ejercicio (caminar en patrón ejercicio-descanso) y el control de diabetes/hipertensión.
Tratamientos Farmacológicos:
-
Antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Clopidogrel).
-
Fármacos para la claudicación (Pentoxifilina, Cilostazol).
-
Inhibidores de la ECA.
Tratamientos Quirúrgicos:
-
Angioplastia: Uso de un balón para reabrir la arteria, a veces con colocación de stent.
-
Cirugía de bypass: Creación de un puente con un injerto para desviar la sangre alrededor de la obstrucción.
-
Tromboendarterectomía: Extirpación quirúrgica de la lesión oclusiva.
En pacientes con úlceras se procederá a la limpieza de estas. Si se ha conseguido la revascularización se realizarán desbridamientos amplios o incluso la amputación parcial (dedos de los pies) con el fin de evitar una sobreinfección de las heridas y conseguir una cicatrización final.
En caso de que la revascularización no funcione, se deberá proceder a la amputación parcial o total de la extremidad afectada, si existe un dolor no controlado o sobreinfección asociada.5
Se les aconseja a los pacientes que eviten el frío y los fármacos vasoconstrictores (por ejem. Seudoefedrina que forma parte de muchos remedios para la sinusitis y el resfriado).3
En CMUC ofrecemos a nuestros pacientes ozonoterapia como tratamiento para la curación de úlceras. El ozono tiene una gran capacidad oxidante que le confiere un importante poder contra bacterias, virus y hongos (este oxida la envoltura externa de bacterias y virus, destruyéndolos). También incrementa la circulación sanguínea, en especial la microcirculación (incrementa la liberación de oxígeno en los glóbulos rojos y así ceder el oxígeno a los tejidos periféricos).
Caso Clínico
Microinjertos Cutáneos – Casos Clínicos
Publicado
hace 1 mesel
18 de noviembre de 2025Por
CMUC Admin
En el primer blog de esta serie de blogs sobre los microinjertos cutáneos, os explicamos los fundamentos de la técnica Hy-Tissue Micrograft (HT-MG): un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza microfragmentos de piel autóloga para estimular la cicatrización en heridas crónicas cuando los tratamientos convencionales no han sido eficaces.
En este segundo artículo, nos centramos en la experiencia clínica recogida en el estudio: cinco pacientes con heridas de etiologías diversas tratados mediante HT-MG.
Se trata de un estudio analítico, observacional, transversal y prospectivo, para evaluar la eficacia clínica de esta técnica en términos de cierre de la herida, disminución del dolor y seguridad del procedimiento, manteniendo un enfoque práctico y reproducible en el entorno asistencial.
Índice
Perfil de los pacientes y características de las heridas
El estudio incluyó un total de cinco pacientes, seleccionados tras valorar que sus heridas no respondían de forma adecuada al tratamiento convencional con cura en ambiente húmedo (CAH).
La edad media fue de 63,8 años, con cuatro mujeres y un hombre, y una evolución media de las lesiones de dos años, lo que refleja la cronicidad de los casos. El tamaño medio de las heridas fue de 45,8 cm², con variaciones según la localización y etiología.
Las causas de las lesiones fueron variadas, lo que permitió observar la aplicación de la técnica en distintos contextos clínicos:
-
Enfermedad de Hansen
-
Dos úlceras venosas
-
Una lesión por dermatoporosis grado IV
-
Una úlcera neuropática plantar
Todas las heridas se encontraban limpias, sin signos de infección activa y con un lecho apto para la técnica HT-MG, cumpliendo los criterios establecidos para garantizar la viabilidad del injerto.
Los cinco casos incluidos en el estudio muestran la aplicación práctica de la técnica HT-MG en heridas de distinta etiología, con resultados globalmente positivos.
Caso 1 – Lesión por enfermedad de Hansen
Paciente diagnosticado de enfermedad de Hansen con una lesión cutánea crónica que no respondía al tratamiento convencional.
Tras aplicar el microinjerto autólogo mediante HT-MG, se observó una evolución progresiva hacia la cicatrización, con una reducción del tamaño de la herida hasta un residuo final de 2 × 2 cm al cierre del seguimiento.
Caso 2 – Úlcera venosa crónica
Paciente con úlcera venosa de larga evolución.
Tras la aplicación de HT-MG, se evidenció una mejoría rápida en el aspecto del lecho y una epitelización progresiva, alcanzando la cicatrización completa durante el periodo de seguimiento.
Caso 3 – Úlcera venosa crónica
Segundo caso de etiología venosa, con características clínicas similares al anterior.
El tratamiento con HT-MG permitió una evolución favorable, con formación de nuevo tejido epitelial y cierre completo de la lesión sin complicaciones.
Caso 4 – Dermatoporosis grado IV
Paciente con dermatoporosis avanzada (grado IV), que presentaba una lesión atrófica persistente.
La aplicación de microinjertos cutáneos favoreció una respuesta cicatricial notable, con cierre completo de la herida en las semanas posteriores y mejora del tejido circundante.
Caso 5 – Úlcera neuropática plantar
Caso de úlcera neuropática en la planta del pie, con evolución tórpida pese al manejo convencional.
El procedimiento HT-MG consiguió una epitelización completa sin signos de infección ni recidiva, lo que confirma su utilidad en este tipo de lesiones complejas.
Resultados generales y observaciones clínicas
Los resultados globales del estudio muestran una respuesta positiva en todos los casos tratados con microinjertos cutáneos HT-MG. La técnica permitió reducir los tiempos de cicatrización, disminuir el dolor y mejorar la calidad del tejido epitelial obtenido tras el cierre de las heridas.
El tiempo medio de cicatrización fue de aproximadamente 2,5 meses, con una evolución satisfactoria y sin necesidad de hospitalización. Ninguno de los pacientes presentó signos de colonización bacteriana ni infección local tras la aplicación.
El sitio donante (de donde se obtuvieron las biopsias de piel) mostró una recuperación completa entre los 7 y 15 días, sin complicaciones relevantes.
Además, se destacó la facilidad de aplicación del procedimiento, lo que sugiere que puede integrarse en el ámbito ambulatorio o en atención primaria, siempre que se cumplan los requisitos de asepsia, limpieza del lecho y estado general adecuado del paciente.
Consideraciones técnicas y biológicas
El éxito de la técnica se apoya en su base biológica: los microfragmentos obtenidos conservan la matriz extracelular (MEC), que actúa como soporte estructural y favorece la regeneración tisular al mantener nichos celulares activos y factores de crecimiento.
Desde el punto de vista mecánico, se hace referencia al principio de tensegridad, según el cual la estructura de la MEC mantiene la conexión entre las células y el entorno, facilitando su supervivencia e integración en el tejido receptor.
Conclusiones del estudio
El uso de microinjertos cutáneos autólogos (HT-MG) se presenta como una alternativa eficaz y mínimamente invasiva en el tratamiento de heridas crónicas que no responden a los métodos convencionales.
La técnica permite acortar los tiempos de cicatrización, reducir el dolor y obtener una cicatriz funcional y estéticamente aceptable, sin complicaciones infecciosas ni efectos secundarios relevantes.
Entre sus ventajas se encuentran:
-
Procedimiento ambulatorio, sin necesidad de hospitalización.
-
Recuperación rápida del sitio donante.
-
Aplicación sencilla y reproducible, adaptable al entorno de atención primaria o unidades de heridas.
No obstante, el éxito del tratamiento depende de una correcta selección del lecho, que debe estar bien irrigado y libre de tejido necrótico, fibrinoso o infectado.
La técnica no debe aplicarse directamente sobre hueso o tendón expuesto, ya que comprometería la viabilidad del injerto.
El trabajo demuestra que los microinjertos cutáneos HT-MG pueden ser una herramienta útil dentro del abordaje integral de las heridas complejas, especialmente cuando otras terapias no han logrado resultados satisfactorios.
En CMUC, apostamos por la incorporación de técnicas basadas en evidencia, seguras y adaptadas al paciente, que permitan avanzar hacia una cicatrización más rápida y eficaz.
👉 Si te perdiste la primera parte de esta serie, puedes leerla aquí para conocer cómo funciona la técnica HT-MG paso a paso.
Y no olvides seguirnos para descubrir más sobre las nuevas terapias avanzadas en el tratamiento de heridas crónicas.
El objetivo de esta serie de dos blogs es explicar, de forma clara, una técnica para tratar heridas de difícil cicatrización mediante microinjertos cutáneos autólogos.
En este primer blog resumimos qué es la técnica, cómo se realiza, qué materiales requiere, cuándo no debe aplicarse y qué resultados globales se observaron.
En el segundo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el estudio (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y hallazgos principales.
¿Por qué hablar de esto? Porque las heridas crónicas consumen muchos recursos, elevan los costes y empeoran la calidad de vida. Suelen mantenerse en inflamación persistente, con proteasas elevadas que dificultan la regeneración, alteran la matriz extracelular (MEC) y la angiogénesis, favoreciendo una cicatrización deficiente. La microfragmentación tisular se propone como alternativa mínimamente invasiva, capaz de estimular la cicatrización en casos donde el tratamiento convencional no ha sido suficiente.
Este trabajo evalúa la técnica HT-MG en un entorno especializado y describe su aplicación práctica y resultados.
Índice
Qué son los microinjertos cutáneos (HT-MG)
Los microinjertos cutáneos autólogos son pequeños microfragmentos de piel obtenidos del propio paciente a partir de biopsias. Mediante un dispositivo estéril de un solo uso (Hy-tissue Micrograft, HT-MG), esas biopsias se fragmentan mecánicamente para generar una suspensión de microinjertos que se aplica en el lecho de la herida y se infiltra en los bordes con el objetivo de estimular la cicatrización cuando los tratamientos convencionales no han sido suficientes.
Materiales y dispositivo necesarios
Para realizar la técnica se emplea el dispositivo Hy-tissue Micrograft (HT-MG), formado por:
-
Micromotor
-
Cápsula de microfragmentación con su conector
-
Base metálica para la fragmentación
Además, se utiliza instrumental de cirugía menor para la obtención y manejo de las biopsias cutáneas.
Procedimiento clínico (paso a paso)
1) Preparación del área
-
Desinfectar el sitio donante y limpiar la herida.
2) Obtención de biopsias
-
Tomar cuatro biopsias de piel del sitio donante.
-
Colocarlas en la rejilla de la cápsula de fragmentación.
3) Preparación de la cápsula
-
Cargar la cápsula con 15 ml de suero fisiológico estéril, sellarla y conectarla al micromotor.
4) Microfragmentación
-
Fragmentación mecánica durante 1 minuto hasta obtener una suspensión turbia de microinjertos.
-
Mantener la herida húmeda con PHMB durante el proceso.
-
Analgesia en bordes según sensibilidad: crema de lidocaína o vaporización de nitrógeno líquido.
-
Infiltrar microfragmentos en la periferia (~0,5 mm hacia la herida) y aplicar en el lecho.
5) Aplicación y cobertura
-
Aplicar la suspensión de microfragmentos sobre el lecho de la herida.
-
Depositar el sobrante sobre un apósito bioactivo de colágeno y ácido hialurónico (Hyalo4 Regen®) y colocarlo sobre la herida.
-
Cubrir con espuma siliconada o apósito con PHMB y asegurar con vendaje (compresivo o de sujeción según etiología).
-
En el sitio donante, colocar fragmentos de 5 mm del apósito Hyalo4 Regen® saturados con el sobrante en los huecos de las biopsias.
Contraindicaciones
La técnica no debe aplicarse cuando el injerto tenga pocas probabilidades de prender por falta de irrigación o por un lecho inadecuado. En concreto, se evita en presencia de:
-
Necrosis en placa
-
Tejido esfacelar
-
Tejido fibrinoso
-
Exposición de tendones o de hueso
En estas situaciones, primero hay que optimizar el lecho (desbridar, controlar la infección, mejorar perfusión, etc.) y solo después valorar el microinjerto.
Para realizar el procedimiento con garantías, se requieren dos condiciones básicas:
-
-
Paciente en buen estado general.
-
Lecho de la herida limpio y sin signos de infección.
-
Por qué funciona esta técnica
La microfragmentación cutánea (HT-MG) conserva la matriz extracelular (MEC) como andamiaje natural, lo que favorece la organización del tejido y mantiene nichos celulares útiles para la reparación. En la suspensión resultante hay células viables (como fibroblastos y queratinocitos), además de citocinas y factores de crecimiento implicados en la cicatrización. También se han observado queratina acelular, epitelio, fibrina y linfocitos, elementos que acompañan al proceso de regeneración.
Desde el punto de vista mecano-biológico, el artículo menciona el principio de tensegridad: la MEC contribuye a mantener la conexión célula–MEC y la estabilidad por tensión, lo que favorece la integración de los microinjertos en el lecho receptor.
Resultados observables
-
Tiempo medio de cicatrización aproximado: 2,5 meses.
-
Disminución del dolor durante la evolución.
-
Sin complicaciones por colonización o infección reportadas.
-
Sitio donante con recuperación rápida (7–15 días).
-
Procedimiento sencillo y realizable sin hospitalización, con potencial de implantación en atención primaria.
La microfragmentación de piel con HT-MG es una opción mínimamente invasiva que aprovecha tejido autólogo para estimular la cicatrización en heridas complejas, siempre que el lecho esté limpio y bien irrigado y se eviten las contraindicaciones descritas.
En el próximo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el trabajo (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y resultados.
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