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Artritis Reumatoide
Publicado
hace 3 añosel
Índice
Introducción
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria, crónica y sistémica, provocada por una alteración en el funcionamiento del sistema inmune.
Se caracteriza por la producción de anticuerpos que atacan a los tejidos sanos del cuerpo, originando inflamación de la membrana sinovial, destrucción del tejido articular, erosiones óseas y anormalidades mecánicas en las articulaciones.
Constituye pues, una artropatía no benigna y destructiva que sin tratamiento efectivo lleva a discapacidad funcional y está asociada a una importante disminución de la calidad de vida de los pacientes que la padecen.
Epidemiología
El término artritis reumatoide fue utilizado por primera vez por el médico inglés Archibald Edward Garrod en el año 1859.
Actualmente es considerada como la poliartritis inflamatoria más común del adulto, afectando alrededor del 1% de la población mundial.
En nuestro entorno la padece 1 de cada 200 personas, habiendo en España 200.000 afectados por esta patología. Es más frecuente en mujeres (de 3 a 5 veces más) pero también puede afectar a los hombres.
No es una enfermedad propia de la edad avanzada y aunque puede aparecer en ancianos, se presenta con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años.
Etiología
La AR se presenta con más frecuencia en personas con una especial predisposición, sin embargo, no es una enfermedad hereditaria.
La causa es desconocida. Se han estudiado agentes infecciosos como bacterias y virus, y aunque se han encontrado datos sugerentes en algunos casos, no hay evidencias que confirmen la implicación de uno en concreto.
Pese a que su causa es desconocida, actualmente se cree que la AR está desencadenada por la exposición de un antígeno artritógeno de una persona con predisposición genética, que produce una alteración de la autotolerancia inmunológica y una reacción inflamatoria crónica.
Etiopatogenia
Las articulaciones son las estructuras que unen huesos y permiten la movilidad del cuerpo humano.
Las porciones finales de los huesos tienen unas superficies lisas que son los cartílagos, que permiten un rozamiento suave entre dichos huesos.
Con el fin de nutrir y proteger estas terminaciones óseas recubiertas de cartílago, las articulaciones disponen de una membrana (la membrana sinovial) que las recubre en su interior uniendo un hueso con el otro.
La artritis reumatoide es una enfermedad en la que se produce la inflamación de la membrana sinovial de múltiples articulaciones.
Esta inflamación va a ser la responsable del dolor, de la hinchazón y de la sensación de rigidez.
Algunas articulaciones se verán más afectadas que otras, y hay algunas que casi nunca se alteran.
La persistencia de la inflamación de la membrana sinovial condiciona que el lugar del hueso en el que se fija la membrana sinovial se dañe dando lugar a pequeñas erosiones. Además, la inflamación mantenida de una articulación hace que el cartílago, que permite el rozamiento suave entre los huesos, adelgace y desaparezca.
Con el tratamiento se puede conseguir que la inflamación de la membrana sinovial se controle, pero el daño ya producido en el hueso y en los cartílagos es irreparable.
La sobrecarga de las articulaciones inflamadas contribuye a acelerar la destrucción.
Aunque la localización fundamental de las lesiones producidas por la artritis reumatoide está en la membrana sinovial de las articulaciones, a veces se pueden alterar otras estructuras.
En la piel pueden encontrarse los llamados nódulos reumatoides, que son abultamientos duros (nódulos) que aparecen en zonas de roce, como son los codos, el dorso de los dedos de las manos y de los pies, la parte posterior de la cabeza, la zona del talón.
Estos nódulos son la consecuencia de la actividad de la enfermedad. Muchas veces desparecen espontáneamente o con el tratamiento, aunque en ocasiones hay que eliminarlos con cirugía.
La AR puede originar inflamación y atrofia de las glándulas que producen lágrimas, saliva, jugos digestivos o flujo vaginal, así como sequedad de la piel y mucosas.
Manifestaciones clínicas
Al ser una enfermedad sistémica, la AR provoca síntomas y signos articulares y extraarticulares.
1.Manifestaciones articulares. Pueden verse afectadas una o varias articulaciones, sumándose otras de forma lenta y progresiva.
Comienza de forma simétrica y bilateral, y conforme avanza la enfermedad se manifiesta el dolor, tumefacción articular debido a la inflamación, disminución de la movilidad de la zona afectada, debilidad y atrofia muscular.
En fases más avanzadas, se manifiestan evidentes deformidades articulares consecuencia de la destrucción del cartílago, de las alteraciones ligamentosas y tendinosas, contracturas y luxaciones.

2.Manifestaciones extraarticulares.
Las más comunes y frecuentes desde el debut de la patología son la astenia y la anorexia. En fases agudas de evolución también se manifiesta con fiebre.
El 20-30% de los pacientes presenta aparición de nódulos reumatoideos en zonas de la piel sometidas a presión (codo, región lumbosacra, occipucio).
También se ven afectados los vasos sanguíneos, con riesgo de sufrir síndromes de vasculitis que suelen manifestarse como úlceras cutáneas profundas, infarto intestinal, necrosis digital…).
Pronóstico
El pronóstico de la enfermedad hace referencia al grado de incapacidad que desarrollará un paciente a largo plazo.
Debido al grado de variabilidad de la enfermedad, resulta muy complicado determinar un pronóstico individual para cada paciente.
El grado de capacidad funcional depende fundamentalmente de dos factores:
- Actividad inflamatoria, que acostumbra a seguir un curso fluctuante con períodos de exacerbación y remisiones parciales.
- Deterioro articular que se produce como consecuencia del daño estructural anatómico y es independiente de la actividad inflamatoria.
Existen otros factores que auguran un peor pronóstico, como son la presencia del factor reumatoide, erosiones articulares, debut de la enfermedad con elevado número de articulaciones inflamadas, presencia de nódulos reumatoideos.
Tratamiento
La AR requiere, generalmente, tratamiento de por vida, que incluye fármacos, fisioterapia, educación sanitaria y posiblemente cirugía.
Entre los tratamientos más habituales podemos destacar los siguientes:
1.Tratamiento farmacológico, dirigido a controlar la actividad inflamatoria, evitar la progresión de la lesión articular y prevenir la invalidez de los pacientes.
Actualmente se recomienda comenzar el tratamiento con un Agente Modificador de la Enfermedad como son la hidroxicloroquina, ciclosporina, sales de oro y metotrexato entre otros.
No sirven para tratar el dolor en un momento determinado, sino que actúan haciendo que la actividad de la enfermedad a largo plazo sea menor.
Tardan en hacer efecto semanas e incluso meses. No hay uno que destaque por encima del resto, por lo que es habitual que el médico tenga que prescribir varios de manera secuencial hasta encontrar el que sea más eficaz y mejor tolerado por el paciente en concreto.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) han logrado gran eficacia en el manejo del dolor de esta patología y el control de la inflamación a corto plazo, pudiendo combinarlos con tramadol en casos de dolor severo.
Los glucocorticoides mejoran los signos y síntomas de la enfermedad y disminuyen la progresión radiológica. En el tratamiento inicial de la AR se recomienda utilizar dosis bajas de este fármaco durante los primeros meses, reduciendo la dosis progresivamente con el fin de retirarlos de manera definitiva
2.Tratamiento biológico. El desarrollo de anticuerpos monoclonales dirigidos contra algunas citocinas proinflamatorias ha conseguido que el curso de la enfermedad en muchos pacientes pase de una destrucción progresiva de las articulaciones a una inflamación crónica lenta pero tratable, evitando de esta manera que se produzca mayor daño articular.
3.Sinoviortesis radiactiva: es una terapia cuyo objetivo es ejercer un efecto local sobre la membrana sinovial inhibiendo el proceso inflamatorio, respetando el cartílago y el hueso subcondral. El procedimiento se lleva a cabo utilizando radionucleidos no encapsulados, mediante la inyección intraarticular de una suspensión coloidal de partículas marcadas con un radioisótopo.
4.Tratamiento quirúrgico. Resulta fundamental en caso de lesiones articulares irreversibles. Se realizan procedimientos como artroplastia total de cadera y rodilla, mejorando el dolor y la capacidad funcional de los pacientes.
Bibliografía
- García de Yébenes MJ, Loza E. Artritis reumatoide: epidemiología e impacto sociosanitario. Reumatol Clin Supl 2018;14(2):3-6.
- Espinosa Balderas D, Hernández Sosa MC, Cerdán Galán M. Calidad de vida y capacidad funcional en pacientes con artritis reumatoide. Aten Fam 2017;24(2):67-71.
- Martínez Cantos J, Morales Medina M, Poma Cisneros LA, Ghia Coronado CA. Complicaciones psicosociales de los pacientes con artritis reumatoide. Rev Cub Reumat. 2017;19(3):132-138.
- Urbina Aucancela, CY, Carrera Montero GY, Quintana Domínguez OS. Actividad y tratamiento de la artritis reumatoide. Rev Cub Reumat. 2020;22(3):e856.
- Ruíz Mejía C, Parada Pérez AM, Urrego Vázquez A, Gallego González D. Adherencia al tratamiento en artritis reumatoide. Rev Med Int. 2016;32(3):1-13
Bibliografía de imágenes
- Lescano Ruíz, M. A., Solís Carta, U., & Rosero Mera, L. P. (2019). Complicaciones articulares severas en la artritis reumatoide. Revista cubana de reumatología, 21. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1817-59962019000400020
- Artritis reumatoide. (2021, julio 29). Mayoclinic.org. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/rheumatoid-arthritis/symptoms-causes/syc-20353648
- Artritis reumatoidea. (s/f). Medlineplus.gov. Recuperado el 17 de octubre de 2022, de https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000431.htm
- Nódulos reumatoideos. (s/f). Cigna.com. Recuperado el 17 de octubre de 2022, de https://www.cigna.com/es-us/knowledge-center/hw/ndulos-reumatoideos-zm5061
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Insuficiencia Arterial: Qué es, causas, síntomas y tratamientos
Publicado
hace 7 horasel
3 de diciembre de 2025
Este artículo es una inmersión profunda en la patología vascular, explicaremos qué es la insuficiencia arterial, sus causas síntomas y tratamientos. Ideal para pacientes o profesionales que busquen entender sus síntomas y las opciones de diagnóstico disponibles.
Índice
¿Qué es una arteria y cómo funciona?
La palabra “arteria” proviene del griego ἀρτηρία, que significa “tubo, conducción”. La arteria es el vaso sanguíneo encargado de distribuir la sangre expulsada de las cavidades ventriculares del corazón en cada sístole al resto del organismo y lecho capilar.
Sus paredes son muy resistentes y elásticas para resistir la presión que ejerce la sangre al salir bombeada del corazón. Cada vaso arterial consta de tres capas concéntricas:
-
Interna o íntima: constituida por el endotelio.
-
Media: capa gruesa compuesta por fibras musculares lisas, fibras elásticas y de colágeno.
-
Externa o adventicia: formada por tejido conjuntivo.
Los límites entre las tres capas están generalmente bien definidos en las arterias. Siempre presentan una lámina elástica interna separando la íntima de la media, y (a excepción de las arteriolas) presentan una lámina elástica externa que separa la media de la adventicia. La lámina externa se continúa menudo con las fibras elásticas de la adventicia.
Existen diferentes tipos arteriales:
- Arterias elásticas: Son los grandes vasos de conducción, la aorta, los troncos innominados, la carótida común y las subclavias. Sus paredes tienen una gran elasticidad, lo que permite hacer más regular el flujo sanguíneo. La capa media esta formada por una gran concentración de capas de elastina, además de células musculares lisas, fibras colágenas, proteoglicanos y glicoproteinas.
- Arterias musculares: Las principales ramas de distribución, la arteria radial, la arteria femoral, la arteria coronaria y la arteria cerebral (todas ellas importantes ramificaciones). La capa media importante es rica en fibras musculares lisas. Tienen una potente capa adventicia, rica en colágeno y fibras elásticas. Vasa vasorum, nervi vasorum que llegan a la porción más externa de la capa media.
- Arteriolas: Las ramas terminales que irrigan el territorio capilar. Tiene un tejido menos elástico y más presencia de fibras musculares lisas. La túnica adventicia es escasa.
- Microcirculación: se refiere al flujo de sangre de las arteriolas y capilares o los capilares y venas, es la parte del sistema circulatorio encargada del intercambio de gases, fluidos, nutrientes y productos de desecho.
Definición de Insuficiencia Arterial
La obstrucción arterial se caracteriza por la interrupción del flujo sanguíneo a una determinada parte de nuestro organismo como consecuencia de la oclusión crónica de la arteria que lo irriga. La disminución del flujo sanguíneo ocasiona un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo , produciendo hipoperfusión, hipoxemia y necrosis si no es restablecida la circulación.
Causas y Factores de Riesgo
Existen varias causas que pueden provocar un estrechamiento de la arteria y disminuir el flujo sanguíneo:
-
Arterioesclerosis: Una placa que se acumula en las paredes de las arterias, compuesta por grasa y colesterol.
-
Trombosis: Un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso y permanece allí.
-
Embolia: Coágulo que se desplaza desde el sitio donde se formó a otro lugar.
-
Calcificación vascular: Depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias.
-
Otros: Hipertensión arterial, traumatismos o disección.
Entre los factores de riesgo más importantes implicados en el desarrollo de enfermedades vasculares y, por lo tanto de insuficiencia arterial están el tabaquismo, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, la dislipidemia, la edad y el sexo masculino.
Signos y Síntomas: ¿Cómo detectarlo?
La ubicación del dolor depende del lugar de la arteria obstruida o estrechada. Los signos más característicos incluyen:
-
Claudicación intermitente: Calambres dolorosos en caderas, muslos o pantorrillas después de realizar ciertas actividades, como caminar, que desaparecen después de algunos minutos de descanso.
-
Dolor en reposo isquémico: Si la enfermedad progresa, aparece dolor incluso estando acostado, lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño.
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Cambios físicos: Entumecimiento, sensación de frío en la pierna o pie, pérdida de vello, crecimiento lento de las uñas, y piel brillante en las piernas.
-
Úlceras arteriales: Heridas que no sanan en los dedos de los pies, pies o piernas.

Diagnóstico de la Insuficiencia Arterial
Una adecuada anamnesis es necesaria para realizar un correcto diagnóstico. Para recabar datos disponemos de diferentes métodos:
-
Exploración física: Se palpan cuidadosamente los pulsos (femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio). La ausencia de pulso tibial posterior es el mejor discriminador aislado de la isquemia crónica.
-
Índice Tobillo-Brazo (ITB): Fundamental para determinar el grado de afectación.
-
Angiografía: Se inyecta material de contraste para ver el flujo sanguíneo en tiempo real mediante radiografías, resonancia (ARM) o tomografía (ATC).
-
Análisis de sangre: Para medir colesterol, triglicéridos y presencia de diabetes.

Tratamientos Disponibles
El tratamiento empieza con la modificación de los factores de riesgo: dejar de fumar, realizar ejercicio (caminar en patrón ejercicio-descanso) y el control de diabetes/hipertensión.
Tratamientos Farmacológicos:
-
Antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Clopidogrel).
-
Fármacos para la claudicación (Pentoxifilina, Cilostazol).
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Inhibidores de la ECA.
Tratamientos Quirúrgicos:
-
Angioplastia: Uso de un balón para reabrir la arteria, a veces con colocación de stent.
-
Cirugía de bypass: Creación de un puente con un injerto para desviar la sangre alrededor de la obstrucción.
-
Tromboendarterectomía: Extirpación quirúrgica de la lesión oclusiva.
En pacientes con úlceras se procederá a la limpieza de estas. Si se ha conseguido la revascularización se realizarán desbridamientos amplios o incluso la amputación parcial (dedos de los pies) con el fin de evitar una sobreinfección de las heridas y conseguir una cicatrización final.
En caso de que la revascularización no funcione, se deberá proceder a la amputación parcial o total de la extremidad afectada, si existe un dolor no controlado o sobreinfección asociada.5
Se les aconseja a los pacientes que eviten el frío y los fármacos vasoconstrictores (por ejem. Seudoefedrina que forma parte de muchos remedios para la sinusitis y el resfriado).3
En CMUC ofrecemos a nuestros pacientes ozonoterapia como tratamiento para la curación de úlceras. El ozono tiene una gran capacidad oxidante que le confiere un importante poder contra bacterias, virus y hongos (este oxida la envoltura externa de bacterias y virus, destruyéndolos). También incrementa la circulación sanguínea, en especial la microcirculación (incrementa la liberación de oxígeno en los glóbulos rojos y así ceder el oxígeno a los tejidos periféricos).
Caso Clínico
Microinjertos Cutáneos – Casos Clínicos
Publicado
hace 2 semanasel
18 de noviembre de 2025Por
CMUC Admin
En el primer blog de esta serie de blogs sobre los microinjertos cutáneos, os explicamos los fundamentos de la técnica Hy-Tissue Micrograft (HT-MG): un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza microfragmentos de piel autóloga para estimular la cicatrización en heridas crónicas cuando los tratamientos convencionales no han sido eficaces.
En este segundo artículo, nos centramos en la experiencia clínica recogida en el estudio: cinco pacientes con heridas de etiologías diversas tratados mediante HT-MG.
Se trata de un estudio analítico, observacional, transversal y prospectivo, para evaluar la eficacia clínica de esta técnica en términos de cierre de la herida, disminución del dolor y seguridad del procedimiento, manteniendo un enfoque práctico y reproducible en el entorno asistencial.
Índice
Perfil de los pacientes y características de las heridas
El estudio incluyó un total de cinco pacientes, seleccionados tras valorar que sus heridas no respondían de forma adecuada al tratamiento convencional con cura en ambiente húmedo (CAH).
La edad media fue de 63,8 años, con cuatro mujeres y un hombre, y una evolución media de las lesiones de dos años, lo que refleja la cronicidad de los casos. El tamaño medio de las heridas fue de 45,8 cm², con variaciones según la localización y etiología.
Las causas de las lesiones fueron variadas, lo que permitió observar la aplicación de la técnica en distintos contextos clínicos:
-
Enfermedad de Hansen
-
Dos úlceras venosas
-
Una lesión por dermatoporosis grado IV
-
Una úlcera neuropática plantar
Todas las heridas se encontraban limpias, sin signos de infección activa y con un lecho apto para la técnica HT-MG, cumpliendo los criterios establecidos para garantizar la viabilidad del injerto.
Los cinco casos incluidos en el estudio muestran la aplicación práctica de la técnica HT-MG en heridas de distinta etiología, con resultados globalmente positivos.
Caso 1 – Lesión por enfermedad de Hansen
Paciente diagnosticado de enfermedad de Hansen con una lesión cutánea crónica que no respondía al tratamiento convencional.
Tras aplicar el microinjerto autólogo mediante HT-MG, se observó una evolución progresiva hacia la cicatrización, con una reducción del tamaño de la herida hasta un residuo final de 2 × 2 cm al cierre del seguimiento.
Caso 2 – Úlcera venosa crónica
Paciente con úlcera venosa de larga evolución.
Tras la aplicación de HT-MG, se evidenció una mejoría rápida en el aspecto del lecho y una epitelización progresiva, alcanzando la cicatrización completa durante el periodo de seguimiento.
Caso 3 – Úlcera venosa crónica
Segundo caso de etiología venosa, con características clínicas similares al anterior.
El tratamiento con HT-MG permitió una evolución favorable, con formación de nuevo tejido epitelial y cierre completo de la lesión sin complicaciones.
Caso 4 – Dermatoporosis grado IV
Paciente con dermatoporosis avanzada (grado IV), que presentaba una lesión atrófica persistente.
La aplicación de microinjertos cutáneos favoreció una respuesta cicatricial notable, con cierre completo de la herida en las semanas posteriores y mejora del tejido circundante.
Caso 5 – Úlcera neuropática plantar
Caso de úlcera neuropática en la planta del pie, con evolución tórpida pese al manejo convencional.
El procedimiento HT-MG consiguió una epitelización completa sin signos de infección ni recidiva, lo que confirma su utilidad en este tipo de lesiones complejas.
Resultados generales y observaciones clínicas
Los resultados globales del estudio muestran una respuesta positiva en todos los casos tratados con microinjertos cutáneos HT-MG. La técnica permitió reducir los tiempos de cicatrización, disminuir el dolor y mejorar la calidad del tejido epitelial obtenido tras el cierre de las heridas.
El tiempo medio de cicatrización fue de aproximadamente 2,5 meses, con una evolución satisfactoria y sin necesidad de hospitalización. Ninguno de los pacientes presentó signos de colonización bacteriana ni infección local tras la aplicación.
El sitio donante (de donde se obtuvieron las biopsias de piel) mostró una recuperación completa entre los 7 y 15 días, sin complicaciones relevantes.
Además, se destacó la facilidad de aplicación del procedimiento, lo que sugiere que puede integrarse en el ámbito ambulatorio o en atención primaria, siempre que se cumplan los requisitos de asepsia, limpieza del lecho y estado general adecuado del paciente.
Consideraciones técnicas y biológicas
El éxito de la técnica se apoya en su base biológica: los microfragmentos obtenidos conservan la matriz extracelular (MEC), que actúa como soporte estructural y favorece la regeneración tisular al mantener nichos celulares activos y factores de crecimiento.
Desde el punto de vista mecánico, se hace referencia al principio de tensegridad, según el cual la estructura de la MEC mantiene la conexión entre las células y el entorno, facilitando su supervivencia e integración en el tejido receptor.
Conclusiones del estudio
El uso de microinjertos cutáneos autólogos (HT-MG) se presenta como una alternativa eficaz y mínimamente invasiva en el tratamiento de heridas crónicas que no responden a los métodos convencionales.
La técnica permite acortar los tiempos de cicatrización, reducir el dolor y obtener una cicatriz funcional y estéticamente aceptable, sin complicaciones infecciosas ni efectos secundarios relevantes.
Entre sus ventajas se encuentran:
-
Procedimiento ambulatorio, sin necesidad de hospitalización.
-
Recuperación rápida del sitio donante.
-
Aplicación sencilla y reproducible, adaptable al entorno de atención primaria o unidades de heridas.
No obstante, el éxito del tratamiento depende de una correcta selección del lecho, que debe estar bien irrigado y libre de tejido necrótico, fibrinoso o infectado.
La técnica no debe aplicarse directamente sobre hueso o tendón expuesto, ya que comprometería la viabilidad del injerto.
El trabajo demuestra que los microinjertos cutáneos HT-MG pueden ser una herramienta útil dentro del abordaje integral de las heridas complejas, especialmente cuando otras terapias no han logrado resultados satisfactorios.
En CMUC, apostamos por la incorporación de técnicas basadas en evidencia, seguras y adaptadas al paciente, que permitan avanzar hacia una cicatrización más rápida y eficaz.
👉 Si te perdiste la primera parte de esta serie, puedes leerla aquí para conocer cómo funciona la técnica HT-MG paso a paso.
Y no olvides seguirnos para descubrir más sobre las nuevas terapias avanzadas en el tratamiento de heridas crónicas.
Divulgación
Microinjertos Cutáneos
Publicado
hace 4 semanasel
4 de noviembre de 2025Por
CMUC Admin
El objetivo de esta serie de dos blogs es explicar, de forma clara, una técnica para tratar heridas de difícil cicatrización mediante microinjertos cutáneos autólogos.
En este primer blog resumimos qué es la técnica, cómo se realiza, qué materiales requiere, cuándo no debe aplicarse y qué resultados globales se observaron.
En el segundo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el estudio (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y hallazgos principales.
¿Por qué hablar de esto? Porque las heridas crónicas consumen muchos recursos, elevan los costes y empeoran la calidad de vida. Suelen mantenerse en inflamación persistente, con proteasas elevadas que dificultan la regeneración, alteran la matriz extracelular (MEC) y la angiogénesis, favoreciendo una cicatrización deficiente. La microfragmentación tisular se propone como alternativa mínimamente invasiva, capaz de estimular la cicatrización en casos donde el tratamiento convencional no ha sido suficiente.
Este trabajo evalúa la técnica HT-MG en un entorno especializado y describe su aplicación práctica y resultados.
Índice
Qué son los microinjertos cutáneos (HT-MG)
Los microinjertos cutáneos autólogos son pequeños microfragmentos de piel obtenidos del propio paciente a partir de biopsias. Mediante un dispositivo estéril de un solo uso (Hy-tissue Micrograft, HT-MG), esas biopsias se fragmentan mecánicamente para generar una suspensión de microinjertos que se aplica en el lecho de la herida y se infiltra en los bordes con el objetivo de estimular la cicatrización cuando los tratamientos convencionales no han sido suficientes.
Materiales y dispositivo necesarios
Para realizar la técnica se emplea el dispositivo Hy-tissue Micrograft (HT-MG), formado por:
-
Micromotor
-
Cápsula de microfragmentación con su conector
-
Base metálica para la fragmentación
Además, se utiliza instrumental de cirugía menor para la obtención y manejo de las biopsias cutáneas.
Procedimiento clínico (paso a paso)
1) Preparación del área
-
Desinfectar el sitio donante y limpiar la herida.
2) Obtención de biopsias
-
Tomar cuatro biopsias de piel del sitio donante.
-
Colocarlas en la rejilla de la cápsula de fragmentación.
3) Preparación de la cápsula
-
Cargar la cápsula con 15 ml de suero fisiológico estéril, sellarla y conectarla al micromotor.
4) Microfragmentación
-
Fragmentación mecánica durante 1 minuto hasta obtener una suspensión turbia de microinjertos.
-
Mantener la herida húmeda con PHMB durante el proceso.
-
Analgesia en bordes según sensibilidad: crema de lidocaína o vaporización de nitrógeno líquido.
-
Infiltrar microfragmentos en la periferia (~0,5 mm hacia la herida) y aplicar en el lecho.
5) Aplicación y cobertura
-
Aplicar la suspensión de microfragmentos sobre el lecho de la herida.
-
Depositar el sobrante sobre un apósito bioactivo de colágeno y ácido hialurónico (Hyalo4 Regen®) y colocarlo sobre la herida.
-
Cubrir con espuma siliconada o apósito con PHMB y asegurar con vendaje (compresivo o de sujeción según etiología).
-
En el sitio donante, colocar fragmentos de 5 mm del apósito Hyalo4 Regen® saturados con el sobrante en los huecos de las biopsias.
Contraindicaciones
La técnica no debe aplicarse cuando el injerto tenga pocas probabilidades de prender por falta de irrigación o por un lecho inadecuado. En concreto, se evita en presencia de:
-
Necrosis en placa
-
Tejido esfacelar
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Tejido fibrinoso
-
Exposición de tendones o de hueso
En estas situaciones, primero hay que optimizar el lecho (desbridar, controlar la infección, mejorar perfusión, etc.) y solo después valorar el microinjerto.
Para realizar el procedimiento con garantías, se requieren dos condiciones básicas:
-
-
Paciente en buen estado general.
-
Lecho de la herida limpio y sin signos de infección.
-
Por qué funciona esta técnica
La microfragmentación cutánea (HT-MG) conserva la matriz extracelular (MEC) como andamiaje natural, lo que favorece la organización del tejido y mantiene nichos celulares útiles para la reparación. En la suspensión resultante hay células viables (como fibroblastos y queratinocitos), además de citocinas y factores de crecimiento implicados en la cicatrización. También se han observado queratina acelular, epitelio, fibrina y linfocitos, elementos que acompañan al proceso de regeneración.
Desde el punto de vista mecano-biológico, el artículo menciona el principio de tensegridad: la MEC contribuye a mantener la conexión célula–MEC y la estabilidad por tensión, lo que favorece la integración de los microinjertos en el lecho receptor.
Resultados observables
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Tiempo medio de cicatrización aproximado: 2,5 meses.
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Disminución del dolor durante la evolución.
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Sin complicaciones por colonización o infección reportadas.
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Sitio donante con recuperación rápida (7–15 días).
-
Procedimiento sencillo y realizable sin hospitalización, con potencial de implantación en atención primaria.
La microfragmentación de piel con HT-MG es una opción mínimamente invasiva que aprovecha tejido autólogo para estimular la cicatrización en heridas complejas, siempre que el lecho esté limpio y bien irrigado y se eviten las contraindicaciones descritas.
En el próximo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el trabajo (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y resultados.
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