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Herpes Zóster; comúnmente CULEBRILLA

La culebrilla o herpes zóster es una erupción de sarpullido o ampollas en la piel. Es causada por el virus de la varicela-zoster.

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culebrina

Concepto

La culebrilla o herpes zóster es una erupción de sarpullido o ampollas en la piel. Es causada por el virus de la varicela-zoster, el mismo que causa la varicela. Después de tener varicela, el virus permanece en su cuerpo. Puede que no cause problemas por muchos años, pero a medida que envejece el virus puede reaparecer como culebrilla. (1,2)

(3)

Durante la varicela, el virus se disemina al torrente sanguíneo e infecta las células nerviosas (ganglios nerviosos) de los nervios espinales o craneales. En los ganglios, el virus permanece en un estado inactivo (latente) y puede no volver a causar síntomas o bien reactivarse muchos años después. (4)

Cuando se reactiva, el virus viaja por las fibras nerviosas hasta la piel, donde produce úlceras dolorosas parecidas a las de la varicela. El brote de herpes zóster casi siempre aparece en una franja de piel situada encima de las fibras nerviosas infectadas, y solo en un lado del cuerpo. Esta franja de piel, el área inervada por las fibras nerviosas de una única región nerviosa espinal, se denomina dermatoma. También pueden aparecer úlceras en los dermatomas situados junto al dermatoma afectado. (4)

El herpes zóster es más común en primavera y otoño, principalmente en adultos.

Factores y grupos de riesgo (1-4)

  • Antecedentes de Varicela.
  • Inmunodepresión: Por enfermedades (VIH/SIDA, Cáncer), algunos medicamentos, tratamiento del cáncer y trasplantes de órganos.
  • Edad: (el riesgo aumenta según avanza la edad).

Los grupos de riesgo más predisponentes a contraer la culebrilla son:

  • Adultos mayores de 60 años.
  • Niños que tuvieron Varicela antes del primer año de vida.
  • Personas inmunodeprimidas.

Síntomas | Signos

Por lo general, el zóster se diagnostica a partir de los antecedentes de dolor en un costado del cuerpo, junto con una erupción cutánea y las ampollas características.

culebrina
(3)

El herpes zóster es causado por el virus varicela-zóster y se manifiesta clínicamente por varicela o infección oculta después de la infección primaria en individuos sin inmunidad o con baja inmunidad. Posteriormente, el virus entra en las terminaciones nerviosas sensoriales de la piel y se mueve hacia el centro a lo largo de las fibras nerviosas del ganglio de la raíz dorsal o del ganglio del trigémino, acechando permanentemente en las neuronas de los ganglios de la raíz dorsal. Bajo la condición de diversas estimulaciones, el virus latente se reactiva, y crece y se reproduce, provocando inflamación y necrosis del ganglio afectado, generando dolor neuropático. Mientras tanto, el virus reactivado puede moverse a la piel a lo largo de las fibras nerviosas periféricas, dando como resultado un exantema vesicular segmentario característico del herpes zóster en la piel.

Los primeros signos de culebrilla incluyen ardor o dolor punzante y hormigueo o picazón. En general, se presenta a un lado del cuerpo o la cara. El dolor puede ser de leve a severo.

Durante los 2 o 3 días previos a la aparición del herpes zóster, la mayoría de las personas sufren dolor, sensación de hormigueo o prurito en una franja de piel (un dermatoma) en un lado del cuerpo, asi como síntomas premonitorios, como fiebre leve, fatiga, debilidad, malestar general, pérdida de apetito y sensación de ardor o neuralgia en la piel afectada. Sin embargo, la erupción cutánea ocurre en algunos pacientes que no presentan síntomas prodrómicos.

El eritema irregular se presenta en una determinada área de distribución nerviosa en 1 a 3 días, y aparecen muchas o agrupadas papulovesículas del tamaño de una cabeza de alfiler, que se desarrollan rápidamente en ampollas, que posteriormente en la franja de piel, se desarrollan racimos de pequeñas ampollas llenas de líquido con contenido transparente y claro rodeadas por una pequeña área roja.

Generalmente, aparecen nuevas erupciones en sucesión dentro de los 2 a 5 días posteriores al inicio.

El contenido de las ampollas puede ser turbio y purulento en algunos días, o las ampollas se rompen parcialmente formando erosiones.

Las lesiones cutáneas finalmente se secan y se forman costras, y se curan después de la eliminación de las costras dejando manchas o pigmentaciones rojizas temporales y sin dejar cicatrices.

Habitualmente, las ampollas solo aparecen en la zona de piel inervada por las fibras del nervio infectado. Muy a menudo las ampollas aparecen en el tronco, por lo general en un solo lado, Pero algunas también pueden aparecer en cualquier otro lugar del cuerpo. Por lo general, las ampollas siguen formándose durante los 3 a 5 días siguientes. El área afectada suele ser sensible a cualquier estímulo, incluso a un ligero roce, y puede ser muy dolorosa.

Entre uno a 14 días después, tendrá una erupción. Esta consiste en ampollas que generalmente duran entre siete y 10 días. El sarpullido suele presentarse en una sola banda alrededor del lado izquierdo o derecho del cuerpo. En otros casos, la erupción ocurre en un lado de la cara. En raras ocasiones, usualmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados, la erupción puede estar más extendida y parecerse a una erupción de varicela.

Algunas personas también pueden presentar otros síntomas, como:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Escalofríos
  • Dolor abdominal

Tipos (1,3,4,4)

En algunos casos aparecen eritema y pápulas, pero no aparecen las típicas ampollas, lo que se conoce como herpes zóster incompleto o abortivo.

Si hay ampollas, se denomina herpes zóster ampolloso.

Si el contenido de la ampolla tiene sangre, se denomina herpes zóster hemorrágico.

En pacientes con linfoma maligno o en pacientes mayores y enfermos, las erupciones variceliformes generalizadas ocurren pocos días después de las erupciones locales y, a menudo, se acompañan de fiebre alta, lo que produce daño pulmonar y cerebral, incluso conduce a la muerte, lo que se denomina herpes zoster generalizado o diseminado.

En pacientes de edad avanzada o desnutridos, las lesiones cutáneas pueden ser necróticas y pueden quedar cicatrices después de la cicatrización, lo que se denomina herpes zóster gangrenoso.

Herpes zóster diseminado, principalmente en los pacientes con linfoma de Hodgkin o con linfomas no Hodgkin (40 %). El exantema puede expandirse por toda la piel y se parece al exantema de la varicela, pero es doloroso. Frecuentemente aparece neumonía, hepatitis y encefalitis.

Herpes zóster recurrente (≤5 %), puede señalar una enfermedad neoplásica maligna o una inmunodeficiencia celular.

El herpes zóster durante el embarazo no está asociado con la infección intrauterina, y el herpes zóster del recién nacido está relacionado con las mujeres embarazadas con varicela durante el embarazo.

Además, el herpes zóster puede ser inducido por traumatismos, en personas resistentes a la fatiga (defatigación), diversas infecciones y la aplicación de fármacos de metales pesados como el arsénico y el antimonio. En ocasiones, las erupciones del herpes zóster se agrupan y pueden asociarse con una infección exógena del VZV y la activación de virus latentes.

En pacientes que reciben quimioterapia citotóxica o terapia inmunosupresora, la incidencia de herpes zóster es de aproximadamente 30% en un año y aproximadamente 1/3 se diseminan. Los pacientes que reciben grandes dosis de glucocorticoides también tienen un mayor riesgo de infección por VZV (virus varicela zoster).

Diagnóstico (1,3,4)

Sobre la base de las ampollas agrupadas, distribuidas a lo largo de los nervios y dispuestas zonalmente, las lesiones unilaterales y la neuralgia evidente, el diagnóstico no es difícil.

El virus del herpes zóster se puede encontrar en cultivos de tejidos. Los anticuerpos que se unen al complemento y los antígenos del VZV en suero pueden verse en la inmunofluorescencia.

Las células del globo multinucleadas son visibles en el frotis de líquido de ampollas. El VZV se puede confirmar rápidamente en microscopía electrónica.

El ADN del VZV se puede detectar en la prueba de PCR.

Etiología (1-4)

Suele desconocerse la causa por la que el virus se reactiva, pero a veces la reactivación se produce cuando un trastorno o la administración de medicamentos debilitan el sistema inmunitario.

La exposición al sol y el estrés son factores relacionados con su aparición.

A diferencia de las infecciones por el virus del herpes simple, que pueden repetirse muchas veces, normalmente aparece un único brote de herpes zóster a lo largo de la vida de una persona. Algo menos del 4% de las personas tienen más de un brote.

El herpes zóster puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente después de los 50 años. La posibilidad de desarrollar culebrilla (herpes zóster) aumenta con la edad. (4)

Complicaciones (1,3,3,4)

La culebrilla puede causar complicaciones, como:

  • En la piel pueden quedar cicatrices o hiperpigmentación, aunque la mayoría de las personas se recuperan sin sufrir consecuencias a largo plazo. Algunas personas, en especial las de edad avanzada, continúan teniendo dolor crónico en la zona afectada (neuralgia posherpética). Neuralgia posherpética es la complicación más común de la culebrilla ya que causa dolor intenso en las áreas donde tuvo la erupción de culebrilla.

La neuralgia posherpética se desarrolla en aproximadamente el 10% de las personas que han tenido herpes. Es más frecuente en las personas mayores. En la neuralgia posherpética, las personas que han sufrido culebrilla continúan teniendo dolor mucho después de que la erupción haya desaparecido. El dolor ocurre en áreas de la piel inervadas por nervios infectados con herpes zóster. La neuralgia postherpética puede ser muy grave e incluso incapacitante.

En general, mejora en unas pocas semanas o meses. Pero algunas personas pueden tener dolor por neuralgia posherpética durante muchos años y puede interferir con la vida diaria.

  • Si la culebrilla afecta su ojo puede tener pérdida de la visión. Puede ser temporal o permanente debido a la afectación del nervio que conduce al ojo por el herpes, este puede infectarse. La infección ocular es más común cuando se producen úlceras en la frente, cerca del ojo y especialmente en la punta de la nariz. Esta infección (llamada herpes zóster oftálmico) puede ser grave. Incluso con tratamiento, la visión puede verse afectada.
herpes zoser
(4)
    • Problemas de audición o equilibrio: Son posibles si tiene culebrilla dentro o cerca de su oído. También puede tener debilidad de los músculos en ese lado de la cara. Estos problemas pueden ser temporales o permanentes ya que el nervio que va hacia el oído también puede resultar afectado. Esta infección (denominada herpes zóster ótico o síndrome de Ramsay Hunt) puede causar ampollas en el conducto auditivo, dolor, parálisis parcial del rostro, pérdida de audición, zumbido en los oídos (acúfenos, tinnitus) y, algunas veces, vértigo.

    En muy raras ocasiones, la culebrilla también puede causar neumonía, inflamación del cerebro (encefalitis) o la muerte.

    Para evitar el desarrollo de infecciones bacterianas, las personas con herpes zóster deben mantener la piel afectada limpia y seca, y no rascarse las ampollas.

Tratamiento (1,3,3,4)

Los medicamentos antivirales pueden ayudar a que el brote sea más corto y menos severo. También pueden ayudar a prevenir la neuralgia postherpética. Los medicamentos son más efectivos si puede tomarlos dentro de los tres días posteriores a la aparición de la erupción.

Los analgésicos también pueden ayudar con el dolor..

No existe cura para el herpes zóster, pero si se lo trata sin demora con antivirales recetados por el médico se puede acelerar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones. Algunos de estos medicamentos son:

  • Aciclovir (Zovirax)
  • Famciclovir
  • Valaciclovir (Valtrex)

El herpes zóster puede causar un dolor intenso, por lo que el médico también podría recetarte:

  • Parche de capsaicina tópica (Qutenza).
  • Anticonvulsivos, como por ejemplo gabapentina (Neurontin).
  • Antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina.
  • Agentes entumecedores, por ejemplo lidocaína, aplicados en crema, gel, espray o parche para la piel.
  • Medicamentos que contienen narcóticos, por ejemplo codeína.
  • Inyecciones de corticosteroides o anestésico local.
  • Vitaminas e inmunoterapia : la vitamina B1, la vitamina B6 y la vitamina B12 se pueden administrar por vía oral o inyectada.

El herpes zóster generalmente dura entre dos y seis semanas. La mayoría de las personas contraen herpes zóster solo una vez, pero es posible contraerlo dos veces o más.

Tratamiento tópico: los principios terapéuticos son disminuir la inflamación, secar, astringe y prevenir infecciones secundarias. El régimen de tratamiento es de uso externo con una solución de cloruro de metilrosanilinio al 2%. Si hay una infección secundaria, se puede aplicar neomicina tópica, mupirocina o crema de ácido fusídico. Si tiene úlceras gangrenosas, se pueden aplicar compresas húmedas con solución de neomicina al 0,1% o solución de etacridina al 0,1%. Se puede usar una solución de aciclovir al 0,1% al 0,5% para tratar el herpes zóster oftálmico. La crema tópica de ácido fosfórico al 0.1% (PPA) puede aliviar el dolor y acortar el curso clínico.

Tratamiento – Manejo en casa

Aplicar frio local mediante una toalla fría.

Mantenga la piel limpia.

La ducha es preferible al baño ya que con el baño existe el riesgo de una invasión bacteriana de las zonas de piel afectadas.

No usar jabón o gel de ducha perfumados porque pueden irritar la piel, por esto se recomienda excluir las zonas de piel infectadas.

Eliminar los vendajes o apósitos que se utilizan para cubrir las úlceras en la piel.

Use ropa cómoda que no se ajuste al cuerpo, ya que las zonas de piel afectadas son muy sensibles al roce. Deje que el aire toque su piel, a los virus no les gusta la sequedad. Lo mejor es usar ropa de algodón holgada para no presionar las heridas.

lavar con agua caliente la ropa que tenga contacto con las úlceras/ lesiones de la piel, así como las sábanas y las toallas tras su uso.

Utilizar loción de calamina y baños de avena ya pueden ayudar a aliviar parte del picor.

No te rasques. Córtate bien las uñas para evitar sobreinfecciones por rascado.

No aplicar cremas ni pomadas en las ampollas, sin supervisión ni indicación por profesional.

Evita la exposición al sol hasta que las lesiones desaparezcan por completo, porque favorece la aparición de manchas oscuras en el proceso de cicatrización.

Mientras que las ampollas o úlceras de la piel aún estén abiertas y supurando, evite todo contacto con cualquier persona que nunca haya tenido varicela, especialmente las mujeres embarazadas.

Prevención (4)

Se recomienda la prevención de la varicela mediante la vacunación infantil y la de adultos no inmunizados.

Existen dos vacunas contra el herpes zóster (culebrilla): una vacuna recombinante nueva y una vacuna más antigua con virus vivo debilitado. Las vacunas recombinantes contienen solo fragmentos de un virus. La vacuna recombinante es la preferida y la recomendada para personas sanas de 50 años o más, con independencia de si recuerdan haber sufrido varicela o herpes zóster y de si han recibido la vacuna anterior contra el herpes zóster.

La vacuna recombinante contra el herpes zóster se administra en dos dosis como inyección intramuscular. Las dosis se administran con un intervalo de separación de 2 a 6 meses y al menos 2 meses después de la vacuna más antigua (virus vivo debilitado) para las personas que han recibido dicha vacuna.

La vacuna recombinante reduce de forma significativa la posibilidad de contraer culebrilla y neuralgia posherpética.

Cuando se produce el herpes zóster, la toma de medicamentos antivíricos reduce el riesgo de desarrollar neuralgia posherpética.

Aunque es menos frecuente en gente joven, si sospechas que tu hijo puede estar afectado por un herpes zóster, evita administrarle ácido acetilsalicílico -aspirina-, ya que puede producirle una enfermedad inusual, pero grave, llamada Síndrome de Reye.

Si crees que puedes padecer herpes zóster, acude a tu médico, porque el tratamiento precoz puede disminuir la incidencia de la neuralgia postherpética u otras complicaciones más graves, especialmente si eres mayor de 50 años, estás inmunodeprimido o tienes síntomas oculares.

¿Se contagia? Cómo el herpes lo causa el virus de la varicela el contagio es posible en personas que no han pasado esta enfermedad o no han sido vacunadas de ella. Hay que evitar el contacto directo con personas afectadas en estos casos.

Bibliografía:

  1. Culebrilla (herpes zóster) [Internet]. National Library of Medicine; [citado 29 de marzo de 2021]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/shingles.html
  2. Zóster – Diagnóstico y tratamiento – Mayo Clinic [Internet]. [citado 29 de marzo de 2021]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/shingles/diagnosis-treatment/drc-20353060
  3. Herpes zoster: causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención | Medcubic [Internet]. [citado 29 de marzo de 2021]. Disponible en: https://medcubic.com/node/144
  4. Herpes zóster (culebrilla) – Infecciones [Internet]. Manual MSD versión para público general. [citado 29 de marzo de 2021]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/infecciones/infecciones-por-el-virus-del-herpes/herpes-z%C3%B3ster-culebrilla

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Insuficiencia Arterial: Qué es, causas, síntomas y tratamientos

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Este artículo es una inmersión profunda en la patología vascular, explicaremos qué es la insuficiencia arterial, sus causas síntomas y tratamientos. Ideal para pacientes o profesionales que busquen entender sus síntomas y las opciones de diagnóstico disponibles.

¿Qué es una arteria y cómo funciona?

La palabra “arteria” proviene del griego ἀρτηρία, que significa “tubo, conducción”. La arteria es el vaso sanguíneo encargado de distribuir la sangre expulsada de las cavidades ventriculares del corazón en cada sístole al resto del organismo y lecho capilar.

Sus paredes son muy resistentes y elásticas para resistir la presión que ejerce la sangre al salir bombeada del corazón. Cada vaso arterial consta de tres capas concéntricas:

  • Interna o íntima: constituida por el endotelio.

  • Media: capa gruesa compuesta por fibras musculares lisas, fibras elásticas y de colágeno.

  • Externa o adventicia: formada por tejido conjuntivo.

Los límites entre las tres capas están generalmente bien definidos en las arterias. Siempre presentan una lámina elástica interna separando la íntima de la media, y (a excepción de las arteriolas) presentan una lámina elástica externa que separa la media de la adventicia. La lámina externa se continúa menudo con las fibras elásticas de la adventicia.

Existen diferentes tipos arteriales:

  • Arterias elásticas: Son los grandes vasos de conducción, la aorta, los troncos innominados, la carótida común y las subclavias. Sus paredes tienen una gran elasticidad, lo que permite hacer más regular el flujo sanguíneo. La capa media esta formada por una gran concentración de capas de elastina, además de células musculares lisas, fibras colágenas, proteoglicanos y glicoproteinas.
  • Arterias musculares: Las principales ramas de distribución, la arteria radial, la arteria femoral, la arteria coronaria y la arteria cerebral (todas ellas importantes ramificaciones). La capa media importante es rica en fibras musculares lisas. Tienen una potente capa adventicia, rica en colágeno y fibras elásticas. Vasa vasorum, nervi vasorum que llegan a la porción más externa de la capa media.
  • Arteriolas: Las ramas terminales que irrigan el territorio capilar. Tiene un tejido menos elástico y más presencia de fibras musculares lisas. La túnica adventicia es escasa.
  • Microcirculación: se refiere al flujo de sangre de las arteriolas y capilares o los capilares y venas, es la parte del sistema circulatorio encargada del intercambio de gases, fluidos, nutrientes y productos de desecho.

 

Definición de Insuficiencia Arterial

La obstrucción arterial se caracteriza por la interrupción del flujo sanguíneo a una determinada parte de nuestro organismo como consecuencia de la oclusión crónica de la arteria que lo irriga. La disminución del flujo sanguíneo ocasiona un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo , produciendo hipoperfusión, hipoxemia y necrosis si no es restablecida la circulación.

Causas y Factores de Riesgo

Existen varias causas que pueden provocar un estrechamiento de la arteria y disminuir el flujo sanguíneo:

  • Arterioesclerosis: Una placa que se acumula en las paredes de las arterias, compuesta por grasa y colesterol.

  • Trombosis: Un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso y permanece allí.

  • Embolia: Coágulo que se desplaza desde el sitio donde se formó a otro lugar.

  • Calcificación vascular: Depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias.

  • Otros: Hipertensión arterial, traumatismos o disección.

Entre los factores de riesgo más importantes implicados en el desarrollo de enfermedades vasculares y, por lo tanto de insuficiencia arterial están el tabaquismo, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, la dislipidemia, la edad y el sexo masculino.

Signos y Síntomas: ¿Cómo detectarlo?

La ubicación del dolor depende del lugar de la arteria obstruida o estrechada. Los signos más característicos incluyen:

  1. Claudicación intermitente: Calambres dolorosos en caderas, muslos o pantorrillas después de realizar ciertas actividades, como caminar, que desaparecen después de algunos minutos de descanso.

  2. Dolor en reposo isquémico: Si la enfermedad progresa, aparece dolor incluso estando acostado, lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño.

  3. Cambios físicos: Entumecimiento, sensación de frío en la pierna o pie, pérdida de vello, crecimiento lento de las uñas, y piel brillante en las piernas.

  4. Úlceras arteriales: Heridas que no sanan en los dedos de los pies, pies o piernas.

Diagnóstico de la Insuficiencia Arterial

Una adecuada anamnesis es necesaria para realizar un correcto diagnóstico. Para recabar datos disponemos de diferentes métodos:

  • Exploración física: Se palpan cuidadosamente los pulsos (femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio). La ausencia de pulso tibial posterior es el mejor discriminador aislado de la isquemia crónica.

  • Índice Tobillo-Brazo (ITB): Fundamental para determinar el grado de afectación.

  • Angiografía: Se inyecta material de contraste para ver el flujo sanguíneo en tiempo real mediante radiografías, resonancia (ARM) o tomografía (ATC).

  • Análisis de sangre: Para medir colesterol, triglicéridos y presencia de diabetes.

Tratamientos Disponibles

El tratamiento empieza con la modificación de los factores de riesgo: dejar de fumar, realizar ejercicio (caminar en patrón ejercicio-descanso) y el control de diabetes/hipertensión.

Tratamientos Farmacológicos:

  • Antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Clopidogrel).

  • Fármacos para la claudicación (Pentoxifilina, Cilostazol).

  • Inhibidores de la ECA.

 

Tratamientos Quirúrgicos:

  • Angioplastia: Uso de un balón para reabrir la arteria, a veces con colocación de stent.

  • Cirugía de bypass: Creación de un puente con un injerto para desviar la sangre alrededor de la obstrucción.

  • Tromboendarterectomía: Extirpación quirúrgica de la lesión oclusiva.

En pacientes con úlceras se procederá a la limpieza de estas. Si se ha conseguido la revascularización se realizarán desbridamientos amplios o incluso la amputación parcial (dedos de los pies) con el fin de evitar una sobreinfección de las heridas y conseguir una cicatrización final.

En caso de que la revascularización no funcione, se deberá proceder a la amputación parcial o total de la extremidad afectada, si existe un dolor no controlado o sobreinfección asociada.5

Se les aconseja a los pacientes que eviten el frío y los fármacos vasoconstrictores (por ejem. Seudoefedrina que forma parte de muchos remedios para la sinusitis y el resfriado).3

En CMUC ofrecemos a nuestros pacientes ozonoterapia como tratamiento para la curación de úlceras. El ozono tiene una gran capacidad oxidante que le confiere un importante poder contra bacterias, virus y hongos (este oxida la envoltura externa de bacterias y virus, destruyéndolos). También incrementa la circulación sanguínea, en especial la microcirculación (incrementa la liberación de oxígeno en los glóbulos rojos y así ceder el oxígeno a los tejidos periféricos).

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Caso Clínico

Microinjertos Cutáneos – Casos Clínicos

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Casos clínicos con microinjertos cutáneos

En el primer blog de esta serie de blogs sobre los microinjertos cutáneos, os explicamos los fundamentos de la técnica Hy-Tissue Micrograft (HT-MG): un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza microfragmentos de piel autóloga para estimular la cicatrización en heridas crónicas cuando los tratamientos convencionales no han sido eficaces.

En este segundo artículo, nos centramos en la experiencia clínica recogida en el estudio: cinco pacientes con heridas de etiologías diversas tratados mediante HT-MG.

Se trata de un estudio analítico, observacional, transversal y prospectivo, para evaluar la eficacia clínica de esta técnica en términos de cierre de la herida, disminución del dolor y seguridad del procedimiento, manteniendo un enfoque práctico y reproducible en el entorno asistencial.

Perfil de los pacientes y características de las heridas

El estudio incluyó un total de cinco pacientes, seleccionados tras valorar que sus heridas no respondían de forma adecuada al tratamiento convencional con cura en ambiente húmedo (CAH).

La edad media fue de 63,8 años, con cuatro mujeres y un hombre, y una evolución media de las lesiones de dos años, lo que refleja la cronicidad de los casos. El tamaño medio de las heridas fue de 45,8 cm², con variaciones según la localización y etiología.

Las causas de las lesiones fueron variadas, lo que permitió observar la aplicación de la técnica en distintos contextos clínicos:

  • Enfermedad de Hansen 

  • Dos úlceras venosas

  • Una lesión por dermatoporosis grado IV

  • Una úlcera neuropática plantar

Todas las heridas se encontraban limpias, sin signos de infección activa y con un lecho apto para la técnica HT-MG, cumpliendo los criterios establecidos para garantizar la viabilidad del injerto.

Los cinco casos incluidos en el estudio muestran la aplicación práctica de la técnica HT-MG en heridas de distinta etiología, con resultados globalmente positivos.

Caso 1 – Lesión por enfermedad de Hansen

Paciente diagnosticado de enfermedad de Hansen con una lesión cutánea crónica que no respondía al tratamiento convencional.
Tras aplicar el microinjerto autólogo mediante HT-MG, se observó una evolución progresiva hacia la cicatrización, con una reducción del tamaño de la herida hasta un residuo final de 2 × 2 cm al cierre del seguimiento.

Caso 2 – Úlcera venosa crónica

Paciente con úlcera venosa de larga evolución.
Tras la aplicación de HT-MG, se evidenció una mejoría rápida en el aspecto del lecho y una epitelización progresiva, alcanzando la cicatrización completa durante el periodo de seguimiento.

Caso 3 – Úlcera venosa crónica

Segundo caso de etiología venosa, con características clínicas similares al anterior.
El tratamiento con HT-MG permitió una evolución favorable, con formación de nuevo tejido epitelial y cierre completo de la lesión sin complicaciones.

Caso 4 – Dermatoporosis grado IV

Paciente con dermatoporosis avanzada (grado IV), que presentaba una lesión atrófica persistente.
La aplicación de microinjertos cutáneos favoreció una respuesta cicatricial notable, con cierre completo de la herida en las semanas posteriores y mejora del tejido circundante.

Caso 5 – Úlcera neuropática plantar

Caso de úlcera neuropática en la planta del pie, con evolución tórpida pese al manejo convencional.
El procedimiento HT-MG consiguió una epitelización completa sin signos de infección ni recidiva, lo que confirma su utilidad en este tipo de lesiones complejas.

 

Resultados generales y observaciones clínicas

Los resultados globales del estudio muestran una respuesta positiva en todos los casos tratados con microinjertos cutáneos HT-MG. La técnica permitió reducir los tiempos de cicatrización, disminuir el dolor y mejorar la calidad del tejido epitelial obtenido tras el cierre de las heridas.

El tiempo medio de cicatrización fue de aproximadamente 2,5 meses, con una evolución satisfactoria y sin necesidad de hospitalización. Ninguno de los pacientes presentó signos de colonización bacteriana ni infección local tras la aplicación.

El sitio donante (de donde se obtuvieron las biopsias de piel) mostró una recuperación completa entre los 7 y 15 días, sin complicaciones relevantes.

Además, se destacó la facilidad de aplicación del procedimiento, lo que sugiere que puede integrarse en el ámbito ambulatorio o en atención primaria, siempre que se cumplan los requisitos de asepsia, limpieza del lecho y estado general adecuado del paciente.

Consideraciones técnicas y biológicas

El éxito de la técnica se apoya en su base biológica: los microfragmentos obtenidos conservan la matriz extracelular (MEC), que actúa como soporte estructural y favorece la regeneración tisular al mantener nichos celulares activos y factores de crecimiento.

Desde el punto de vista mecánico, se hace referencia al principio de tensegridad, según el cual la estructura de la MEC mantiene la conexión entre las células y el entorno, facilitando su supervivencia e integración en el tejido receptor.

Conclusiones del estudio

El uso de microinjertos cutáneos autólogos (HT-MG) se presenta como una alternativa eficaz y mínimamente invasiva en el tratamiento de heridas crónicas que no responden a los métodos convencionales.

La técnica permite acortar los tiempos de cicatrización, reducir el dolor y obtener una cicatriz funcional y estéticamente aceptable, sin complicaciones infecciosas ni efectos secundarios relevantes.

Entre sus ventajas se encuentran:

  • Procedimiento ambulatorio, sin necesidad de hospitalización.

  • Recuperación rápida del sitio donante.

  • Aplicación sencilla y reproducible, adaptable al entorno de atención primaria o unidades de heridas.

No obstante,  el éxito del tratamiento depende de una correcta selección del lecho, que debe estar bien irrigado y libre de tejido necrótico, fibrinoso o infectado.
La técnica no debe aplicarse directamente sobre hueso o tendón expuesto, ya que comprometería la viabilidad del injerto.

El trabajo demuestra que los microinjertos cutáneos HT-MG pueden ser una herramienta útil dentro del abordaje integral de las heridas complejas, especialmente cuando otras terapias no han logrado resultados satisfactorios.

En CMUC, apostamos por la incorporación de técnicas basadas en evidencia, seguras y adaptadas al paciente, que permitan avanzar hacia una cicatrización más rápida y eficaz.

👉 Si te perdiste la primera parte de esta serie, puedes leerla aquí para conocer cómo funciona la técnica HT-MG paso a paso.

Y no olvides seguirnos para descubrir más sobre las nuevas terapias avanzadas en el tratamiento de heridas crónicas.

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Microinjertos Cutáneos

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El objetivo de esta serie de dos blogs es explicar, de forma clara, una técnica para tratar heridas de difícil cicatrización mediante microinjertos cutáneos autólogos.

En este primer blog resumimos qué es la técnica, cómo se realiza, qué materiales requiere, cuándo no debe aplicarse y qué resultados globales se observaron.

En el segundo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el estudio (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y hallazgos principales.

¿Por qué hablar de esto? Porque las heridas crónicas consumen muchos recursos, elevan los costes y empeoran la calidad de vida. Suelen mantenerse en inflamación persistente, con proteasas elevadas que dificultan la regeneración, alteran la matriz extracelular (MEC) y la angiogénesis, favoreciendo una cicatrización deficiente. La microfragmentación tisular se propone como alternativa mínimamente invasiva, capaz de estimular la cicatrización en casos donde el tratamiento convencional no ha sido suficiente.

Este trabajo evalúa la técnica HT-MG en un entorno especializado y describe su aplicación práctica y resultados.

Qué son los microinjertos cutáneos (HT-MG)

Los microinjertos cutáneos autólogos son pequeños microfragmentos de piel obtenidos del propio paciente a partir de biopsias. Mediante un dispositivo estéril de un solo uso (Hy-tissue Micrograft, HT-MG), esas biopsias se fragmentan mecánicamente para generar una suspensión de microinjertos que se aplica en el lecho de la herida y se infiltra en los bordes con el objetivo de estimular la cicatrización cuando los tratamientos convencionales no han sido suficientes.

Materiales y dispositivo necesarios

Para realizar la técnica se emplea el dispositivo Hy-tissue Micrograft (HT-MG), formado por:

  • Micromotor

  • Cápsula de microfragmentación con su conector

  • Base metálica para la fragmentación

Además, se utiliza instrumental de cirugía menor para la obtención y manejo de las biopsias cutáneas.

Procedimiento clínico (paso a paso)

1) Preparación del área

  • Desinfectar el sitio donante y limpiar la herida.

2) Obtención de biopsias

  • Tomar cuatro biopsias de piel del sitio donante.

  • Colocarlas en la rejilla de la cápsula de fragmentación.

3) Preparación de la cápsula

  • Cargar la cápsula con 15 ml de suero fisiológico estéril, sellarla y conectarla al micromotor.

4) Microfragmentación

  • Fragmentación mecánica durante 1 minuto hasta obtener una suspensión turbia de microinjertos.

  • Mantener la herida húmeda con PHMB durante el proceso.

  • Analgesia en bordes según sensibilidad: crema de lidocaína o vaporización de nitrógeno líquido.

  • Infiltrar microfragmentos en la periferia (~0,5 mm hacia la herida) y aplicar en el lecho.

5) Aplicación y cobertura

  • Aplicar la suspensión de microfragmentos sobre el lecho de la herida.

  • Depositar el sobrante sobre un apósito bioactivo de colágeno y ácido hialurónico (Hyalo4 Regen®) y colocarlo sobre la herida.

  • Cubrir con espuma siliconada o apósito con PHMB y asegurar con vendaje (compresivo o de sujeción según etiología).

  • En el sitio donante, colocar fragmentos de 5 mm del apósito Hyalo4 Regen® saturados con el sobrante en los huecos de las biopsias.

Contraindicaciones

La técnica no debe aplicarse cuando el injerto tenga pocas probabilidades de prender por falta de irrigación o por un lecho inadecuado. En concreto, se evita en presencia de:

  • Necrosis en placa

  • Tejido esfacelar

  • Tejido fibrinoso

  • Exposición de tendones o de hueso

En estas situaciones, primero hay que optimizar el lecho (desbridar, controlar la infección, mejorar perfusión, etc.) y solo después valorar el microinjerto.

Para realizar el procedimiento con garantías, se requieren dos condiciones básicas:

    • Paciente en buen estado general.

    • Lecho de la herida limpio y sin signos de infección.

Por qué funciona esta técnica

La microfragmentación cutánea (HT-MG) conserva la matriz extracelular (MEC) como andamiaje natural, lo que favorece la organización del tejido y mantiene nichos celulares útiles para la reparación. En la suspensión resultante hay células viables (como fibroblastos y queratinocitos), además de citocinas y factores de crecimiento implicados en la cicatrización. También se han observado queratina acelular, epitelio, fibrina y linfocitos, elementos que acompañan al proceso de regeneración.
Desde el punto de vista mecano-biológico, el artículo menciona el principio de tensegridad: la MEC contribuye a mantener la conexión célula–MEC y la estabilidad por tensión, lo que favorece la integración de los microinjertos en el lecho receptor.

Resultados observables

  • Tiempo medio de cicatrización aproximado: 2,5 meses.

  • Disminución del dolor durante la evolución.

  • Sin complicaciones por colonización o infección reportadas.

  • Sitio donante con recuperación rápida (7–15 días).

  • Procedimiento sencillo y realizable sin hospitalización, con potencial de implantación en atención primaria.

La microfragmentación de piel con HT-MG es una opción mínimamente invasiva que aprovecha tejido autólogo para estimular la cicatrización en heridas complejas, siempre que el lecho esté limpio y bien irrigado y se eviten las contraindicaciones descritas.

En el próximo blog presentaremos los casos clínicos incluidos en el trabajo (enfermedad de Hansen, úlceras venosas, dermatoporosis grado IV y úlcera neuropática plantar), con su evolución y resultados.

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