Los rayos dañinos del sol, también, son los responsables por el fotoenvejecimiento, el envejecimiento prematuro de la piel que genera arrugas, pérdida de elasticidad e incluso problemas serios como el cáncer de la piel, y como signos más leves, manchas en la piel de difícil eliminación, ya que como sabemos la piel tiene memoria y estas quemaduras y exposiciones solares prolongadas desencadenan con el paso del tiempo pecas, manchas, venas finas y rojas en las mejillas, la nariz y las orejas, arrugas profundas etc. En definitiva, los problemas de la piel en verano esán asegurados a no ser que hagas algo para evitarlos.
Para evitarlas recomendamos usar protección solar frecuentemente y por ello os damos unas pautas y una información básica a la hora de elegir la crema solar.
Evita la exposición solar entre las 10:00 a. m. y las 4:00 p. m. Los rayos del sol son más fuertes en este período, de manera que debes organizar las actividades al aire libre en otros horarios. Si no puedes hacer eso, limita el tiempo que estás al sol. Busca la sombra cuando sea posible.
Evita tomar sol y las camas solares. Obtener un bronceado básico no disminuye el riesgo de quemaduras por el sol.
Cúbrete. Cuando estés afuera, usa un sombrero de ala ancha y ropa que te cubra (incluso los brazos y las piernas). Los colores oscuros ofrecen más protección, al igual que las telas de tejido compacto. Considera usar equipos de exterior diseñados para protegerte del sol. Revisa la etiqueta para ver el factor de protección ultravioleta, que indica lo bien que un tejido bloquea la luz solar.
Cuanto más alto sea el número del factor de protección ultravioleta, mejor.
Ten cuidado con los medicamentos fotosensibilizantes. Algunos medicamentos
comunes de venta con o sin receta, como antibióticos, retinoides e ibuprofeno, pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz del sol. Habla con tu farmacéutico o médico sobre los efectos secundarios de los medicamentos que tomas.
Usa con frecuencia una buena cantidad de protector solar. Aplica un protector solar resistente al agua y un bálsamo labial con un FPS de 30 o más y una protección de amplio espectro contra los rayos ultravioleta A (UVA) y B (UVB).
Unos 15 o 30 minutos antes de salir, aplica protector solar de forma generosa en la piel que no está protegida por la ropa. Ponte más protector solar cada 2 horas y después de nadar o sudar.
El factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) indica el número de veces por el que se multiplica el tiempo que se puede permanecer al sol sin quemarse. Pero, aunque no se queme, la piel sufre. Todos debemos usar un protector solar con índice de protección de 15, como mínimo, que correspondería
a un nivel de protección medio, e ir subiendo en función de nuestro tipo de piel. De 30 a 50 (alta protección, para pieles muy claras); y 50+ (protección muy alta, especial para niños).(2)
Ésta son nuestras dos marcas recomendadas por su calidad-precio. (3,4)
Para aumentar estas defensas ante el sol, también es conveniente la toma de protección solar via oral ya que ofrece una fotoprotección desde el interior con vitamina D.
Cápsulas con alto contenido en Fernblock®, que desde la primera toma aumentan la resistencia de la piel al sol, neutralizan y reparan el daño solar. En combinación con la fotoprotección tópica consiguen una protección homogénea, llegando a zonas donde no podemos aplicar crema solar (cuero cabelludo, ojos, orejas, etc). Su fórmula completa incluye vitaminas D, C y E, luteína y licopeno. Sin gluten. (5)
No olvidemos también proteger nuestros labios, y más aún después tanta mascarilla, nuestros labios están menos protegidos y más susceptibles al sol. Si ya los tenemos dañados recomendamos tratarlos con el labial de aceite ozonizado en la mañana y en la noche y posteriormente aplicar protector solar labial antes de exponernos a la luz solar. (6)
Si también usas repelentes para insectos, aplica primero el protector solar. La American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) no recomienda productos que combinen un repelente de insectos con un protector solar.
Quemaduras Solares
El sol es un elemento vital para nuestra salud y bienestar, pero en exceso puede ser perjudicial y producir quemaduras solares. Las exposiciones prolongadas a los rayos ultravioleta son la causa de las quemaduras solares que causan síntomas como enrojecimiento de la piel, tirantez, picor y hasta fiebre en las quemaduras más graves. Al inicio del verano son más frecuentes ya que nuestra piel comienza a exponerse al sol.
Acné
Y más este verano, facial sobre todo la zona de uso de mascarilla llamado maskné, ya que cuando el sudor se mezcla con bacterias y aceites en la piel, puede obstruir los poros. Si tienes piel propensa al acné, esto a menudo significa brotes. (7)
Los dermatólogos recomiendan lo siguiente para ayudar a prevenir el acné:
Utilizar mascarillas desechables o con telas de algodón porque permiten que la piel respire un poco. Evitar las mascarillas de materiales sintéticos como nylon o polyester. Procurar que la mascarilla no quede muy apretada ni suelta por el aumento de roce en la zona.
Si es de tela, es muy posible que se produzca acné si la grasa (sebo), sudor y suciedad quedan en contacto con la piel. Por lo que se aconseja lavarla diariamente con detergente hipoalergénico libre de fragancias.
Rutina de cuidado de la piel facial: usar un limpiador suave que no contenga jabón (syndet) y un humectante ligero no comedogénico sin fragancia posterior. El humectante, además de su función habitual, puede proteger la piel de la fricción de la mascarilla. Se sugiere evitar usar productos como exfoliantes, astringentes o tónicos fuertes en la piel que cubre la mascarilla porque pueden inducir irritación o sequedad.
No debemos olvidarnos de la hidratación, y es que al hidratar la piel la
hacemos más elástica y fuerte y, por lo tanto, menos propensa a estos
problemas. Es importante, sin embargo, aplicar la crema hidratante al
menos 30 minutos antes de cubrirnos con la mascarilla.
Secar el sudor de tu piel con una toalla o un paño limpio. Ten cuidado
porque al limpiar el sudor puede irritar tu piel, lo que puede provocar una
ruptura del poro.
Lava la ropa sudada, diademas, toallas y sombreros antes de volver a
usarlos y realiza un cambio frecuente de mascarillas.
Usa productos no comedogénicos en tu cara, cuello, espalda y pecho. La etiqueta también puede decir “sin aceite” o “no obstruirá los poros”.
Además de estos consejos generales, los dermatólogos recomiendan reducir el uso de maquillaje en la zona y que las personas con piel grasa y tendencia al acné extremen aún más sus cuidados, exfoliando la piel al menos una vez a la semana para eliminar las impurezas
Por lo tanto, es necesario consultar a un dermatólogo para confirmar si se trata de un cuadro de acné e indicar el tratamiento adecuado. Asimismo, para diferenciar de una dermatitis de contacto que, por el contrario, se presenta con enrojecimiento, ardor, picazón y descamación). También aconseja evitar la automedicación, como el uso de
cremas con corticoides en esas áreas sin supervisión médica, ya que pueden inducir nuevos brotes de acné y agravar el problema.
En el cuerpo también hay zonas más susceptibles a la aparición de granos por sudor como pueden ser la frente, el cuello, la ingle, la espalda y los pies. (8)
El sarpullido se desarrolla en forma de pequeñas vesículas claras y transparentes (miliaria cristalina) que pueden llegar a inflamarse dando lugar a granos rojos (miliaria rubra) que a su vez pueden infectarse y llenarse de pus, y se acompaña de picor. En ocasiones, la fricción durante la actividad física también puede contribuir a su aparición y la falta de ventilación puede empeorarlos en determinadas zonas:
Granos en la frente y el cuello: Para prevenirlos es importante mantener una buena higiene. Asimismo, puedes usar toallitas limpiadoras y lavarte la cara y el cuello con agua fresca durante el día.
Granos en la espalda: La espalda es una zona que tiende mucho a la
sudoración, especialmente al hacer deporte, y a veces es descuidada durante la limpieza por el difícil acceso.
Granos en la ingle: Las ingles suelen estar poco ventiladas y tienden a sufrir
mucha fricción durante la actividad física, por lo que hay que tener especial precaución en esta zona.
Granos en los pies: Los granos por sudoración en los pies aparecen porque no tienen ventilación. Además, el mal olor a menudo se convierte en un problema.
Hay que mantenerlos aireados el mayor tiempo posible y realizar una buena higiene después de practicar ejercicio con calzado deportivo, sin olvidar usar calcetines con fibras naturales. Para ello recomendamos los calcetines Muvu ya que proporcionan un equilibrio de la humedad, no irrita la piel y es un tejido elástico por lo que previene de rozaduras debido a su composición con un hilado principal natural y biodegradable (viscosa de origen vegetal y quitina de origen marino, denominada Viscosa CH); entrelazado con un segundo hilado de poliamida ionizada con plata denominado Poliamida Ion. (9)
Y por último la piel seca es también muy común en verano a pesar de hidratarnos para dar brillo a nuestra piel y poder lucirla con las prendas veraniegas.
Piel seca e irritada
Cuando el aire exterior es cálido y húmedo, puedes tener la piel irritada y seca. Los principales culpables son pasar tiempo en el sol, la piscina y el aire acondicionado.
Si tu piel comienza a sentirse seca e irritada a pesar de la humedad, prueba estos consejos: (10)
Ducha y champú inmediatamente después de salir de la piscina o el mar, con agua fresca y limpia y un limpiador suave o gel de baño.
Usa protector solar antes de salir al aire libre, usando uno que ofrezca
protección de amplio espectro, SPF 30+ y resistencia al agua.
Usa un limpiador suave para lavar tu piel. Los jabones etiquetados como “antibacteriano” o “desodorante” pueden resecar su piel, por lo que debes hacer una elección según las necesidades de tu piel, es decir, si tu piel no está contaminada o no tiene exceso de sudor no uses productos para tal.
Toma duchas de agua tibia en lugar de agua caliente.
Aplica una crema hidratante sin fragancia después de cada ducha y baño. La crema hidratante funciona atrapando el agua en tu piel, por lo que tendrás que aplicarla dentro de los 5 minutos siguientes de tomar una ducha o un baño.
Lleva la crema hidratante contigo, así la podrás aplicar después de lavarte las manos y cuando notes que tu piel está seca.