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ROSÁCEA

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ROSÁCEA. (1–3)

La rosácea es un tipo de dermatosis crónica que afecta a un 10% de la población que afecta en su mayor porcentaje a mujeres que aparece entre los 20 y 50 años aunque puede aparecer a cualquier edad, que, aunque no tiene una repercusión grave en las personas que lo padecen, si que ejerce una carga emocional importante y con gran impacto en la calidad de vida principalmente por afectar estéticamente entre otras afectaciones, siendo estas más graves en el sexo masculino. En nuestros centros encontramos muchas consultas sobre la rosácea, por lo que nos gustaría hacer una breve entrada sobre lo que es y como la tratamos en nuestros centros.

  1. Concepto.(4,5)

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica benigna que se manifiesta principalmente en la cara, y la región centrofacial, que cursa con un enrojecimiento en la parte central de la cara como un rubor que inicialmente es transitorio, pero después se hace persistente y comienza con la aparición de telangiectasias y/o incluso con pápulo-pústulas similares a los que presenta con el acné, pero sin comedones.

A menudo se caracteriza por un ciclo crónico de remisión y recaída, es decir una vez que aparece, permanece en el tiempo, aunque con períodos de remisión en el que los síntomas y signos disminuyen y con períodos de exacerbación, los signos y síntomas aumentan, también denominado brote.

  1. Síntomas.(2,4,6,7)

La rosácea afecta a la zona de la cara:  la nariz, las mejillas, el mentón, la frente y el entrecejo, siendo raro observarla fuera de la superficie facial, aunque a veces puede parecer en zonas expuestas al daño solar como el cuello, el escote, la espalda, las orejas y el cuero cabelludo.

Se caracteriza por episodios transitorios de rubor, eritema permanente o transitorio, telangiectasias, pápulas y pústulas, con ausencia de comedones, que se distribuyen con simetría respetando la zona ocular.

En definitiva, los síntomas principales son:

  • Eritema o flushing.
  • Telangiectasias (vasos sanguíneos pequeños y dilatados en la piel).
  • Pápulas y pústulas.
  • Quemazón de la piel facial Y Sensibilidad cutánea.
  • Edema o inflamación.
  • Manifestaciones en la zona ocular.
  • Fimas; engrosamiento cutáneo o protuberancias de la piel provocado por la inflamación de la piel.
  1. Tipos. (1,4–8)

Clásicamente la rosácea se ha dividido en 4 subtipos que, que pueden estar bien definidos y manifestándose de forma aislada o pueden superponerse y coexistir los diferentes subtipos.

-Tipo 1 o rosácea eritematosa o eritemato-telangiectásica.

Presenta un enrojecimiento facial muy característico, que se localiza preferentemente en la zona centrofacial, con piel rosada que se exacerba temporal y periódicamente. Estos episodios pueden duran duras 10 minutos y aliviarse o pueden verse desencadenados por alimentos, situaciones emocionales, climáticas, por el ejercicio físico o por el uso de cosméticos, sustancias irritantes o fármacos.

Otros síntomas característicos de este tipo de rosácea son las telangiectasias y el edema en las regiones centrales del rostro: nariz, mejillas, mentón, frente y entrecejo, con síntomas como quemazón, picor y/o descamación de la piel.

Es la manifestación de la rosácea que más negativamente afecta a la calidad de vida de los afectados, y por lo tanto la más difícil de controlar.

Tipo 2 o rosácea pápulo-pustulosa.

Presenta lesiones inflamatorias, pápulas y pústulas en la región central de la cara, alrededor de la boca, la nariz y los ojos, junto con enrojecimiento de la cara sin comedones (puntos blancos, espinilla o puntos negros), que a veces puede cursas con edema facial de varios días.

Es el tipo de rosácea más clásica, ya que a menudo se confunden con el acné vulgar, y se diferencia de la rosácea eritematosa ya que no existe o existen menos frecuencia de los episodios de rubor y las telangiectasias son menos frecuentes.

Tipo 3 o rosácea fimatosa.

A lo largo de los años, y de forma casi exclusiva en los varones, se puede producir un engrosamiento de la piel que da lugar a las conocidas como fimas, debido a una hiperplasia de las glándulas sebáceas y a la aparición de fibrosis, siendo más frecuente en la zona de la nariz la llamada rinofima, que aparece principalmente en varones.

También estas fimas pueden aparecer en otras zonas faciales y reciben el nombre de gnatofima (zona del mentón), metofima (zona de la frente), otofima (zona de las orejas) o blefarofima (zona de los parpados).

-Tipo 4 o rosácea ocular

Presenta enrojecimiento de los ojos, los párpados, la conjuntiva y la córnea junto con prurito, irritación y a veces aparición de orzuelos.

Habitualmente se presenta con conjuntivitis y a veces se asocia a visión borrosa, las telangiectasias conjuntivales y úlceras junto a otros síntomas de rosácea facial.

Por lo que la rosácea ocular se refiere a todas las manifestaciones que aparecen en los ojos, debiendo ser evaluada por el oftalmólogo, siendo infradiagnosticada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen tipos de rosácea. (9)

 

Existen otros subtipos como:

la Rosácea granulomatosa que es una variante de rosácea y presenta pápulas de una sola forma y de color rosado o amarillo-marrón que persiste en la piel, que al ser biopsiada presenta granulomas.

Rosácea fulminante llamado también pioderma facial, y se manifiesta con la presencia de un gran número de pápulas, pústulas y nódulos que confluyen que aparece de forma repentina con lesiones muy inflamatorias dejando en la mayoría de los casos cicatrices ya que es la variante más extrema de la enfermedad.

Suele aparecer principalmente en mujeres jóvenes que puede empezar en ocasiones como un cuadro de rosácea leve en la zona del mentón, las mejillas y la frente, evolucionando de forma rápida y extenderse a todo el rostro.

Rosácea neurogénica se refiere a los tipos de rosácea que se acompañan de síntomas neurológicos como como depresión, temblor esencial y compulsión obsesiva.

Rosácea pediátrica que presenta los síntomas y signos característicos de la rosácea, pero en edad infantil sin aparecer la rosácea fimatosa.

Aunque su etiología es desconocida, existen dos anomalías principales como una alteración inmune, a una desregulación neurovascular como en el sebo de las glándulas sebáceas y los cambios hormonales y genéticos.

Por lo que los siguientes factores se han demostrado que influyen como causa de cómo se produce la rosácea:

  • Factores genéticos (muchos casos son familiares).
  • Mecanismos vasoactivos.
  • Alteraciones de la inmunidad innata o adquirida, por un incremento de catecilinas; sustancias vasoactivas y proinflamatorias.
  • Mecanismos neurocutáneos y alteración de la barrera cutánea por la pérdida transepidérmica de agua que conlleva a una inflamación de la piel y a la sequedad por lo que surge el prurito y el escozor.
  • Presencia de microorganismos como el ácaro Demodex folliculorum y Bacilus oleronius.
  • Exposición a factores climáticos como la exposición al calor o al sol por el calor que provoca los rayos solares, al frío y viento. Así como la toma de baños calientes, saunas, jacuzzis.
  • Ejercicio físico intenso.
  • Irritantes químicos.
  • Estrés, ansiedad.
  • Hábitos alimenticios como tomar comidas y bebidas calientes o picantes, comer rápidamente sin masticar adecuadamente, toma de alcohol.
  • Toma de fármacos vasodilatadores, Corticoides tópicos o ciertos fármacos antitumorales.

Son más susceptibles a sufrir esta enfermedad cutánea las mujeres adultas (entre los 30 y los 60 años), con piel clara, que han sufrido daño solar y/o que tienen antecedentes familiares de rosácea.

  1. Diagnóstico (1-8)

Aunque a menudo infradiagnosticada, el diagnostico cuele ser clínico tras valoración del paciente.

La presencia de sequedad, descamación y edema y habitual junto con los síntomas de picor y quemazón, no son criterios diagnósticos, por lo que para el diagnóstico de rosácea nos basamos junto a los anteriores, en la presencia de manifestaciones clínicas (fenotipos) en el cual se diagnostica si padece al menos uno de los diagnósticos o de los mayores del siguiente cuadro:

Fenotipos diagnósticos Fenotipos Mayores
Eritema facial persistente.

(se intensifica periódicamente)

Pápulas y pústulas.
Fimas. Flushing (eritema transitorio).
Telangiectasias.
Clínica ocular.

 

El diagnóstico diferencial se complica más cuando una persona padece dos dermatosis simultáneamente, siendo frecuente padecer rosácea y otras como la dermatitis seborreica , la dermatitis atópica, el acné etc.

  1. (1-11)

Si bien no existe un tratamiento definitivo para la rosácea, el tratamiento ayuda a disminuir las lesiones inflamatorias y el eritema facial.

5.1 TRATAMIENTOS LÁSER

El tratamiento con láser puede ser útil para manejar el enrojecimiento y las telangiectasias.

El láser o electro cauterización consiste en evitar efectos desencadenantes como en el caso de exceso de tejido, como en la rinofima, se requiere de un láser quirúrgico ablativo, o para la desaparición de las arañas vasculares o las lesiones inflamatorias o hipertróficas.

5.2 TRATAMIENTOS ORALES

Los pacientes con muchas lesiones inflamatorias o que no responden satisfactoriamente a los tratamientos tópicos, pueden beneficiarse de tratamientos orales como los antibióticos de la clase de las tetraciclinas, teniendo en cuenta que pueden provocar efectos secundarios como molestias gastrointestinales y foto sensibilidad, así como resistencia bacteriana y que no deben administrarse a niños menores de 9 años.

El tratamiento consiste en paliar los síntomas deseados por la rosácea así como evitar los desencadenantes con la dermoabrasión  o cirugía para eliminar la piel adicional.

Recomendaciones generales:

–              Higiene e Hidratación de la piel.

–              Uso de protección solar a diario.

–              Evitar factores desencadenantes como los ambientales y la toma de sol por el calor como hemos explicado, usando sombreros, gorras y en los casos de frio y viento usando pasamontañas o bufandas que cubran la superficie facial.

5.3 TRATAMIENTOS TÓPICOS.

Para los pacientes con enfermedad leve a moderada, los medicamentos tópicos más utilizados son el metronidazol tópico, el ácido azelaico y la ivermectina tópica y para reducir el enrojecimiento.

Lo que está claro que siempre deben de usarse jabones sin jabón (syndet) y productos lo menos abrasivos posibles, que sean suaves y no provoquen irritación de la piel.

Nuestras recomendaciones son:

    • Higiene en fase de Realización 2-3 veces al día (mañana y noche al menos)
  • Aplicación de paños fríos para reducir la inflamación.

Lavado con pastilla de jabón de aceites ozonizados Ozoaqua por ser un jabón sin jabón (Syndet) y por su pH eudérmico porque encuentra en un perfecto equilibrio entre la secreción del sebo y el sudor, y por estar formulado a base de calmantes activos, sin usar cepillos ni esponjas, utilizando directamente el jabón sobre la piel masajeando con las manos limpias para no alterar ni irritar la piel.

 

 

 

 

 

 

 

Imagen jabón de aceites ozonizados Ozoaqua. (10)

  • Higiene en fase de remisión, diaria: 2-1 vez al día. (al menos en la noche)

–      Lavado con jabón líquido de aceites ozonizados Ozoaqua. Si el uso se realiza solo 1 vez al día en la noche es recomendable dejarlo actuar unos minutos antes de su retirada con masajes circulares.

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen jabón syndet liquido de aceite ozonizado ozaqua.(10)

 

1.3 higiene en edad infantil.

 

-Aplicación de paños fríos para reducir la inflamación.

– Higiene con Gel Syndet de Aceite ozonizado pediátrico tanto en fase de brote como en fase de remisión se aconseja el uso del jabón de ozono. En fase de brote se recomienda aplicar el jabón sin esponjas, con la mano, de forma circular en la piel dejándolo actuar unos minutos antes de su enjuague. Para el cuidado diario aplicarlo con un lavado habitual.

Indicamos el jabón ozobaby por su formulación a base de Aceites Vegetales Ozonizados, combinados con Pantenol, Glicerina, Extracto de Regaliz, Caléndula, Hamamelis, Agua de Naranja Dulce, Agua de Limón y Ácido Láctico que favorece los efectos reparadores, hidratantes, antioxidantes y protectores de la piel, adecuados para favorecer el desarrollo barrera cutánea de forma óptima, así como su restauración y recuperación de la piel de los más pequeños.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen gel syndet pediátrico ozoaqua. (10)

 

2 hidratación.

2.1 hidratación en fase de brote. Realización 3 veces al día (mañana y noche al menos)

Aplicación del aceite facial de Aceite ozonizado OzoAqua, por su efecto antiinflamatorio, antioxidante y calmante, en las zonas afectadas o en toda la superficie facial.

Es de advertir, que su aplicación produce un efecto inicial de escozor y enrojecimiento que posteriormente se alivia y se suaviza, síntomas de su penetración.

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen aceite de ozono Ozoaqua. (10)

 

2.2 Hidratación en fase de remisión, diaria: 2 veces al día ( mañana y noche)

Aplicación de la crema de aceite ozonizado facial por sus activos calmantes y antioxidantes, que evitan el proceso de inflamación, así como los efectos secundarios de la producción de los radicales libres generados por la exposición al sol, estrés, falta de sueño y otros, que, además

que además mejora la función barrera de la piel alterada por la rosácea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen crema facial de ozono Ozoaqua.(10)

 

En la hidratación en fase de brote a veces podemos alternar 2 veces al día (mañana y noche) el aceite de ozono y 1 vez al día (medio día) crema de ozono, según las características de cada paciente.

  1. Protección solar. (11)

Aplicación siempre de protección solar UVA/UVB de más de 30FPS , siendo más recomendable el de +50FPS , tras la higiene e hidratación de la mañana.

Elegir preferiblemente protectores solares minerales o físicos como el protector solar de con óxido de zinc de Eucerin Sensitive o el protector solar mineral con color La Roche-Posay, eligiendo protectores solares que contienen dióxido de titanio, zinc, con silicona, como dimeticona o ciclometicona

Los componentes que recomendamos evitar son productos que contengan alcohol, urea, mentol, perfumes y alcanfor ya que deshidratan y dañan la barrera protectora, así como la vitamina C ya que la mayoría están formuladas a mas del5% y causan mayor irritación.

Evitar además productos que actúen como exfoliaciones mecánicos o químicos como ácido cítrico, ácido láctico o ácido glicólico, o el extracto de pomelo ya que no son aptos para la rosácea, así como tampoco lo son los sulfatos como el lauril éter sulfato de sodio (SLES), lauril sulfato de sodio (SLS) y lauril sulfato de amonio (ASL), ya que son detergentes irritantes y abrasivos en la rosácea.

La duración del tratamiento depende del tipo de rosácea, así como de la gravedad que supone los signos y síntomas.

Los irritantes de la rosácea pueden variar de persona a persona, por lo que siempre recomendamos utilizar en producto antes en una zona periférica como el cuello, así como recomendamos usar el mínimo de productos posibles, es decir no utilizar múltiples productos, ya que, en la rosácea a veces menos siempre, es más.

Conclusiones:

  1. La rosácea se encuentra entre las enfermedades dermatológicas que más afectan a la calidad de vida de las personas que la padecen, por lo que su tratamiento deberá ser entendido como un tratamiento continuo y adecuado a cada fase de la enfermedad, siendo el personal de enfermería el responsable de la educación sanitaria y psicológica que la rosácea necesita, junto con el profesional médico que deberá prescribir otros tratamientos en el caso de que los cuidados mencionados no sean bien efectivos, ya que enfermedad inflamatoria cutánea no es un fenómeno aislado, solo de la piel , sino que la inflamación que afecta un órgano puede afectar simultánea o sucesivamente a otros órganos, o relacionado con otras enfermades como la Diabetes Mellitus, la HTA, enfermedad de Crohn, artritis reumatoides y otras, que el personal de enfermería debe de tener en cuenta.

Bibliografía:

  1. Gil Díaz MJ, Boixeda de Miguel JP, Truchuelo Díez M, Morais-Cardoso P. Rosácea: revisión y nuevas alternativas terapéuticas. Med Fam SEMERGEN. 1 de febrero de 2011;37(2):83-6.
  2. Rosácea – Síntomas y causas – Mayo Clinic [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/rosacea/symptoms-causes/syc-20353815
  3. Rosácea: revisión y nuevas alternativas terapéuticas | Medicina de Familia. SEMERGEN [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-rosacea-revision-nuevas-alternativas-terapeuticas-S1138359310002923
  4. Branch NSC and O. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases. NIAMS; 2017 [citado 22 de febrero de 2024]. Rosácea. Disponible en: https://www.niams.nih.gov/es/informacion-de-salud/rosacea
  5. © Academia Española de Dermatología y Venereología. Guía para pacientes con rosácea [Internet]. Disponible en: https://aedv.es/wp-content/uploads/2021/09/Guia-Rosacea.pdf
  6. Manual MSD versión para público general [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Resultados de búsqueda para: rosacea. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/hogar/SearchResults?query=rosacea
  7. Barco D, Alomar A. Rosácea. Actas Dermo-Sifiliográficas. 1 de mayo de 2008;99(4):244-56.
  8. Dr. Sergio Niklitschek | Dermatólogo Puerto Varas [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Rosácea. Disponible en: https://www.sergioniklitschek.com/rosacea
  9. All About Rosacea: Signs & Symptoms and Treatment | Rosacea.org [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Disponible en: https://www.rosacea.org/patients/all-about-rosacea
  10. Laboratorios Ozoaqua [Internet]. [citado 9 de enero de 2024]. OZOAQUA. Disponible en: https://www.ozoaqua.es/
  11. Rosacea: New Concepts in Classification and Treatment – PubMed [Internet]. [citado 22 de febrero de 2024]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33759078/

 

 

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