¿Por qué se practica?
La fisiología de una herida funciona de tal forma, que esta va produciendo exudado, fibrina o esfacelo para crear un medio, normalmente, propicio para una correcta cicatrización. Sin embargo, cuando se trata de una herida crónica, estas secreciones y membranas resultan perjudiciales, causando el retraso de la curación y aumentan los riesgos de infección.
En estos casos, el tejido destinado al desbridamiento va a ser el siguiente:
- Tejido necrótico: muerte irreversible de un tejido. Por lo general, este presentará una coloración muy oscura o negra.
- Esfacelos y fibrina: en el primer caso se trataría de una película formada por restos inflamatorios y necrosados de fibrina y células varias (colágeno, macrófago, bacterias, etc) cuyo color dependerá del grado de su hidratación (blanquecino, amarillento o marrón) y será fácil de desbridar. La fibrina, normalmente, se presentará en forma de un tapón mucho más compacto y grueso que el esfacelo o incluso en forma de costra, su coloración al igual que la del esfacelo variará entre el blanco y marrón y su eliminación va a requerir un proceso más elaborado. La coloración de este tejido podrá tomar otros colores en caso de presentar colonización o infección por microorganismos patógenos.
- Otros tejidos: tejido friable, biofilm, falsos cierres
¿Qué tipos de desbridamiento existen?
- Quirúrgico.
- Cortante total o parcial.
- Enzimático
- Autolítico
- Osmótico.
- Mecánico
- Biológico
A menudo, la selección del tipo de desbridamiento y los cambios en la cura lo marcará el paciente y la propia herida, dependiendo del umbral de dolor, el tejido del lecho ulceral y la cantidad del exudado.
Desbridamiento quirúrgico
Este tipo de desbridamiento se llevará a cabo por un cirujano en un ambiente estéril y normalmente precisará de anestesia. Para ello, nuestro equipo de enfermería dispone de ayuda de cirujanos vasculares.
Desbridamiento cortante o parcial
Se retirará de forma selectiva el tejido necrótico. Habitualmente se llevará a cabo en varias sesiones, por lo tanto, podrá combinarse con otros tipos de desbridamiento. La retirada podrá hacerse en forma de ‘loncheado’, haciendo pequeños cortes que faciliten el desbridamiento por otro medio o retirando el tejido por completo. Contraindicado en úlceras no cicatrizables por poco aporte vascular en el tejido.
Las ventajas de este método es que permite una eliminación selectiva del tejido desvitalizado y combinarlo con otros tipos de desbridamiento.
La desventaja que presenta es que es un procedimiento bastante doloroso y existen riesgos de sangrado, habrá que tener un cuidado especial con pacientes que tomen antiagregantes plaquetarios y en heridas cavitadas donde haya poca visibilidad.
Desbridamiento enzimático
Su base principal es la utilización de enzimas exógenas de aplicación local, normalmente en formato de pomada. Estas enzimas actúan con las enzimas endógenas degradando la fibrina, el colágeno desnaturalizado y la elastina que se encuentra en la herida además de separarlos de los tejidos sanos y promueven la granulación. Un ejemplo de pomada, la más utilzada, sería el IRUXOL que es una mezcla de colagenasas.
Quizá sea de los métodos más utilizados en combinación con el desbridamiento cortante, ya que preparan el tejido para que la retirada sea más fácil.
Es importante que estas enzimas se apliquen en medios húmedos, si la herida no es lo suficientemente húmeda, se podrá añadir suero fisiológico o hidrogel para aumentar su eficacia. Conviene proteger la piel perilesional para que esta no macere, mediante la aplicación de ácidos grasos hiperoxigenados u óxido de zinc, aunque sean bases selectivas con el tejido necrótico aportan mucha humedad.
Evitar utilizar las enzimas en combinación con platas u otras bases que contengan metales y povidona yodada, que se inactivarían ambos principios activos.
Desbridamiento autolítico
Es el más fisiológico de todos, aprovecha las propias capacidades del organismo (enzimas endógenas) para deshacerse de los tejidos y residuos que dificultan el proceso de reparación cutánea. Este proceso precisa de ambiente húmedo para que se lleve a cabo, es necesario que esté ocluido o semi ocluido por un apósito; los apósitos pueden ser loa alginatos, poliuretanos o hidrocoloides.
Es el método más utilizado ya que es el menos doloroso y más respetuoso con el tejido neoformado pero, al mismo tiempo, es el más lento.
Hay que tener en cuenta de que no basta de este método cuando la herida esté infectada. En caso del uso de alginatos, conviene utilizar un primer apósito antiadherente (gasa parafinada) para evitar que estos queden pegados al lecho de la herida.
Desbridamiento osmótico
Se realiza con intercambios de fluidos de distinta densidad, como apósitos de poliacrilato activados con soluciones hiperosmolares. Precisa de cambios frecuentes de las curas y suele ser bastante doloroso.