Nuestro equipo de enfermería es el primero en entrar en contacto con el paciente, por lo tanto, será de suma importancia que sepa reconocer el aspecto y las medidas a tomar ante la sospecha del biofilms.
Definición:
El biofilm es una estructura compleja y dinámica formada por microorganismos vivos que forman una comunidad, protegida por una membrana, sobre una superficie biótica o abiótica. Es una comunidad heterogénea formada, a menudo, por diferentes bacterias y hongos y dinámica, dado que estos se reproducen y pueden migrar. Las agrupaciones de estos microorganismos se envuelven en una membrana, formada por exopolisacáridos que emiten las propias células de cuerpo y agua que en su conjunto constituyen una estructura, dentro de la cual alojarse y permanecer protegidos. Aunque la matriz de los exopolisacáridos es lo suficientemente sólida como para proteger a la comunidad microbiana de los agentes antimicrobianos, los antibióticos o el sistema inmunológico del paciente; sí permiten el paso del oxígeno, agua y nutrientes para seguir creciendo. Tan compleja es la estructura del biofilm, que los microorganismos que lo constituyen son capaces de generar una señal de comunicación entre ellos, para atraer más comunidades y organizarse.
Cómo es el proceso de formación de un biofilm
- Adhesión reversible a la superficie, la fase inicial, llevada a cabo por un microorganismo solitario (estado planctónico).
- Una actuación correcta en esta fase por parte del equipo de curas evitará la creación del biofilm.
- Adhesión irreversible a la superficie: la fase en la cual los microorganismos comienzan a multiplicarse y a organizarse para procurar la supervivencia de la comunidad formada. Biofilm/ matriz protectora y su diseminación a otras zonas.
El biofilm y las heridas
Los biofilms suelen estar presentes en las heridas crónicas, y se cree que contribuyen a un estado inflamatorio crónico que retrasan o impiden la cicatrización. Por lo tanto, el mejor indicador clínico de sospecha sobre su presencia será el retraso en el proceso de cicatrización.
Existen evidencias de que el 60%- 100% de las heridas crónicas presentan biofilm, al menos en alguna zona del lecho, en comparación con el solo 6% en las agudas.
Para detectar la existencia del Biofilm en una úlcera se precisa de la toma de muestra de tejido/exudado, que se puede realizar mediante diferentes técnicas, la más utilizada es “el método Levine”. Este método consiste en frotar con un hisopo el lecho de la herida, desbridada y desinfectada previamente, recogiendo muestra del mayor exudado posible, normalmente se tendrá que realizar sobre la zona que está en peor condición clínica, evitando los bordes. Otro método, quizá el más recomendado, sería la biopsia del tejido de la herida, proporciona unos resultados más fiables, pero es menos utilizado que el anterior. Una vez obtenidas las muestras para el cultivo, en el laboratorio se realizará un estudio específico de éstas.
- ¿Se puede observar el biofilm a simple vista?
La respuesta es algo ambigua, existen signos que nos pueden sugerir la presencia de biofilm en una herida, pero siempre tendrán que apoyarse en un cultivo. Estos serían, a parte de los signos y síntomas de una infección, presencia de fibrina desnaturalizada y esfacelo cubiertos por una película brillante, pobre respuesta a los tratamientos tópicos y sistémicos, aumento del dolor y aumento del tamaño de la herida.
A pesar de que no es del todo fiable detectar el biofilm sin el uso de un microscopio, varios autores recomiendan el uso de algoritmos, como por ejemplo podría ser el Algoritmo de Metcalf.