Caso Clínico

¿Qué hago con mi úlcera si estoy en lista de espera de cirugía plástica?

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¿Qué hago con mi úlcera si estoy en lista de espera de cirugía plástica?  (1–5)

Las úlceras son lesiones en la piel caracterizadas por la pérdida de tejido y la exposición de las capas subyacentes. Se estima que aproximadamente el 1% de las personas desarrollará una úlcera en los miembros inferiores en algún momento de su vid

Las úlceras pueden ser provocadas por diversos factores, como la disminución del riego sanguíneo (úlceras vasculares arteriales), la inflamación crónica (úlceras vasculares venosas), la presión prolongada sobre la piel (úlceras por presión), el pie diabético o infecciones. Estas lesiones pueden presentar síntomas como dolor, enrojecimiento, hinchazón, secreciones y, en algunos casos, fiebre. Dependiendo de su localización y origen, las úlceras requieren un enfoque médico específico.

El tratamiento de las úlceras se basa en mantener un ambiente húmedo para promover la formación de tejido de granulación y la epitelización, utilizando apósitos adecuados. No obstante, lo más importante es asegurar una higiene y un desbridamiento adecuado, junto con un tratamiento que aborde la causa subyacente de la úlcera. Por ejemplo, las úlceras venosas deben tratarse con una compresión adecuada.

Estos procedimientos son generalmente realizados por personal de enfermería especializado, quienes trabajan en conjunto con otros profesionales de la salud cuando es necesario. Por ejemplo, en el caso de úlceras venosas, un cirujano vascular puede intervenir para tratar las venas afectadas utilizando la técnica más apropiada para cada paciente.

En ciertos casos, se requiere la intervención de otros especialistas, como cirujanos plásticos o dermatólogos, para realizar procedimientos más complejos como microinjertos, injertos cutáneos o colgajos. Sin embargo, el equipo de enfermería también está cada vez más capacitado para llevar a cabo técnicas como los microinjertos en consulta, facilitando así la cicatrización de las úlceras.

Los injertos cutáneos, ya sea con piel del propio paciente, piel artificial o células donantes, son utilizados para acelerar la cicatrización de úlceras. La técnica más tradicional es el injerto cutáneo autólogo, especialmente útil en úlceras de difícil cicatrización que no mejoran con el tratamiento convencional. El injerto en malla, obtenido con un dermatomo, es el método más común, aunque existen otros, como el injerto en sello o el microinjerto. Este último es un procedimiento sencillo, económico y de ámbito ambulatorio, que puede realizarse en una sala de curas y que promueve la epitelización, además de tener un efecto analgésico.

El injerto cutáneo es especialmente útil en situaciones donde el ahorro de tiempo en el proceso de curación es crucial, como:

– Áreas con gran pérdida de piel o heridas extensas.

– Quemaduras.

– Razones estéticas o cirugías reconstructivas.

– Úlceras venosas, por presión o diabéticas que no evolucionan.

 

Aunque los injertos cutáneos son efectivos, también conllevan ciertos riesgos, como sangrado, infección, rechazo del injerto, cambios en la sensibilidad y color de la piel, cicatrices desiguales, hematomas y necrosis.

Requisitos para los injertos de piel:(3,5,7)

Para maximizar el éxito del injerto, es crucial que la úlcera tenga un tejido de granulación de buena calidad y una adecuada vascularización, ya que la isquemia podría comprometer la supervivencia del injerto. Además, es fundamental inmovilizar la zona tras la intervención y realizar las curas necesarias para asegurar que el injerto prenda correctamente.

Cada vez es más común realizar injertos cutáneos, especialmente microinjertos, como parte del tratamiento estándar de úlceras difíciles de curar. Sin embargo, en algunos casos, un manejo adecuado puede evitar la necesidad de injertos.

Os mostramos algunos casos de pacientes que estaban en lista de espera por cirugía general para la realización de cirugía

Caso 1

Paciente de 70 años que acudió al servicio de enfermería con una úlcera en la zona tibial bajo la rodilla, que llevaba más de un año sin cicatrizar tras un traumatismo leve. Este paciente, que había sufrido un accidente de tráfico hace 26 años, ya había necesitado injertos y colgajos en su pierna izquierda. La piel de esta pierna, al no tener  buena perfusión sanguíneo, presentó complicaciones adicionales.

Este caso resalta la importancia de un enfoque individualizado y de un tratamiento interdisciplinario para abordar las úlceras de manera efectiva, utilizando todas las opciones disponibles para lograr una recuperación óptima.

Imagen  CMUC

Observamos el tejido óseo expuesto, de la tibia.

Imagen  CMUC

Comenzamos realizando un raspado del tejido óseo e hidratando el hueso mediante la realización de cura en ambiente húmedo, activando los bordes y promoviendo el tejido de granulación provocando el sangrado.

Imagen  CMUC

Imagen  CMUC

Imagen  CMUC

Imagen  CMUC

Se consigue la epitelización completa en 6 meses.

Caso 2

Aquí presentamos un caso que finalmente se cicatrizo con un colgajo, pero hasta la fecha de realización queremos que observéis la evolución.

Varón de 51 independiente para las actividades de la vida diaria, que acude a nuestro servicio de enfermería , tras úlcera postraumática desde octubre con fractura de metatarsos precisando amputación del 1º dedo, y con propuesta de amputación infra condílea, por tener hueso expuesto que a pesar de haber realizado diferentes tratamientos, como la terapia de presión negativa, no ha evolucionado.

Imagen  CMUC

Imagen  CMUC

Evolución:

Se observa una evolución favorable, mediante la realización de curas en ambiente húmedo, realización de desbridamiento cortante y colocación de diferentes apósitos según las necesidades de la lesión, manteniendo siempre el hueso hidratado.

Imagen  CMUC

Imagen  CMUC

El 14 de julio se realiza un colgajo precisando ingreso hospitalario, donde observamos a su alta como finalmente la lesión con hueso expuesto ha quedado epitelizada con la zona donante del brazo.

Imagen  CMUC

Se evita la amputación y el paciente puede volver a su actividad laboral diaria.

Por lo tanto, si estas en lista de espera para la realización de un injerto, no desesperes. Ponte en manos de profesionales que sepan manejar tus lesiones para reducir al máximo tanto la infección si existe, evitar que aparezcan infecciones, disminuir el tamaño y mantenerla lo más limpia y en condiciones óptimas para cuando llegue el momento del injerto, y si cuando llega ya se ha cerrado, ¡¡pues mejor que mejor!!

Bibliografía:

  1. Injertos de piel para mejorar la curación de las úlceras de las piernas [Internet]. [citado 26 de julio de 2024]. Disponible en: https://www.cochrane.org/es/CD001737/WOUNDS_injertos-de-piel-para-mejorar-la-curacion-de-las-ulceras-de-las-piernas
  2. La Cirugia Plástica para Tratar Heridas [Internet]. [citado 26 de julio de 2024]. Disponible en: https://www.clevelandclinic.org/health/sHIC/html/s11006.asp
  3. Microinjertos para Heridas Crónicas | Ulceras.net [Internet]. [citado 26 de julio de 2024]. Disponible en: https://ulceras.net/articulo.php?id=133
  4. Injerto de piel: MedlinePlus enciclopedia médica [Internet]. [citado 26 de julio de 2024]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002982.htm
  5. Suárez Alonso A., Palomar Llatas F, Fornes Pujalte B. Injertos autólogos con sellos de piel. Disponible en: https://anedidic.com/descargas/formacion-dermatologica/16/injertos-autologos-con-sellos-de-piel.pdf
  6. FPS R. Colgajo, Injerto [Internet]. Fundación Piel Sana AEDV. 2017 [citado 26 de julio de 2024]. Disponible en: https://aedv.fundacionpielsana.es/wikiderma/colgajo-injerto/
  7. EDGAR MAURICIO AVELLANEDA-OVIEDO1, *, ALBA GONZÁLEZ-RODRÍGUEZ1, , SARA, ALICIA GONZÁLEZ-PORTO2, , PABLO PALACIOS-GARCÍA3, , ESTHER RODRÍGUEZ-PÉREZ3, et al. Injertos en heridas [Internet]. 2018. Disponible en: https://heridasycicatrizacion.es/images/site/2018/junio2018/Revision_SEHER%2025_Junio_2018.pdf

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