En varias entradas anteriores hablamos de patologías o casos clínicos en los cuales una de las causas es la insuficiencia venosa crónica. ¿Pero sabemos lo que significa la insuficiencia venosa crónica? Esta semana os explicamos el significado, la patología, las causas, sus síntomas y los factores de riesgo de padecerla.
La vena es un vaso sanguíneo el cual conduce la sangre desde los capilares hasta el corazón. Generalmente transportan la sangre con dióxido de carbono y desechos metabólicos procedentes de los tejidos. Pero hay excepciones como las venas pulmonares (dos izquierdas y dos derechas) que llevan sangre rica en oxigeno desde los pulmones hasta las cavidades del lado izquierdo del corazón, para que este la bombee a continuación al resto del cuerpo a través de la arteria aorta.
El cuerpo humano tiene más venas que arterias. Se diferencian de estas en el que por norma general la cavidad de las venas es más grande y de forma irregular que las de las arterias, y las venas no tienen láminas elásticas.
Las venas son vasos sanguíneos de alta capacidad y transportan alrededor del 70% del volumen sanguíneo total.
Las venas están formadas como las arterias por tres capas:
Interna, íntima o endotelial (los límites con la siguiente capa están con frecuencia mal definidos).
Media o muscular (con algo de tejido elástico, poco desarrollada en las venas, sobre todo constituida de tejido conjuntivo, con algunas fibras musculares lisas dispuestas concéntricamente).
Externa o adventicia (la mayor parte de la pared venosa, formada por tejido conjuntivo laxo que contiene haces de fibras de colágeno y haces de células musculares dispuestas lontitudialmente).
Hay unas venas con función propulsora que presentan una musculatura relativamente importante tanto en la media como en la adventicia, estas se denominan “venas musculares”.
Su pared es más delgada que la de las arterias, debido al menor espesor de la capa muscular. Pero tienen un diámetro mas grande porque su pared es más distensible, y con más capacidad de acumular sangre.
En el interior de las venas se encuentran las válvulas semilunares, que se abren y se cierran para impedir el retroceso de la sangre, y así ayudar el flujo de la sangre y controlar la presión, de esta manera facilitan el adecuado retorno al corazón.
El retorno de la sangre al corazón depende de fuerzas extrínsecas, proporcionadas por la contracción de los músculos esqueléticos que las rodean, y de la presencia de las válvulas, que aseguran el movimiento en un único sentido.
En el caso de las piernas, existen dos sistemas que permiten que la sangre venza la fuerza de la gravedad y regrese al corazón:
Las válvulas en las paredes de las venas, con solo un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo.
El segundo sistema es la bomba muscular. Las venas de los miembros inferiores están entre los músculos, por eso, con cada paso que damos, se produce una contracción muscular que exprime las venas y permite el flujo ascendente de la sangre. Por este motivo se aconseja caminar o realizar ejercicio físico para favorecer la circulación.
Definición
La insuficiencia venosa crónica o IVC es una enfermedad producida por la incapacidad del sistema venoso para realizar un adecuado retorno venoso desde las piernas al corazón, provocando que se estanque y acumule en las piernas. Cuando estas venas comienzan a presentar una insuficiencia y esta se mantiene por mucho tiempo, las paredes de las venas se debilitan y las válvulas se dañan.
Es una enfermedad muy frecuente, se calcula que hasta un 30% de la población está afectada. Su incidencia en varones es del 37% y en mujeres del 64% (más frecuente en mujeres por razones hormonales). También se calcula que el 50% de los mayores de 50 años presentan algún grado de IVC, más frecuente en mayores que en jóvenes, debido a que con la edad se altera la distensibilidad de la pared de las vénulas y venas favoreciendo la aparición de IVC.
La aparición de esta enfermedad tiene que ver en principio con una razón anatómica de base. El retorno venoso tiene que hacerse en contradirección respecto a la gravedad. Impulsar un líquido hacia arriba, desde las piernas hasta el corazón, es físicamente imposible si no existen mecanismos que lo faciliten. Estos mecanismos son básicamente las válvulas venosas y el sistema de bomba muscular.
Las válvulas venosas se encuentran repartidas a lo largo del recorrido de las venas y presentan un movimiento unidireccional. Es decir, se abren cuando la sangre discurre hacia arriba, pero se cierran, cuando esta intenta volver hacia abajo. Si la pared de la vena pierde el tono y se distiende, las válvulas no coaptan, por lo que parte de la sangre cae al tramo inferior. La sangre entonces se acumula en estos tramos venosos, aumentando la presión dentro del vaso sanguíneo y por tanto dificultando aún más el cierre de las válvulas. El sistema de bomba muscular se hace gracias al movimiento de los músculos esqueléticos de las piernas. Las venas se encuentran en el interior de los músculos, por lo que cada contracción de estos “exprime” las venas, favoreciendo el flujo ascendente. La falta de ejercicio imposibilita que se pueda aprovechar este sistema.
La insuficiencia venosa se puede originar por la presencia de uno o más de los siguientes factores:
Obstrucción del flujo venoso (por ejemplo, debido a una trombosis venosa o una compresión extrínseca de una vena).
Reflujo valvular (por ejemplo, debido a varices).
Fallo de las bombas venosas (por ejemplo, por trastornos motores).
Síntomas
Cuando se presenta una insuficiencia venosa crónica, el acumulo de sangre en las venas hace que aumente la presión en estas y que se produzca extravasación de líquido al espacio intersticial.
Es una enfermedad que progresa con el tiempo y al inicio puede ser asintomática y solo presentar arañas vasculares, con el tiempo es cuando surgen los síntomas que pueden aumentar gradualmente.
Los síntomas más frecuentes que pueden aparecer son:
Pesadez, cansancio y/o dolor en las piernas (aumentan según avanza el día y al estar mucho tiempo sentado o de pie y con calor, mejoran al levantar las piernas y aplicando frío).
Varices o venas varicosas (dilataciones y alargamientos de las venas superficiales, estas se producen cuando la insuficiencia venosa se alarga en el tiempo).
Telangiectasias o también conocidas como arañas vasculares (dilataciones de los capilares superficiales, aparecen como pequeñas líneas rojizas/violetas con aspecto de telaraña).
Edema (Hinchazón, sobre todo en la zona de los tobillos).
Calor, enrojecimiento, sequedad y picor constante en la piel.
Alteraciones cutáneas (dermatitis, eccemas, hiperpigmentaciones, etc., debido a la mala circulación).
Calambres nocturnos.
Las varices pueden desencadenar una serie de complicaciones, como:
→ Úlceras en las piernas.
→ Sangrado de variz.
→ Tromboflebitis.
Importante estar alerta para detectar posibles complicaciones como tromboflebitis o trombosis venosa profunda, que puede terminar en un cuadro de tromboembolismo pulmonar.
Factores de riesgo
La edad. Debido que con el paso de los años la pared de la vena tiende a debilitarse y así es propensa a dilatarse, pero también a la duración de la exposición a otros factores de riesgo.
Factores genéticos. Son los más influyentes en la aparición de IVC de manera directa. Es una enfermedad hereditaria.
La obesidad y el sobrepeso. Estos aumentan la presión en las venas de la pelvis y las piernas, lo que puede acabar en un mayor riesgo de tener varices y otras complicaciones asociadas.
El embarazo. Durante este periodo se encuentran varios factores como los cambios hormonales (estos provocan la dilatación fisiológica de las venas ante una mayor demanda de drenaje desde el útero, esto facilita la aparición de varices). Por otro lado el crecimiento del útero comprime las venas de la pelvis, lo que dificulta en un segundo plano el drenaje de las piernas. También influye el aumento de peso y la disminución de la actividad física.
Las alteraciones hormonales. Tienen una gran influencia en el desarrollo de esta enfermedad, no sólo durante el embarazo. El uso continuo de anticonceptivos orales o otras terapias hormonales aumentan la dilatación venosa, siendo esta una de las causas más frecuentes de trombosis venosa en las mujeres jóvenes.
Sedentarismo o la inactividad. Las personas que debido a su trabajo viajan largas distancias en coche o avión, o pasan muchas horas de pie o sentados, están inmóviles durante largos periodos de tiempo y a menudo adquieren posturas inadecuadas que dificultan la correcta circulación venosa, y por este motivo están más predispuestas a desarrollar una insuficiencia venosa crónica.
La exposición prolongada al calor provoca la dilatación de nuestras venas aumentando así su calibre, empeorando los síntomas y la formación de varices.
En una segunda parte abordaremos que pruebas diagnósticas existen para detectar esta enfermedad, sus tratamientos y recomendaciones para prevenirla.
Clinica CATH.¿Qué es la insuficiencia venosa crónica y cómo se relaciona con las heridas por várices?.2018.[monografía en Internet].[acceso el 20 de septiembre 2022]. Disponible en https://cath.cl/que-es-la-insuficiencia-venosa-cronica/