En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los diferentes tipos de desbridamiento de heridas que se emplean en las curas. En algunos casos, este procedimiento resulta imprescindible para lograr una buena evolución en el tratamiento.
¿Qué es el desbridamiento?
El desbridamiento consiste en la eliminación del tejido necrótico y de la carga bacteriana presente en el lecho de la herida, con el objetivo de reducir la infección, el dolor, el mal olor y otras complicaciones.
Para llevar a cabo cualquier método de desbridamiento, es fundamental realizar una evaluación integral del paciente, que incluya no solo su patología local, sino también las características específicas de la herida.
Este procedimiento está altamente recomendado en el esquema TIME*, cuyo fin es optimizar el lecho de la herida mediante la reducción del edema, el control del exudado y la disminución de la carga bacteriana. Además, este esquema pone especial atención en la corrección de anomalías que puedan retrasar la cicatrización.
¿Por qué se practica el desbridamiento?
La fisiología de una herida funciona de tal manera que, de forma natural, va produciendo exudado, fibrina o esfacelo para crear un medio generalmente favorable a la cicatrización.
Sin embargo, cuando se trata de una herida crónica, estas secreciones y membranas dejan de ser beneficiosas: provocan un retraso en la curación y aumentan los riesgos de infección.
En estos casos, los principales tejidos que se destinan al desbridamiento son:
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Tejido necrótico: corresponde a la muerte irreversible de un tejido. Su aspecto suele presentar una coloración oscura o negra.
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Esfacelos y fibrina:
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El esfacelo es una película formada por restos inflamatorios y necrosados de fibrina y células (colágeno, macrófagos, bacterias, etc.). Su color dependerá del grado de hidratación y puede ser blanquecino, amarillento o marrón. Es, en general, más fácil de desbridar.
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La fibrina, en cambio, suele presentarse en forma de un tapón compacto y grueso o incluso como una costra. Su color también varía entre blanco y marrón, y su eliminación requiere un proceso más elaborado.
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Otros tejidos: como el tejido friable, el biofilm o los falsos cierres.
Cabe señalar que la coloración de estos tejidos puede modificarse si hay colonización o infección por microorganismos patógenos.
¿Qué tipos de desbridamiento existen?
Existen diferentes métodos de desbridamiento de heridas:
La elección del tipo de desbridamiento, así como la frecuencia de los cambios de cura, dependerá tanto de las características de la herida como del paciente. Factores como el umbral de dolor, el tipo de tejido presente en el lecho ulceral o la cantidad de exudado serán determinantes en la selección del procedimiento.
Desbridamiento quirúrgico
El desbridamiento quirúrgico se realiza exclusivamente por un cirujano en un ambiente estéril, y normalmente requiere el uso de anestesia.
En estos casos, el equipo de enfermería cuenta con el apoyo de cirujanos vasculares para llevar a cabo el procedimiento de forma segura.
Desbridamiento cortante o parcial
En este tipo de desbridamiento se retira de manera selectiva el tejido necrótico. Habitualmente se lleva a cabo en varias sesiones y, por lo tanto, puede combinarse con otros tipos de desbridamiento.
La retirada del tejido puede hacerse en forma de loncheado, realizando pequeños cortes que faciliten el desbridamiento posterior por otro medio, o bien eliminando el tejido por completo.
Está contraindicado en úlceras no cicatrizables por la falta de aporte vascular en el tejido.
Ventajas
Desventajas
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Es un procedimiento doloroso.
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Existe riesgo de sangrado, por lo que se requiere especial precaución en pacientes que toman antiagregantes plaquetarios y en heridas cavitadas con escasa visibilidad.
Desbridamiento enzimático
El desbridamiento enzimático se basa en la aplicación local de enzimas exógenas, generalmente en formato de pomada. Estas enzimas actúan junto con las enzimas endógenas del organismo para degradar la fibrina, el colágeno desnaturalizado y la elastina presentes en la herida, separándolos de los tejidos sanos y favoreciendo la granulación.
Un ejemplo clásico es el uso de Iruxol, una pomada que combina colagenasas y que se ha convertido en la más utilizada.
Este método es uno de los más empleados, sobre todo en combinación con el desbridamiento cortante, ya que ayuda a preparar el tejido para que la retirada sea más sencilla.
Recomendaciones importantes
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Las enzimas deben aplicarse en medios húmedos. Si la herida no presenta suficiente humedad, se puede añadir suero fisiológico o hidrogel para aumentar su eficacia.
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Es necesario proteger la piel perilesional para evitar la maceración, aplicando ácidos grasos hiperoxigenados u óxido de zinc.
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No deben utilizarse junto con plata, otros metales ni povidona yodada, ya que estos productos inactivan la acción enzimática.
Desbridamiento autolítico
El desbridamiento autolítico es el método más fisiológico de todos, ya que aprovecha las enzimas endógenas del propio organismo para eliminar los tejidos y residuos que dificultan la reparación cutánea.
Este procedimiento requiere un ambiente húmedo, por lo que la herida debe mantenerse ocluida o semiocluida mediante apósitos específicos, como:
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Alginatos
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Poliuretanos
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Hidrocoloides
Es el método más utilizado, ya que resulta el menos doloroso y el más respetuoso con el tejido neoformado. Sin embargo, también es el más lento.
Limitaciones
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No debe emplearse cuando la herida está infectada.
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En el caso de usar alginatos, conviene colocar primero un apósito antiadherente (como una gasa parafinada) para evitar que el material se adhiera al lecho de la herida.
Desbridamiento osmótico
El desbridamiento osmótico se realiza mediante el intercambio de fluidos con distinta densidad, utilizando apósitos de poliacrilato activados con soluciones hiperosmolares.
Este procedimiento requiere cambios frecuentes de las curas y suele ser bastante doloroso.
Los poliacrilatos, al entrar en contacto con la humedad, se saturan y liberan de manera progresiva humedad en el lecho de la herida, lo que permite la degradación del tejido desvitalizado y ayuda a disminuir las infecciones. La solución hiperosmolar más utilizada en este tipo de desbridamiento son los hidrogeles.
En CMUC también se ha empleado otro producto de acción osmótica menos convencional: la miel. Este recurso reduce la infección, estimula la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos), favorece la granulación y la epitelización, además de disminuir el edema, el exudado y el mal olor característico de algunas heridas.
Desbridamiento mecánico
El desbridamiento mecánico es probablemente el método más obsoleto y, en la actualidad, se encuentra prácticamente en desuso.
Se lleva a cabo mediante abrasión mecánica, utilizando:
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Apósitos secos
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Frotamiento del lecho de la úlcera con cepillo o gasa
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Apósitos húmedos aplicados al lecho que, tras secarse, se retiran por tracción
Este procedimiento es muy doloroso y poco selectivo, por lo que hoy en día no se recomienda.
Desbridamiento biológico
El desbridamiento biológico, también conocido como terapia de desbridamiento larval (TDL) o biocirugía, emplea larvas estériles de Lucilia sericata. Estas larvas segregan enzimas que degradan el tejido desvitalizado y lo consumen.
Se trata de un método altamente selectivo, especialmente indicado en heridas profundas con cavidades cuando no es posible realizar desbridamiento quirúrgico ni cortante.
Diversos estudios han demostrado su eficacia y selectividad para:
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Eliminar tejido desvitalizado
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Actuar contra bacterias y biofilm
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Potenciar el efecto de los antibióticos
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Reducir el período de inflamación
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Favorecer el crecimiento tisular
En la actualidad, es un tipo de desbridamiento poco utilizado. Sin embargo, debido al incremento de bacterias multirresistentes, su uso está creciendo en algunos países europeos.
Desde CMUC recordamos que, para realizar un desbridamiento, el personal de enfermería debe estar específicamente entrenado, ya que de la correcta selección del método dependerá tanto la evolución de la herida como la calidad del tejido neoformado.
Conclusión
El desbridamiento de heridas es un procedimiento clave en la práctica clínica, ya que permite eliminar el tejido desvitalizado y optimizar el proceso de cicatrización. Existen diferentes tipos —quirúrgico, cortante, enzimático, autolítico, osmótico, mecánico y biológico—, y la elección del más adecuado depende tanto de las características de la herida como del estado general del paciente.
Un desbridamiento correcto favorece la limpieza del lecho de la herida, reduce el riesgo de infección y mejora la calidad del tejido neoformado. Por ello, es fundamental que este procedimiento sea realizado por personal sanitario entrenado, capaz de seleccionar la técnica más apropiada en cada caso.
Bibliografía:
http://gneaupp.info/wp-content/uploads/2016/02/DesbridamientoXdeXHeridasXQuirurgicasXYXUlcerasXdeXlaXPielXXX.pdf
http://www.aiach.org.ar/ckfinder/userfiles/files/DebridamientoEnHeridasLecVasc2013(1).pdf
Manual de BIOMONDE+ Larval debridment therapy de Wounds UK
https://www.enfermeriadeciudadreal.com/beneficios-de-la-miel-en-la-cura-de-heridas-210.htm[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][/vc_section]